EL mitrado Prelado de la diócesis de Almería, según nota manuscrita telemáticamente, colocada en la puerta metálica de la casa de hermandad y/o sede social de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del Mar, Patrona de Almería, indicaba con parquedad literaria, unos momentos antes de comenzar el sufragio, la suspensión de las elecciones al cargo de hermano mayor de esta corporación de gloria cofrade por "algunas irregularidades" en el iter procedimental que se había o se estaba llevando a cabo.
Por supuesto, como es habitual en este tipo de procesos electorales, el Decreto episcopal no expresa de forma pública, cuál o cuáles son las "presuntas" irregularidades, iuris tantum, las que han instado a Monseñor a dictar tan extraordinario y urgente rescripto eclesial pre-Adviento.
En todo caso, la presidencia clerical de la mesa electoral, no ha o han tenido la delicadeza pastoral, al día de la fecha, de mandar un correo electrónico avisando, de igual forma que en la puerta situada en la calle Real de estas circunstancias, lo que hubiera evitado, en muchos casos de cofrades-hermanos con derecho a voto, el acercarse al lugar de encuentro de las votaciones, y tras estacionar el vehículo con la dificultad y con el coste que conlleva el aparcamiento en el centro de la ciudad, personarse y encontrarse con la incidencia manifestada.
Estarán haciendo tribulaciones para buscar a quién cargarle las culpas de las irregularidades, cómo si fueran las primeras, hace algunos años, igualmente, se impugnaron las elecciones llevadas a cabo, y no recayó resolución de la curia sobre las mismas, "silencio canónico administrativo", laissez faire, laissez passer. Y sí mirásemos, incluso, más atrás en el tiempo, iguales o similares irregularidades se han cometido.
¡Qué vamos a esperar ahora!, sí algunos han considerado, equivocadamente, en los albores del siglo XXI, que es esta forma de proceder de democracia inorgánica es lo habitual para mantener una apariencia trasnochada de comunión eclesial.
Paz y Bien.
¡Qué vamos a esperar ahora!, sí algunos han considerado, equivocadamente, en los albores del siglo XXI, que es esta forma de proceder de democracia inorgánica es lo habitual para mantener una apariencia trasnochada de comunión eclesial.
Paz y Bien.
Rafael Leopoldo Aguilera Martínez
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