PROEMIO
¿Has
mirado el calendario? ¿Has visto qué día es hoy? Las palmas inundan las calles
de nuestra ciudad bajo un cielo celeste como nuestro Mar. Niños vestidos de
hebreo y aparece Dios a lomos de un borriquillo anunciando lo inevitable: Jesús acepta la
voluntad del Padre en Huércal de Almería.
Despierta al niño que todos llevamos dentro,
que las campanas repican y el aire trae sonidos de cornetas y tambores, una
acuarela dibuja al primer nazareno y una nube de incienso comienza a impregnar
cada rincón de esta ciudad.
El pequeño nazareno de la mano de su padre,
la mantilla, el costalero, el músico… esta
es la Cruz de Guía que anuncia la Semana Santa de mi querida Huércal de Almería.
Jesús
entra en Jerusalén, compartirá la Última Cena, nos llenará de Ángeles y
Misericordia, y, todo, bajo un manto de estrellas, que harán que no sean tan
amargas nuestras penas.
Con
Pasión y Gran Poder cargará su cruz; con Humildad y Paciencia será coronado y flagelado.
Con su Perdón nos aguarda el momento de su Sentencia. Antes, ya habrá sido
prendido, su mirada nos habrá vuelto cautivos y la Oración en el Huerto hará
que por mucho que queramos evitarlo ya sólo nos quede la Esperanza.
¡Qué
rápido va esto! En esta Semana en la que el tiempo marca al revés llegamos al Jueves
de Nazareno y de Dolores. Será crucificado, tras una larga madrugá, su Buena Muerte
nos salva y, aunque de Angustias se llena el alma, el Consuelo es lo único que
nos queda.
Ayudemos
a que Descienda de la cruz. El entierro es inevitable, la soledad de una madre
nos envuelve y, para entonces, ya estaremos a punto de acabar.
Tres
días, solo tres días han de pasar para verlo resucitar. Así que corre: no
perdamos el tiempo; disfrutemos de cada momento como si nada hubiera cambiado.
El
martillo ya está sonando, los costaleros andando y el capataz está mandando.
Ya
se abren las puertas. No me lo creo, desde aquí estoy viendo un farol. “La quiero sin mecía”, está diciendo el
que lleva el traje. “Vámonos los costeros
por parejo a tierra, que hay que salir de rodillas”, sigue diciendo.
¡Reloj
párate! Por favor, déjame ver un poco más. Párate reloj, te lo pido como un
último favor… ¡Mira!, ahí viene el paso en el que va mi nieto. El Señor mira al
cielo y reza. Lo llaman de las Penas y no me podía quedar sin ver este momento.
Gracias Señor por darme la oportunidad de vivir la Semana Santa.
Lo
sé, sé que todavía no ha terminado. Queda por salir Ella, nuestra madre.
Últimos movimientos. De verdad, qué bonita está para recorrer las calles de
Huércal de Almería. Acompaña a su hijo, el Nazareno, que ya avanza y carga con
la cruz.
Sí,
ahora sí, ha llegado el momento: ¡ya está en la calle! Arriado se encuentra el
paso. Así que, antes de que levante, quiero aprovechar para que, ante mi
recuerdo, sepas una cosa.
Los
recuerdos aparecen,
despedirme
no quiero,
pero
yo aquí me quedo
y
deciros puedo
que
los costaleros la mecen
y
yo acaricio su imagen
con
una levantá que va al cielo.
En este momento secuencial, interviene la Banda Sinfónica Municipal de Huércal de Almería interpretando la marcha procesional "Y en Triana, la O".
SALUTACIÓN Y
AGRADECIMIENTOS
Señor Alcalde y miembros de la Corporación municipal de
Huércal de Almería.
Señor Ramón Bogas, Párroco de la
Iglesia Santa María.
Miembros de la Junta de Gobierno de
la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestra Señora de los Dolores y
Santo Sepulcro.
Hermanos de la Hermandad, miembros
de Juntas de Gobiernos de las diversas Hermandades que hoy nos acompañan; vecinos
de Huércal de Almería, cofrades impacientes por la llegada de la Semana Santa,
familiares, amigos; hermanos todos. Bienvenidos y muchas gracias por asistir a
un día tan señalado para una cofradía como es el de su pregón. Ese momento en
el que la cuenta atrás se hacer más lenta porque sí, los días han ido pasando
en el calendario.
Querida Hermana Mayor, Mari Carmen
Segura, gracias por cargar sobre mi costal la responsabilidad de anunciar la
llegada de vuestro Jueves Santo en el año de vuestro veinticinco aniversario.
Hablo de corazón al decir que este día ha estado marcado desde que se me
comunicó que sería el encargado de pregonaros. Mi primer pregón y vuestro
veinticinco aniversario: ingredientes perfectos para que la ilusión esté
presente.
Muchas gracias a los integrantes de
la Banda Sinfónica de Huércal de Almería por acompañar a este pregón con sus
sones. Desde el primer momento que hablé con vosotros obtuve un sí como
respuesta, así que estas líneas se quedan cortas para agradeceros que estéis
aquí. Esta introducción no se entendería sin el son de las marchas
procesionales y con vuestra presencia aquí ha sido posible. Gracias de veras.
Pero
permítanme que me detenga en una mención especial. Sé su trabajo por esta
cofradía y el amor que tiene por ella como para que para él todos los días sean
una mezcla entre Jueves Santo y Viernes Santo. Hablo de Antonio Hernández
Asensio, aunque más de uno lo conoceréis aquí como ‘Capi’.
No
sabía lo que dirías en tu presentación, aunque me lo podía imaginar. Muchas
gracias por confiar en mí para anunciar el día que todos los cofrades de
Huércal de Almería esperan durante todo un año. Tenías que ser tú y tenía que
ser este lugar. El municipio que vio mis primeros pasos en la prensa
almeriense, el que me enseñó una nueva visión de la Semana Santa gracias a la
Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar y el lugar que, sin olvidar a Nuestro
Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella del Barrio de
Regiones, que estaban como testigos, nos vio compartir momentos de costaleros
junto a la Virgen de La Fuensanta.
Tú
de capataz y yo de costalero; tú de compañero; tu de miembro de la junta y yo
de pregonero. Nuestros momentos de música cofrade y fútbol tienen su cuna en
este municipio de buena gente. Solo puedo darte las gracias. Así que gracias de
nuevo, amigo.
ESTADO DE LA CUESTIÓN: PENITENCIAL
Huércal
de Almería tiene todo lo que cualquier amante de la Semana Santa pueda desear para
destacar en la época más bonita del año. Su nombre está en cada rincón de
Andalucía, paseado con orgullo por los integrantes de sus bandas de música.
Porque, si algo podemos destacar de esta tierra, es que es tierra de músicos,
músicos que integran la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar y la Banda
Sinfónica Huércal de Almería, que volverá a acompañar a esta hermandad en sus
estaciones de penitencia, y que con gran gusto ambas bandas nos deleitaron a
todos el pasado 25 de febrero en el I certamen de música procesional. Sin
olvidar, claro está, a los numerosos hermanos que trabajan con pasión y ahínco
por nuestra semana grande y por esta Hermandad.
Desde
el momento en el que recibí la llamada para estar aquí delante de todos ustedes
los nervios y el miedo se mezclaron con las ganas e ilusión. Yo, un novato en
esto de ponerse delante del atril para realizar un pregón, sentí la necesidad
de coger mis mejores armas de costalero y cofrade para pregonar como se merece
vuestra Semana Santa. Con un izquierdo, cuatro pasos y costero, pero al fin y
al cabo algo que quedara en el recuerdo. Unas memorias que duren, al menos, 25
años más.
Por
suerte tengo a mi lado a gente con experiencia en esto de los pregones. Con los
micrófonos verdes de Onda Cero Radio Almería presentes, el primero fue Don
Rafael López Usero, quien me dijo “escribe
lo que te salga del corazón”. Sabios consejos para un comienzo.
Después
llegaron los estimados hermanos Aguilera: Juan y Rafael, que también placaron
los nervios. Aunque tampoco me podía olvidar de los consejos de Daniel Valverde.
María
del Mar Aguilera también puso su grano de arena, quizás el más importante. Puso
las marchas, encendió el incienso y dispuso todo para que la inspiración fuera
llegando poco a poco. Por entonces, estas letras solo andaban por la
presentación, esa en la que por un momento, al cerrar los ojos, recordáramos a
todos los que nos faltan.
Con
todas las palabras y todos los consejos salió esto, aunque siguiendo al
“maestro Usero”, al fin y al cabo, letras que salen del corazón.
Ya
lo decía antes, veinticinco años han pasado desde que se pusiera la primera
piedra. La idea de una cofradía para Huércal de Almería se convirtió en una
realidad que ha durado durante los años. Algunos de los aquí presentes ni
siquiera habíamos nacido, pero… ¿cómo no desear la llegada de la igualá y la llegada
de los ensayos? Esfuerzo e ilusión, solo por ellos: por nuestros titulares.
LA FUENSENTA SIEMPRE PRESENTE
Las buenas gentes se demuestran en los pequeños gestos y en esta Hermandad hay en todos sus rincones. En La Fuensanta, una camada de jóvenes cofrades imberbes y que apenas superaban los dieciocho años querían sacar a su Virgen por las calles del barrio. Era el momento de pedir ayuda y allí estabais vosotros para colaborar con nuestros sueños con el préstamo del llamador e incluso del paso de vuestra sagrada titular.
Las buenas gentes se demuestran en los pequeños gestos y en esta Hermandad hay en todos sus rincones. En La Fuensanta, una camada de jóvenes cofrades imberbes y que apenas superaban los dieciocho años querían sacar a su Virgen por las calles del barrio. Era el momento de pedir ayuda y allí estabais vosotros para colaborar con nuestros sueños con el préstamo del llamador e incluso del paso de vuestra sagrada titular.
Con
todo el patrimonio cedido, la Virgen de La Fuensanta recorrió sus calles y sin
apenas darnos cuenta comenzaba la vinculación de amistad. Jóvenes de un barrio
llegaron a vuestra cofradía. Unos entraron a ser los pies de Nuestro Padre
Jesús Nazareno y del Santo Sepulcro. Otros, acompañaron a esa madre con cara de
niña: Nuestra Señora de los Dolores. El titular daba igual, lo que verdaderamente
importaba era la pasión y el amor por ellos.
Y así es el barrio del que yo vengo,
con un aroma diferente
Y así es su gente
Que ya sea en julio o en septiembre
Solo busca el buen ambiente
Y al pensar en Semana Santa
Procesiona con su Virgen de La Fuensanta
Recorriendo sus calles
Olvidando miles de males
Y se muestra impaciente
por la llegada de la primavera
Y todo lo que ello conlleva
Para engalanar cada acera,
Latiendo los corazones,
En mi caso mirando a Regiones,
Destacando las ganas y la humildad
De acompañar a su hermandad.
ovación
XXV ANIVERSARIO FUNDACIONAL: UN RETO PASTORAL
Mi
relación con Huércal de Almería y su semana grande va tanto desde mi amor por
mi banda de Nuestra Señora del Mar como la que profeso por esta Hermandad. Recuerdo
lo que más me sorprendió cuando llegué aquí. No solo fue que me hicieron sentir
como un verdadero hermano, sino que, además, tras los ensayos en la primera
trabajadera de nuestra Señora de los Dolores, cuando llegó el momento de
recorrer con su bello paso las calles de este municipio, el escalofrío que
sentí. Un escalofrío que pensaba que no
volvería a sentir y que llegó cuando dijeron que los dos costeros tenían que
bajar por parejo a tierra porque hay que salir de rodillas.
“¿De
verdad, de rodillas?”, pensé.
Con
todo preparado, el paso de nuestra Madre se acercaba al dintel de la puerta. Reconozco
que un nudo apretaba mi garganta y sentí esos nervios como si fuera la primera
vez.
Indicaciones
desde fuera del paso: “Poquito a poco, no hay prisa, bueno mis valientes”, y ya
estábamos en la calle, con todos sus vecinos esperándola, esos que día tras día
la visitan y derraman sus plegarias. ¡Viva la Virgen de los Dolores! Se
exclamaba mientras se comenzaron a escuchar los primeros sones de esta banda
sinfónica.
Se
mezclaban los sollozos de los costaleros emocionados por ver a su Madre
recorrer las calles de nuestro municipio y el racheo de sus pasos, despacio,
saboreando cada uno de los segundos, esos segundos que habíamos estado
esperando desde hacía 365 días .
Olor
a incienso se colaba por los respiraderos, los cambios se realizaban al compás
de las marchas y los aplausos de todos los vecinos sonaban al unísono para
agradecer a los costaleros que llevaran a los titulares hasta las puertas de
sus casas.
Veinticinco
años han pasado ya desde su fundación y la Cofradía sigue creciendo. Huércal de
Almería puede sacar pecho. De pasos a hombros a pasos a costal, mayor número de
nazarenos y mantillas, un certamen de bandas y, por si todo eso fuera poco,
desde hace unos meses vive con nosotros un nuevo vecino: el Santo Yacente.
Salió de un escultor sevillano para, por caprichos del destino, llegar en el
vigésimo quinto aniversario. Así lo quiso él y, por fin, procesionará por sus
nuevas calles.
Aquel
1.993 comenzó todo con la primera salida procesional. La Semana Santa ya tenía
nombre en Huércal de Almería. Los días iban pasando y cada Jueves Santo salía
Jesús Nazareno acompañado de su Madre, Nuestra Señora de los Dolores. Llegaba
el Viernes Santo y El Santo Entierro se vivía con una gran solemnidad. Así, poco
a poco se fue haciendo más grande al municipio y a sus cofrades.
12
años más tarde, en 2005, la historia de la semana grande de Huércal de Almería
tenía reservada su fecha de crecimiento. Esta vez sería la música, la
Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar nacía y se consolidaba. El nombre del
lugar que nos vincula a todos nosotros estaba escrito en su banderín y era la
manera en la que, con el esfuerzo y la paciencia como principales
protagonistas, decenas de huercalenses aprendían un nuevo modo de vivir la
Semana Santa.
Lo
quiso la vida y lo quiso Dios. Las dos corporaciones tenían que agarrarse de la
mano. Una, la ‘agrupa’, apenas había comenzado a andar, mientras que la
Cofradía gozaba de la madurez que otorga el tiempo de más de una década de
trabajo y esfuerzo. Y así fue. Un Jueves Santo del 2006 las puertas de la
Iglesia Santa María se abrieron. El Señor cargaba con la cruz al hombro y
sonaron trompetas y tambores de la Agrupación Musical. Tuvo que ser en Huércal
de Almería el comienzo de todo. Sin que nadie lo esperaba solo con escuchar tu
nombre todos saben de lo que hablan.
Ha
llegado el momento. Otra vez esa misma sensación que recorre el estómago desde
hace ya 25 años. Los días pasan como si fueran años, los minutos como horas… El
tiempo transita lento. El Jueves Santo cada vez está más cerca, aunque no termina
de llegar. Mirando el tiempo rogamos que solo esté el agua que sacia nuestra
sed. La Junta de Gobierno engalana al Señor Nazareno, Nuestra Señora de los
Dolores está ataviada de la forma más bella que podamos imaginar y el Yacente
espera estrenarse después de dar su vida por todos nosotros.
EL NAZARENO: HASTA TRES CAÍDAS
Del
colorido y la alegría que trae consigo el Domingo de Ramos, al silencio que se
puede palpar en los minutos previos al Jueves Santo. Curiosa la vida del
cofrade. Deseando el momento y a la vez sin querer que llegue para que no pase.
Viviendo cada segundo para que perduren en la eternidad.
En
la calle, el murmullo de tu gente, impaciente por verte un día más, resuena en
el ambiente. Suena algún que otro instrumento que se prepara para lo que viene
y la respiración de los presentes se puede hasta tocar, rodeada de los suspiros
que anuncian la llegada de los inevitable.
Con
una luz tenue vengo a ti Nazareno. Es imposible no emocionarse. Después de todo
un año descansando en este templo sin la cruz en el hombro, no hemos podido
evitarlo: Pilatos se ha lavado las manos y te ha sentenciado.
Es
admirable, la mirada tan triste, el sufrimiento que está a punto de venir y que
lo aceptes para librarnos a nosotros de todos nuestros pecados.
Durante
los últimos días solo había que ver las caras de ilusión de todos los que te
van a acompañar en este camino de fe. ¡Vámonos con el Señor de la Barba! Ha
sido lo más repetido en cada uno de los ensayos.
Tus
fieles están aquí, mirándote, pidiéndote por los que más lo necesitan y los
enfermos, pero yo, miro tu rostro, veo que agachas la mirada y no puedo evitar pasar
de la tranquilidad a sobrecogerme por todo lo que se avecina. ¿De verdad no
había otro modo? Aceptas la voluntad del Padre por nosotros, pero… solo al
mirar tus ojos siento un vacío por
dentro que me congela hasta lo más profundo de mi ser.
¡A
tus pies me pongo Nazareno! A punto estas de entregar el alma y yo no podía
evitar postrarme ante ti en las vísperas de un Jueves Santo. Tus manos, que hace
poco partían el pan de tu cuerpo, tendrán que cargar con el peso de la cruz. Lo
siento… no hemos podido evitarlo.
Así
lo dicen las escrituras: Y él, cargando
su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota. (Juan
19, 17). En este camino quiero pedirte por todos los que madrugan cada mañana
para dar lo necesario a su familia.
Te
pido por los más necesitados, que no se sientan negados como tú por Pedro.
Por tus costaleros que se ajustan la faja y el
costal
Sin que haya vuelta atrás.
Porque en cada chicotá reine la humildad.
Porque a la gente de Huércal de Almería
Solo les lleguen momentos de alegría
Porque no haya sufrimiento en toda la humanidad
Porque lo siento,
Porque te quiero
Y porque de Huércal eres Moreno
Esto va por ti,
mi Padre Nazareno.
lA REINA DEL DOLOR: ESTRELLA DE AMARGURA Y CONSUELO
Nubes
de incienso recorren cada rincón de la ciudad. Los primeros acordes de marchas
procesionales han sonado y la velas ya están encendidas, mientras los cofrades
de esta bendita tierra rezan ante su Reina: Nuestra Señora de los Dolores.
Mirando
al cielo te encuentras, con lágrimas en los ojos. Imagino que no debe haber
nada más triste que ver sufrir a un hijo, pero no llores, Madre. Seca tus
mejillas porque si se rompe una madre ¿qué nos queda?
¿Qué
se puede decir del refugio de una madre que no se haya dicho ya? Vosotras sois
las que lucháis por vuestra familia, las que sacáis fuerzas de donde no las
hay… Por eso si tú te rompes, si tu lloras, si no mantienes la entereza, nada
se podrá remediar.
La
fortaleza que alberga tu nombre recorre los lugares como un pececito nada de un
lado al otro buscando quien lo refugie. Esas ganas de luchar, de volver a la
vida, de reír, de tener amor y esperanza que solo tú conoces está en cada una
de las madres que se llevan la mano al pecho y alzan la vista para rogar por el
fruto de su vientre.
RÉQUIEM POR "EL PESCAÍTO"
Nuestra
Señora de los Dolores está en todos esos corazones de mujeres y hombres buenos.
Navega de un lado a otro y nos protege. Está en cada rincón de las personas que
lucharon sin descanso por el pequeño Gabriel Cruz Ramírez. Nadando sin parar.
Un pececito tan grande como lo es el refugio de una madre. Creyendo hasta el
final; luchando hasta el final. Solo mirando al cielo y rezando… tal y como tu
te encuentras, rogando a Dios por nosotros y por los que nos ven desde ahí
arriba, a su lado, como lo hace la sonrisa eterna del pescaíto de Almería.
Tú
que sabes lo que es el dolor, acógelo en tu reino, protégelo y cuídalo. Su
madre en la tierra vivirá tranquila al saber que está con su madre del cielo.
Nadando con los peces buenos merecedores del paraíso de Dios. Gabriel Cruz
Ramírez, descanse en paz.
Hace
poco menos de un año nos preparábamos ante ti con la ilusión de que te vieran
los habitantes de tu pueblo. Esos que miran a la cara más guapa de Huércal de
Almería. Íbamos al encuentro de ellos y de tu hijo.
María,
necesitaría mil pregones para poder expresar todo lo que se siente al tener la
oportunidad de ser tus pies. Sonaba Hossana in Excelsis, el costal apretaba,
pero la ilusión de sentir las trabajaderas podía con todo. Confieso que esa
marcha es mi debilidad y si encima va acompañado de ti poco más se puede pedir.
Porque sí, Madre, solo con escuchar tu nombre llega esa definición que lo
engloba todo. Del amor al dolor, del miedo a la esperanza… Solo contigo porque
solo una madre lo es todo.
Con
tu candelería encendida comenzamos a salir y la dificultad cada vez era mayor.
Parecía imposible, pero solo con pensar en tu nombre el cielo se ilumina como
el mejor amanecer que trae la primavera.
No sufras madre mía, por el hijo que se va
Y llénate de alegría por la paz que reinará
Tú no sufras madre mía por los que te portarán
Porque a través de tu alma salud repartirán
Tú no sufras madre mía,
roguemos por los que no están
que desde el cielo ven cada chicotá
No sufras madre mía o nuestras fuerzas fallarán
Porque la gente de Huércal de Almería
Cuando la vida se convierta en una pesadilla
Va llegando de rodillas
Mirando a la luz que más brilla
Pidiendo bendiciones
De la más bella de las flores:
Nuestra Señora de los Dolores.
ovación
Termina
una intensa madrugá. Veinticinco años después, el sol comienza a verse en el
horizonte. La silueta de tu cuerpo nos ha dejado sin aliento. El astro ilumina
y la sombra de la Cruz se posa sobre Huércal de Almería. Después de momentos de
Amor, Perdón, Sed… ha llegado el momento que lo ilustra todo. Llega el Viernes
Santo y todos lo saben: “Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu”… El final de la Pasión y el comienzo de la Resurrección.
EL YACENTE: EL VERBO DE DIOS SE HIZO CARNE
Nazarenos
se colocan el capirote. Las horas van transcurriendo con el recuerdo de los
sonidos que adornaban el Jueves Santo. Llega la solemnidad. Donde antes había
vida ahora hay muerte. Todo por nosotros. Te entregaste porque solo los padres
sienten ese amor verdadero de sacrificarse por sus hijos. Tú estás en todos
esos padres a los que el corazón no les cabe en el pecho. Yo tengo uno y sé de
lo que hablo.
Descendido
de la cruz está el cuerpo y el silencio observa el Dolor. Intento mirar tu
cuerpo yacido y no puedo. Miro al rostro y solo veo las marcas de las espinas
con las que has sido coronado. Las heridas que han provocado los clavos me
hacen cerrar los ojos y que, por mucho que luche con ellos para que se
mantengan abiertos, sea imposible observar tu belleza.
En
una conversación que parece lejana, pero que está muy cerca pude hablar con la
persona que te dio la posibilidad de estar aquí, delante de toda Huércal de
Almería; con aroma de un Viernes Santo maduro, aunque con la ilusión de lo
nuevo y que se mantiene.
“Me alegro de que puedas pregonar a ese lugar
de buena gente. En mis trabajos intento dejarme el alma”, me dijo mientras
yo, sin ser capaz de enfrentarme a lo que el nombre de Jesús contempla, delante
del papel y pensaba en la manera correcta de explicar los sentimientos que
penetran en el alma como el cosquilleo que recorre a un padre que ha visto por
primera vez a su hijo recién nacido por poder expresar todo lo que significas
al verte en el momento del Entierro.
SEMANA SANTA HUERCALENSE
SEMANA SANTA HUERCALENSE
Hemos
esperado más de un año entero para verte. Cuando parecía que estaba a punto de
llegar, el calendario aceleraba y pasaba hasta la llegada del día y hora
señalados. Las cosas no pasan por casualidad, tenía que ser ahora, tenía que
ser en este lugar y tenía que ser 25 años después del inicio. En la madurez,
para seguir alimentando el crecimiento de esta Hermandad.
Silencio…
y nada más. Filas de huercalenses, ataviados con los colores negro y morado que
caracterizan la cofradía, llegan para volver a acompañarte. Una dualidad de sensaciones:
donde antes estaba la alegría de la vida, ahora está la tristeza de la muerte.
Tenía que ser así… no había otro modo.
Todo
se ve a lo lejos con la melancolía de los buenos momentos y, aunque la pena
embriaga el alma, solo tres días han de pasar para que comience lo que le da
sentido a esto. Ha pasado tan rápido que ni siquiera nos hemos dado cuenta,
pero tu final… solo se entiende con el momento en el que vuelves a la vida
delante de la gente de Huércal de Almería.
Se
abre la puerta de todo, suenan marchas procesionales, últimos ensayos,
traslados y retranqueos. Queriendo acelerar el tiempo, adelantando el reloj,
consumiendo gota a gota los días que nos separan de la Pasión. Son solo 7,
pero… ¡ qué grandes son cada uno de ellos!
Con
la llegada del Domingo de Ramos, el Señor de la Penas y María Santísima de la
Estrella dan vida a un día de palmas, el que abre la puerta, el que permite la
alegría, en el que siguen descontando días los impacientes cofrades de Huércal
de Almería.
Huércal,
Huércal, Huércal… ¡Qué grande eres!, que grandes son tus calles, que grandes
tus barrios, que grandes tus cofrades, que grandes tus vecinos… Veinticinco
años de Pasión, Muerte y Resurrección y con la misma ilusión de vida de un niño
recién nacido.
Aquí
estoy con la llave. Yo, con menos años de la experiencia que otorgan los años
porque no había nacido cuando la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
Nuestra Señora de los Dolores y Santo Sepulcro ya andaba, solo tengo que
introducir la llave y dejar que la Pasión entre acompañada de las emociones de
la etapa más bonita de la vida.
Semana
Santa, solo dos palabras y millones de sentimientos. Todo es diferente cuando
llega; algo falta cuando se marcha.
Los incensarios comienzan a llenarse, el olor
a incienso es único, el momento apropiado, los ingredientes perfectos. Suena
como una señal: “Esto ya está aquí”.
Se lleva escuchando desde que la ceniza se posaba un miércoles en nuestras
frente para que en estos cuarenta días
de espera nos convirtiéramos y creyésemos en el Evangelio.
EPÍLOGO: PREGONADA ESTÁ TU SEMANA SANTA
EPÍLOGO: PREGONADA ESTÁ TU SEMANA SANTA
Y cada vez suena más fuerte.
Abrimos la puerta a la fe
Costaleros y costaleras
Preparan la faja y el costal,
porque ya no hay vuelta atrás
Penitentes preparados,
encienden un centenar de cirios
Con la ilusión que tiene un niño
Cuando se acerca el mejor de los domingos
El capataz se coloca el traje
Se pone delante del martillo
Sentimientos de un chiquillo
Jueves de Nazareno y Dolores
Viernes de Entierro y Soledad
Sin llegar a ver el final
Porque Jesús resucitará
Preparada está la mantilla,
La ilusión de la primavera
Todo se llena de alegría
Ya llega Semana Santa
Desde Los Pinos a La Fuensanta
Los barrios se vuelven una algarabía
Por la Pasión de toda la gente
Que vive en Huércal de Almería.
SEÑORAS,
SEÑORES, ¡AHÍ QUEO!
MUCHAS
GRACIAS.
ovación
ovación
Francisco Javier Gálvez Revueltas.
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