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Mostrando entradas de abril, 2009

LA PROCESIÓN DE LA SOLEDAD DE LA VIRGEN EN EL SÁBADO SANTO ALMERIENSE

EL SÁBADO SANTO EN ALMERÍA La Virgen del Consuelo en la Soledad de María A finales de los años cincuenta, y en concreto en 1955, se manifestaban las recientes reformas litúrgicas que incidieron de forma promocional en la Semana Santa Almeriense, transformando las tradicionales costumbres piadosas, sobre todo, en lo referente a la organización de procesiones. Ello supuso que el Sábado Santo, - antes glorioso- convertido ahora en día de recogimiento y luto, quedaba vacío de toda clase de desfiles, acabados el día anterior con el Santo Entierro (Procesión Oficial) y la Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista (Cofradía de la Soledad). Ello, indujo a la Cofradía del Descendimiento y la Virgen del Consuelo, El Silencio, a una de las iniciativas más felices de los últimos años, que pronto cuajó en una magnífica realidad, a la que secunda, con su devoto entusiasmo un enorme sector de fieles. Se trababa de organizar una procesión que saliese en ese día, y no podía ser otra que la de la Sa

PASCUA DE RESURRECCIÓN

Durante una semana Almería se ha convertido en un Templo abierto bajo la bóveda de la luz radiante de un cielo marino celeste, haciendo de ella una Iglesia majestuosa, para proclamar el Santo Evangelio según Almería . El Quinto Evangelio según Almería. Las Cofradías han completado su estación de penitencia. ¡ El Señor verdaderamente ha resucitado! ¡ Aleluya! Domingo de Resurrección, es la solemnidad de las solemnidades. Con la muerte, Jesús nos probó su amor y con su Resurrección la autenticidad de su misión divina, y el fundamento de nuestra fe y el argumento central de la predicación de los Apóstoles. Su victoria sobre la muerte es, asimismo, prenda de nuestra esperanza, de nuestra resurrección; porque formando nosotros un cuerpo místico con Cristo, necesariamente hemos de estar eternamente unidos con nuestra Cabeza; y pues El resucitó, también nosotros, hemos de resucitar como El, y ya desde ahora, en los resplandores de gloria que despide su Cuerpo resucitado, tenemos una prueba

VÍA CRUCIS DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LA POBREZA

VIA CRUCIS DE LA HORA SANTA DE ALMERIA En pleno apogeo de la II República, 1935 fue constituida en la Iglesia de la Purísima esta Archicofradía, que durante todo el año, los Jueves Eucarísticos, celebraba una solemne Hora Santa de adoración al Santísimo Sacramento del Altar. Por tiempo después fue bendecida su bandera por el Obispo mártir Diego Ventaja Milán. Más adelante la Cofradía se trasladó a la Iglesia Conventual de las Claras, donde da permanente culto público a la imagen del Cristo, obra de bella factura realizada por el escultor granadino Eduardo Espinosa Cuadros, a la que se le venera con la advocación de Nuestro Padre Jesús de la Pobreza. Animada por un hondo sentido cristiano y de perfección espiritual, la Cofradía de la Hora Santa hizo voto solemne de pobreza, eludiendo toda manifestación externa y dedicando la totalidad de sus recursos a unos cultos que eran cada día más fervorosos, así como a obras de caridad. No figuraba la Cofradía como miembro de la Agrupac

OLIVEROS-MEDITERRÁNEO VIBRÓ CON LA HERMANDAD DE PASIÓN

Almería, nuestra Almería, la que está más allá de las murallas del Cerro de San Cristóbal y de la Alcazaba, el Lunes Santo con silencio emocionado, en una tarde-noche imborrable, noche cofradiera del Lunes Santo, con la impresionante imagen de Nuestro Padre Jesús de Salud y Pasión en su Tercera Caída, que es todo perdón y gracia, y una Virgen Santísima de los Desamparados que derrama con su dulzura sus lágrimas y dolores por todo el barrio de Oliveros – Mediterráneo, que se convirtió en calle de la Amargura y Monte Calvario, realizando la Cofradía de Pasión su solemne y regia Estación de Penitencia cruzando el centro de la ciudad camino del Santuario de la Virgen del Mar y la Carrera oficial. A las 19,30 horas en punto de la tarde casi refulgente con el ocaso del sol, en la Iglesia de Santa Teresa de Jesús, que se convirtió en centro y corazón de la fe cofradiera y cristiana de Almería, y la calle Rafael Alberti que quedó con la luminosidad del cielo azul mediterráneo, brillante, muda