"Deus, qui nobis sub Sacraménto mirábili passiónis tuae memóriam reliquísti; tribue, quaésumus, ita nos Córporis et Sánguinis tui sacra mystéria venerári; ut redemptiónis tuare fructum in nobis júgiter sentiámus."
"Quien come mi Carne y bebe mi Sangre, en Mi mora y Yo en él": unión con Jesús, término con las ansias del cristiano, es el efecto principal del sacramento de la Eucaristía.
Por eso los sentimientos de gratitud, entusiasmo y, sobre todo, amor sin límites brotan espontáneos y encendidos de la Misa del Domingo.
En el Evangelio leemos la promesa de Jesús de darnos su carne en manjar, y en su Epístola, la realización de la misma.
La Secuencia contiene toda la doctrina sobre el Santísimo Sacramento. Urbano IV quiso instituir esta festividad y, al efecto, escribió la Bula; pero muerto antes que se publicarse, Clemente V la renovó (1311). La procesión es posterior.
El Jueves Santo instituyó Jesucristo la divina Eucaristía, y ese mismo día la conmemora la sagrada Liturgia. Pero aquella fiesta se encuentra rodeada por el luto por la Pasión y Muerte de Jesús. Era convenientísimo consagrar totalmente otra gran solemnidad a la adoración y al triunfo de Jesús-Hostia, en que los transportes de júbilo no encontraran sombra de tristeza; y el Concilio de Viena en 1311 instituyó definitívamente esta solemnidad para toda la Iglesia.
En la Eucaristía, Dios alimenta a su pueblo con regaladísimo Pan, con miel destilada de la piedra, que es Cristo.
En Ella nos dejó Cristo un memorial de su Pasión y por Ella participamos los frutos de la redención.
San Pablo proclama la divina Institución, como renovación mística de la muerte de Cristo, y nos enseña la pureza de alma con que hemos de comulgar.
Santo Tomás resume en docta rima los principales milagros que resplandecen en la Eucaristía. Cristo nos enseña que su carne es verdadero manjar, que nos une con Él y nos comunica su vida divina, prenda de inmortalidad. La Eucaristía es símbolo y causa de la unión y la paz de la Iglesia, anticipo y prenda de los eternos deleites del cielo.
Asistamos, cofrades y no cofrades, a los actos litúrgicos organizados por el Excmo. Cabildo Catedral con motivo de la festividad del SANTÍSIMO CORPUS CHRISTI.
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