LAS elecciones municipales españolas de 1995, las quintas
elecciones municipales convocadas en España después de la dictadura franquista
mediante elecciones por sufragio universal. Tras las mismas, se constituyeron
los Ayuntamientos, siendo elegido por mayoría simple Gabriel Amat Ayllón en el
municipio de Roquetas de Mar, Almería. Desde mis sentimientos contrariados, al
estar mi pertrecho espíritu en la unamuniana búsqueda constante de la verdad y
con ella, la integral coherencia de vida personal y profesional, estamos a
menos de un año de las próximas elecciones municipales y no quisiera dejar de
manifestar porque así el corazón, el alma y la razón me lo dictan, que siempre
estaré agradecido a Gabriel Amat Ayllón, porque siempre me ha atendido y
escuchado como jefe, pero también, como un padre, un amigo, un compañero. Es
una muy buena persona.
En estos tiempos de tribulaciones y frivolidades, quiero
elogiar a un hombre, que según su saber y entender, su experiencia de vida de
mucho esfuerzo, tesón y perseverancia, eso lo saben muy bien su familia, supo
labrarse un futuro como productor agrícola en momentos históricos difíciles y
con ese mismo sentido vocacional y ese espíritu, que han caracterizado a los
hombres y mujeres de raza de nuestra cervantina España, compatibilizar con
muchas horas de dedicación al servicio público municipal y, en los últimos
años, provincial.
Quien analice, describa y valore desde la praxis empírica la
vida municipal durante los mandatos de Gabriel Amat Ayllón, no podrá objetarse
la gran aportación al municipalismo, no solo en obras de infraestructuras y
equipamientos en Roquetas de Mar, sino el conseguir el mayor estado de
bienestar social y cultural de los residentes, que hubiera sido mayor y mejor
de no ser por el adverso entramado burocrático a nivel autonómico y nacional.
Un municipio que lo encontró en súper crisis, lo levantó y
tras otra grave crisis lo mantuvo con superior nivel social. Antes de ser yo
amortajado, no quiero dejar para el mañana y con independencia de lo que
decidan las urnas, manifestar con gratitud, especialmente para los muchos que
le aprecian y estiman, mi lealtad y fidelidad que es y será siempre, por y para
siempre, por el gran ejemplo de sentido humanístico que ha tenido y tiene para
con todos los trabajadores municipales, solicitándole con sentir cristiano
disculpas por los desaciertos o no aciertos administrativos.
Rafael LEOPOLDO Aguilera
Comentarios