El domingo a las 19:30 h. se llevará a cabo desde la Catedral almeriense la procesión solemne del Corpus Christi



Custodia con el Santísimo
Sacramento del Altar
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Foto: D. Javier Tortosa 



Este domingo, festividad del Corpus Christi, la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación acogerá a las 11:30h la Misa Estacional presidida por el Obispo de Almería, monseñor Adolfo González Montes, quien expondrá, al finalizar la Eucaristía, el Santísimo Sacramento en el Tabernáculo de la Catedral, donde permanecerá expuesto hasta la hora la procesión, a las 19:30h. Previamente, a las 18:30h, se oficiará el canto de Vísperas.

El recorrido de la procesión con el Santísimo será Plaza de la Catedral, C/ Mariana, C/ Trajano, Paseo de Almería, Puerta de Purchena, C/ de la Tiendas, C/ Mariana, C/ Cervantes y finalmente Plaza de la Catedral, donde el Obispo diocesano dará la bendición con el Santísimo Sacramento del Altar.

El cortejo procesional estará integrado por el Excmo. Cabildo Catedral y Municipal, Clero diocesano, Seminaristas, Hermandades y Cofradías de penitencia, sacramentales y de gloria eregidas canónicamente, las Marías de los Sagrarios y la Adoración Nocturna.

Concluida la procesión, se celebrará la Misa en la Catedral.

Qué tiempos aquellos en los que cubrían carrera el Ejército y el último tramo la Guardia Civil vestida de gran gala, y al pasar la Custodia se arrodillaban con una sola rodilla rindiéndose armas de adoración al Santísimo. Igualmente, iba una escuadra de gastadores con la Custodia y una  Compañía o Sección del Ejército cerrando el cortejo religioso, al que se iban uniendo los soldados conforme iba pasando el cortejo procesional.

Eran miles y miles de personas las que se unían en largas filas de fieles con velas, y mujeres con velos, acompañando al Santísimo en un momento de verdadero y auténtico fervor y devoción.

Y qué alfombras de flores mezcladas con romero, que con el olor del incienso de los monaguillos de todas las parroquias se respiraba una tarde de jueves que más relucía al año, junto con el Jueves Santo y el Jueves de la Ascensión. Y los balcones, ondeando en todos ellos la Bandera Nacional, y engalanados con mantones de manila, colchas y otros elementos simbólicos de las familias para rendir tributación de amor al Santísimo Sacramento como muestra de lo más genuíno de la piedad popular.