ILUSTRADA CONFERENCIA A CARGO DEL EXCMO. SR. DON RAMÓN PARDO DE SANTAYANA Y GÓMEZ DE OLEA SOBRE LOS FUNDAMENTOS MORALES EN LA LEGIÓN ESPAÑOLA
En la tarde noche del pasado día 17 de septiembre, a las 20 horas, se llevó a cabo, en el Patio de Los Naranjos enclavado en la Subdelegación de Defensa de Almería, los actos organizados por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios con la colaboración de la Subdelegación de Defensa de Almería y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería, con motivo de CX aniversario fundacional de la Legión Española.
Con la presencia del Excmo. Sr. Don Francisco Javier Valera, General Jefe de la Brigada de la Legión "Rey Alfonso XIII", se procedió a la inauguración solemne de la exposición "Legión Española, imágenes, historia y sonido de una leyenda". A continuación el Ilmo. Sr. Don Miguel Ángel Pugnaire de Iraola, Presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios, hizo entrega de los premios del certamen de narrativa "La Paz, vocación de nuestras Fuerzas Armadas".
Como epílogo de los actos, se dió paso a la magistral conferencia del Excmo. Sr. Don Ramón Pardo de Santayana y Gómez de Olea, Coronel de Artillería, quien tras unas palabras introductorias de presentación por parte de Rafael Leopoldo Aguilera Martínez, sobre los méritos y circunstancias que se contraen en el conferenciante, del que resumimos sucintamente algunas reseñas, indicó sobre el Coronel Pardo de Santayana, que "El Coronel Ramón Pardo de Santayana Gómez de Olea, Licenciado en Ciencias Políticas por la UNED y Master en Seguridad e Historia Militar por la Universidad de Londres, ingresó en las Fuerzas Armadas el 28 de julio de 1975, y que ha pasado por una decena de destinos por toda España, quisiera destacar sobre todo su presencia en Almería, como Teniente coronel Jefe del Grupo de Artillería de Campaña de la Legión nº II durante los años 2001-2004, hasta su último destino en el Regimiento de Artillería de Campaña nº 20. El Coronel Pardo de Santayana ostenta en virtud de méritos diversas condecoraciones, entre las que destacamos, Placa, Encomienda y Cruz de la Real Militar Orden de San Hemenegildo, 8 Cruces del Mérito Militar con distintivo Blanco, Medallas internacionales: UNPROFOR, OTAN Balcanes 5, UE ALTHEA"; "Don Ramón Pardo de Santayana , que el miembro de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, es un hombre que marcó de forma brillante su presencia en la Unidad de Artillería a la que ha dirigido magistralmente y la religiosidad popular almeriense. No solo por sus excelsas palabras en Pregones pronunciados a las Hermandades del Encuentro, Prendimiento, Agrupación de Cofradías del Poniente, y conferencia inaugural del curso cofrade de la Agrupación de Cofradías de Almería, sino porque con sus virtudes heroicas de amor y servicio, recubiertas siempre con el diálogo y la conciliación, han sido el mayor y mejor bastión para hacernos entender que los cofrades, muchos hoy presentes aquí, invitados por la Agrupación de Cofradías, tenemos una misión importante que realizar cada día, no solo en las Hermandades, sino en nuestros ámbitos profesionales y domésticos de llevar la buena noticia del Evangelio. "
A continuación, teniendo muy presente al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, el Señor de la Vida y la Esperanza, el Coronel Pardo de Santayana comenzó su extraordinario panegírico, en un absoluto silencio que inundaban entre los más de doscientos asistentes a la conferencia, impregnados por los perfúmenes de jazmines y galanes de noche que embriagaban el entorno decimonónico del antiguo Cuartel de la Misericordia, en pleno barrio señero de la Almedina, entre las murallas del recinto de la Alcazaba y la Iglesia de San Juan, antigua Mezquita Mayor.
El Coronel Pardo de Santayana, expuso que " Los militares insisten en que un buen jefe imprime en la unidad que manda un carácter conforme a su propia personalidad. Esto es especialmente claro en el Caso del entonces Teniente Coronel José Millán Terreros fundador de la Legión. En su caso además las características de la Legión acabaron implantándose en la personalidad de su fundador.
Para conocer los fundamentos morales de la Legión viene bien repasar por tanto, cuales fueron las intenciones de un fundador con una personalidad tan marcada. Según él mismo describe en el libro LA LEGIÓN escrito en el año 1923, se inspiró para la fundación en la tradición militar española y en el Bushido que era su libro de cabecera. Además de esos dos aspectos la biografía del General Millán-Astray escrita por Togores, añade La Legión Extranjera Francesa, y menciona como “pieza clave” su conocimiento del mundo de las cárceles con motivo de ser hijo de un director de prisiones. Aunque no lo recoja como una de las fuentes de inspiración también narra la gran preocupación por la vida y vicisitudes de sus legionarios, con los que se portaba como un padre.
Aunque el fundador no lo previese y nacido desde abajo, como resultado de la vida de los legionarios, un factor que ha esculpido con fuerza sus fundamentos morales ha sido su relación con el Cristo de la Buena Muerte. Por mucho que se estudie el nacimiento de la Legión no se encuentra ninguna decisión deliberada de darle a la Legión un carácter especialmente cristiano. Es fácil adivinar que en un cuerpo diseñado para admitir extranjeros era especialmente importante no dificultar el acceso a los que tuvieran una religión diferente.
El fundador, gracias a su contacto con los presos que hacían de niñera en casa y a otros que veía a diario, y gracias a lo que oía decir a su padre, aprendió que con ellos hay que ser un compasivo docente además de un celador. Aprendió que una vida perdida puede redimirse. Aprendió que en el mundo del hampa también existe la lealtad personal, y que de ella puede depender la propia vida. Sin haberlo pretendido, se encontró en la Legión con un número relativamente alto de gente rechazada por la sociedad y supo reorientarlos hacia el servicio a España.
Cuando se planeó la creación de un nuevo cuerpo de voluntarios extranjeros se aceptó un pequeño porcentaje de españoles. La realidad al poco de reclutar a los primeros legionarios fue la inversa; había una minoría de extranjeros y una mayoría de españoles. La unidad no había alcanzado aún la fama que adquiriría en unos pocos años de campaña en el norte de África y no resultaba aún atractiva para los que buscan la gloria y la aventura. Por eso y por otros motivos entre los primeros reclutas abundaron los que deseaban escapar de la justicia por motivos más o menos graves. Una parte de la leyenda romántica que actualmente precede a la Legión es precisamente la existencia de legionarios que tras escapar de la justicia se refugian en ella y que de esa manera comienzan una nueva vida de honor rectificando con ello viejos errores de juventud.
Muchos de aquellos legionarios enfrentados a una guerra cruel, a compañeros caídos, a una posible inminente muerte, o a estancias en el hospital en Málaga, acudieron espontáneamente a un famoso Cristo de la Buena Muerte que había en esta ciudad. Aquella devoción se fue extendiendo de forma natural hasta lo que conocemos ahora.
Si hablamos de una unidad militar desfilando en Semana Santa, la primera que nos viene a la memoria es la Legión, que llena las portadas de los periódicos y ocupa muchos minutos de televisión esos días. La estrecha unión con la “Pontificia y Real Congregación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Animas y Nuestra Señora de la Soledad (MENA)”, ha hecho que sea llamado por algunos malagueños el Cristo de los legionarios. Muchos legionarios llevan un crucifijo colgando al cuello, o, algunos, en una estampa en la cartera. Pero si se fija uno bien no es un crucifijo corriente. El madero de la cruz ha sido sustituido por las armas de la Legión. Esta adaptación “legionaria” hace que muchos lleven a su Cristo muy cerca del corazón.
Era lógico que los legionarios escogiesen precisamente al Cristo de la buena muerte, pues veían en él a uno que pasaba en la cruz la mismas injusticias y dolores: condenado injustamente, ajusticiado por los suyos, aceptando su cruz por obediencia, redimiendo a todos sus hermanos, venciendo a la muerte … sabiendo cuando y porqué hay que vivir y cuando y porque hay que morir. Al final el legionario eligió a su Cristo y Cristo eligió a sus legionarios.
La tradición militar secular española, y más en concreto los antiguos Tercios sirvieron de inspiración para configurar los símbolos externos del recién nacido Tercio de Extranjeros, pero más importante aún sirvieron para diseñar sus valores castrenses. El honor, la fidelidad a su rey y el deseo de mantener la propia reputación por encima de la vida, son valores que pasaron a engrosar su patrimonio moral.
Al inspirarse en la Legión Extranjera Francesa se adentra en un mundo romántico, de leyenda, de búsqueda de gloria, una tropa de élite, sacrificada, de vida en campaña. La procedencia de sus soldados es variadísima. Abundan los aventureros, los románticos, los desrarraigados de la sociedad y los que no quieren, o no pueden, vivir una vida normal. De allí de nuevo el fundador sacó muchos símbolos externos, pero también valores que debía trasladar a sus legionarios.
El bushido puede traducirse por "el camino del guerrero". Es un código ético estricto y particular al que muchos samurais entregaban sus vidas, que exigía lealtad y honor hasta la muerte. Si un samurai fallaba en mantener su honor, podía recobrarlo por medio del suicidio ritual. Pero en realidad es más que "el código" o "la ley" del guerrero, sino mejor, "el Camino". No es simplemente una lista de reglas a las cuales un guerrero se debe apegar a cambio de su título, sino un conjunto de principios que preparan a un hombre o a una mujer para pelear sin perder su humanidad, y para dirigir sin perder el contacto con los valores básicos. Es una descripción de una forma de vida, y una prescripción para hacer un guerrero-hombre noble.
En el corazón del bushido está la aceptación del Samurai a la muerte. "El camino del samurai se encuentra en la muerte". Una vez él guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su vida sin la preocupación de morir, y escoge sus acciones basado en un principio, no en el miedo. De aquí bebió Millán Astray para construir su peculiar mística de la muerte.
La Legión Española evoca en la mayoría de las personas que la conocen una imagen romántica con caracteres duros y agudos, de hombres con vidas rotas que se redimen en el fuego del combate, de lucha hasta la última gota de sangre, pero esto se basa en un fundamento sólido de valores. Valores en un principio humanos de lealtad al compañero que permiten construir valores militares de lealtad a España y sobre todos esos valores se construye una devoción que une a la Legión con el Cristo de la Buena Muerte que es su protector."
Entre los asistentes al acto, destacamos la presencia del Excmo. Sr. Don Francisco Javier Valera, General Jefe de la Brigada de la Legión "Rey Alfonso XIII", Ilmo. Sr. Don Juan Carlos Rubio Fernández, Subdelegado de Defensa en Almería, Ilmo. Sr. Don Manuel Pozo Oller, Vicario Episcopal de Acción Pastoral y Apostolado Seglar, Ilmo. Sr. Don Miguel Ángel Pugnaire, Presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios, Ilmo. Sr. Don José Carlos Dopico, Concejal Delegado de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Almería, Ilmo. Sr. Don José Rodríguez, Coronel Jefe del Tercio "Don Juan de Austria", Ilmo. Sr. Don Francisco Rodríguez, Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, Sr. Don Enrique Marín Sorroche, Hermano Mayor de la Real, Ilustre y Sacramental Hermandad del Prendimiento y el Sr. Don José Miras Asensio, Ecónomo de la Agrupación de Cofradías de Almería.
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