NO se debería de haber permitido la
convocatoria de la celebración de las elecciones autonómicas del próximo 27 de
septiembre en la región de Cataluña, por ser "presuntamente"
constitutivas de una entelequia plebiscitaria y no se corresponden con el
espíritu constitucional que debería prevalecer en un sufragio de estas
características de elección de parlamentarios.
Con la intervención del Ministerio
Público, deberían de haber sido suspendidas ipso
facto por el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo o por el Tribunal
Superior de Justicia en Cataluña por estar viciadas de hecho y de derecho por
quienes la han convocado, por el elevado grado de apología contraria e infamia provocadora frente al Ordenamiento Jurídico
español, frente a España como Patria.
No entiendo al PP con mayoría absoluta
del porqué no ha instado o exhortado a quién proceda la suspensión legal de
unas elecciones, que no deberían de tener más objetivo que la elección de
diputados y diputadas –parlamentarios/as- en una Cámara autonómica para llevar
a puro y debido efecto la implementación de políticas públicas en base a los
intereses generales y sociales del pueblo catalán, en concordancia con el resto
de comunidades que integran el Estado-Nación de España.
NO a la celebración de unas elecciones
autonómicas atrofiadas políticamente, que ha elevado entre los españoles a una
situación de tensión, irascibilidad e incluso hostilidad sin necesidad alguna. En
todo caso, puede ser que no hayan mecanismos legales ni jurídicos para adoptar
una decisión de suspensión, o no se quieran aplicar por lo que supondría la
adopción ponderada de los mismos, pero entonces, la cuestión es la que en su
momento nos indicaba Ortega y Gasset, "el problema no es Europa, es
España", .y habrá que sentarse delante de una mesa ovalada para volver a
poner orden en la invertebrada y
plurinacional península ibérica para que todos cuantos la integran sean libres
e iguales.
La suerte está echada; Cataluña será a
España, lo que EEUU es a Puerto Rico...o el Peñón de Gibraltar español al Reino
Unido, y el efecto dominó que producirá, sea cual sea el resultado del día 27 de
septiembre, será devastador para la adecuada convivencia cívica ante la
inseguridad jurídica en la toma de decisiones que se han llevado y se llevarán
a cabo de la cosa pública en la Comunidad Autónoma de Cataluña en seguir su
metafísica hoja de ruta sin línea ni meta alguna, pasar de ser al no ser, al
caos.
Rafael Leopoldo Aguilera Martínez
http://www.elalmeria.es/article/opinion/2115186/libres/e/iguales.html
http://www.elalmeria.es/article/opinion/2115186/libres/e/iguales.html
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