A las 18 horas comenzó en el salón de actos del Museo Arqueológico, la presentación del libro " El cielo de Roma" escrito por las autoras literarias Josefina Góngora Pérez e Irene Pascual Góngora, editado por Círculo Rojo.
Hola, buenas tardes.
Tengo por norma hablar sin guión alguno, pero debido a no
atropellarme en la dicción, he traído escrito lo que voy a expresar para
después ser entregado a las autoras de la obra literaria que estamos o
vamos a presentar en este entorno sin
igual de la cultura almeriense, el Museo de Arqueología.
“El cielo de Roma”. Editado por Círculo Rojo.
Por tanto, mi gratitud para las coautoras de esta bella obra
literaria, las escritoras Josefina Góngora Pérez e Irene Pascual Góngora.
A las 9:45 horas del pasado día uno de mayo, finalicé la
lectura de este libro, que lo adquirí a las 13 horas en el stand de la
editorial Círculo Rojo en la última Feria del Libro.
Y volví a releerlo el domingo día 6 de mayo,
con diversas pausas.
Vds. Habrán asistido a más de una presentación de libros,
estoy seguro de ello, y lo primero que me dio por pensar como estructurar esta
presentación que mantuviera los cánones propios de todo panegírico de
exaltación literaria y por otro lado que fuese entendible a quienes me están
escuchando, especialmente a las autoras Josefina e Irene.
Por qué les digo esto;
con ocasión de una presentación a la que asistí no hace mucho, y tras
escuchar al ponente de la misma, tras más de media hora intensísima, no sé si
en vez de animar a comprar y leer el libro, muchos de los asistentes decidieron
posponer esta decisión, porque hacer una presentación académica exenta de
emociones y sentimientos, es como se suele decir “un huevo sin sal”.
No quiero caer en dicha soflama un sábado de excelsa
luminosidad externa y con un cielo tan denso y azul como el de Roma, ya que
estamos en un Museo donde están elementos del Sacro Imperio Romano valedor de
esa ciudad, Roma, que será junto con Madrid y Manacor las tres villas donde se desenvolverá
el hilo conductor, sin olvidarnos de nuestro bello Cabo de Gata almeriense,
cuyas autoras comienzan su narrativa novelada, y demuestran su amor hacia esta
tierra milenaria, de cuyo vetusto pasado se encuentra la presencia de esa
sacralizada Roma.
Dos días de largo puente primaveral aprovechando el ocio
productivo para no olvidarme del hilo conductor, del cordón umbilical que nos
atrae en la primera de sus páginas y no nos abandona hasta el último párrafo
del epílogo en la página 318, y que podría ser una expresión de aplicación
general a cuantos lean con amoroso detenimiento este libro, sin prisas y con
pocas pausas:
“La esperanza relaja y dulcifica su
expresión, mira hacia el cielo y dice gracias”. En concordancia con la primera de las
expresiones contenidas en la página 14 “La vida es caprichosa y nos suele
golpear con una saña desmedida, abriéndonos los ojos a la cruda realidad”.
¿Cómo suavizar el dolor?
Leyendo la obra encontrarán remedios
sin necesidad de acudir a psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos u otros
personajes que se dedican sin praxis científica alguna a terapias, que algunos
casos o en la mayoría pueden ser hasta contraproducentes y vulneradoras del
ordenamiento jurídico.
Analizar, describir y valorar una obra literaria se puede y
debe de hacer desde muchos aspectos, pero ni el tiempo lo permitiría, ni
considero oportuno hacer un discurso político cuyo resultado, como antes he comentado, sea
contrario a lo que quisiera contarles sobre este libro, cuya primera de las
reflexiones es su implementación literaria salida de la pluma de dos personas
unidad por una auténtica filiación humana, madre e hija, hija y madre.
Les preguntaría ¿cómo se puede llegar a tal compenetración y
sí en alguna parte del desarrollo han tenido sentimientos contrariados y cómo
lo han resuelto? Seguramente, tras mi intervención descubramos matices sobre
esta genial obra cinematográfica.
No es muy habitual encontrarse con libros cuya autoría sea
compartida de forma colegiada y en unidad de acto entre dos personas unidad por
la consanguinidad en primer grado. Lo que ya desde el primer momento nos llama
la atención de forma muy peculiar. Y el final, en este sentido expuesto, es que
no se detecta desajuste o disociación alguna entre las autoras, existe una concurrencia
unívoca en lo expresado, salvo, cuando Clara, una de las protagonistas no sigue
el guión de su abogado ante un hecho que marcará un punto de inflexión en el
desarrollo de la obra y su posterior compromiso que pasa de ser un amor
pasional a un amor inteligente, tal y como lo definiría el psiquiatra Luis
Rojas Marcos.
Sí lo han leído o sí están leyéndolo, verán que en el
desarrollo de la acción priman los valores y principios que deben de estar
presentes en los sentires humanísticos del ser humano en su más sentido de
sociabilidad y socialización, en particular, que el corazón, la razón y la
trascendencia se unen mutualmente para poder expresarse entre Clara y Antonio
Bernini un auténtico amor basado en la ética con ligeros toques de moral católica,
que a su vez, discurren los hechos causantes en la Ciudad Eterna, Roma, sería
un sacrilegio haberlos obviado.
El libro es un auténtico manual para la sociología del
comportamiento humano, en singular referencia a las relaciones familiares, y
que a lo largo del mismo se expresan con sentencias quijotescas o pancistas, en
conclusión, cervantistas, esos dichos que actualmente afloran en el desencanto
a pie de calle de muchas personas que han perdido la confianza, no solo en las
Instituciones sino en quienes las representan y por ende en la sociedad donde
nos desenvolvemos día a día:
“Las personas mentían como por
necesidad, como un subterfugio para sobrevivir”. Pág. 317.
Pero los personajes centrales de la novela muestran un
principio esencial en la convivencia humana: Hacer el bien por el bien, sin esperar nada de ultratumba, a pesar
de los momentos de grandes tribulaciones con los que se van a encontrar, que en
palabras del poeta Rafael Montesinos diría “me estoy muriendo poco a poco, y no
tengo un sitio en tu corazón dónde caerme muerto”.
Por cierto de la página 229 se describen unas circunstancias,
que vuelven a ser un lección magistral, ser precavidos, y evitar a nuestro
alrededor a quienes nos influyen con su toxicidad con ocasión de las envidias,
los odios, los rencores, alimentados por la soberbia, el orgullo, la pecaminosa
ambición dañina.
“Jamás hubiera imaginado lo que puede
llegar a hacer una persona envidiosa y llena de malos sentimientos”.
Aunque no se hayan dado cuenta, he empezado esta presentación
desde el final hacia el comienzo del libro, un iter procedimental que me ha
parecido más adecuado, para hacerles ver, que ha sido escrito de forma
magistral técnicamente en el aspecto literario, lo que cualquier lectura de
cada uno de los 70 epígrafes que lo integran puede llegar a tener su propia
autonomía de entendimiento propio, sus latidos propios, lo que permite hacer
una excelente descripción del libro en todos los aspectos que he analizado.
Sras. y Sres., estimadas escritoras Irene y Josefina.
Este libro merece la máxima calificación académica “Cum Laude
sobresaliente”.
SI, es una obra literaria cuyas autoras han sabido reflejar
con total corrección lingüística y literaria una trama novelada de la realidad,
de la vida ensimisma, que es una
historia en movimiento con un excelente lenguaje
literario al estilo renacentista de lo Lope de Vega y modernista de Juan Ramón
Jiménez; adecuadas expresiones, incluso
las más pasionales o sensuales, sin traspasar esa línea imaginaria de
prevalecer en las relaciones humanas el amor, la amistad, el cariño, y una
narrativa cercana, sin introducir elementos de praxis científica que nos
hagan echar mano de la robótica –
diccionarios electrónicos- para solventar dudas metafóricas o alegóricas
innecesarias para el fin último de una obra literaria, que es despertar
emociones y sentimientos.
Les
tengo que decir, que mis ojos durante la lectura se nublaron de dolor humano,
pasando a un consuelo esperanzador tras continuar la lectura y volver a
necesitar de una Verónica que me limpiara el rostro por volver a tener que padecer de forma simultánea dos
hechos que vuelven a marcar en los sentires una gran amargura, que se solventa
como no podía ser de otra forma con esa fe en cambiar el destino con lo único
que nos puede salvar al ser humano: el amor.
El lector, lo quiera o no, no puede sustraerse a
introducirse en el génesis de la obra, lo que le permite ser otro actor o
actora desde el angular de la lectura, impulsando con sus sentires la acción
que van dando sentido a cada una de esas 70 partes estructuradas junto con el
epílogo. Es una obra de arte cinematográfica.
Cuando estamos leyendo el libro, aún sin darnos cuenta, como
he comentado anteriormente nos hacemos partícipes de las diferentes situaciones
que estamos leyendo, su observancia nos hace vivirlas en el presente y contexto
actual.
La interpretación de esta obra literaria explica la
connotación que tiene la misma y ayuda a un análisis pertinente en cada momento
histórico cuando ha sucedido el hecho causante que dará lugar a un melodrama de
espíritu decimonónico con resultados sociales actuales propios del siglo XXI.
Durante la lectura siempre recordé un hecho que a mediados de
los 70 tuve noción con ocasión de la Transición política y que posteriormente
se ha recogido en algunos libros, me refiero a la secretaria particular de
Adolfo Suárez, Carmen Diez de Rivera, que tras estar de noviazgo con su pareja,
tuvieron que decirles que eran hermanos de padre, el político y abogado Serrano
Suñer. Una bella historia que se truncó, pero que con acierto de “guión de
cine”, lo resuelven positivamente las autoras Josefina e Irene en este libro
“El cielo de Roma”.
Dicen que el cielo de Roma se corresponde con la misma
luminosidad perpendicular que en Teherán y Alejandría, yo diría también que de
esta Almería.
Rafael Leopoldo Aguilera
Comentarios