LAS últimas digresiones de corrupción política conocidos por la opinión
pública y que han saltado a las primeras páginas de los medios de comunicación
como garantizadores de un sistema de libertades, ya que no se puede entender la
democracia sin libertad de prensa sin limitación alguna, en el marco
constitucional, no constituyen un caso aislado, sino la punta de un iceberg que
refleja la existencia de un problema holista en la democracia española.
Esta
situación tiene dos efectos tóxicos. Por un lado, su impunidad ante la falta de
medios humanos y materiales en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
Inspectores Tributarios y Fiscales, Inspectores de Trabajo, Magistrados-Jueces
y Fiscales están arruinando la legitimidad de la democracia; por otro, provoca
una ineficiente asignación de los recursos, daña el desarrollo del sector
privado y es perjudicial para el crecimiento económico y por ende del empleo.
Capturando
estos vocablos de sinfónica armonía expresados en un bella melodía del
cantautor Joaquín Sabina "lo niego todo", incluso la verdad jurídica,
no solo la política, a pesar de las evidencias fehacientes, notorias y públicas
de ilícitos penales contrastados de forma clara, concreta y concisa en las
investigaciones policiales y judiciales, y a pesar de aplicar el aforismo
latino "iuris et de iure", siguen negando la verdad, con mentiras
piadosas y compulsivas, más propias del ámbito de la psiquiatría o
psicoanálisis clínico o del aconfesional Sacramento del perdón.
La corrupción ha
existido, existe y existirá, pero los corruptos siempre tendrán hercúleos
aguijones para eludirlas, si ello les permite lograr mercantilistas y
lucrativas ganancias, siendo proporcional a la extensión de la burocracia
maquinal en la esfera de actuación de los poderes públicos - Estado,
Autonomías, Provincias, Municipios, Entidades Locales Menores, etcétera,
etcétera…-.
La disminución del tamaño del Estado en la descentralización
competencial conforme a la organización territorial de la única Nación española
y del intervencionismo administrativo en tantas y variadas administraciones
asimétricas, que legislan atendiendo al su saber y entender parcial de quienes
ejercen la gestión y la gobernanza, son elementos básicos para combatir la
corrupción junto con la lucha por la despolitización de los organismos de
control del Estado, del Gobierno y de la Administración
Rafael Leopoldo Aguilera
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