Situación del mal estado del Palacio del Almanzora |
LA UNESCO que define a la cultura
como un fenómeno expresivo y de relación social en la que se sustenta todo un
proyecto de sociabilidad y socialización de un país con sus singularidades que
suponen un valor añadido para crecer en formación e información. A pesar de las
realidades sociales y económicas debido a la globalización y glocalización, hay
suficiente proyectos de innovación
cultural y artística que pueden marcar el camino para salir del estado de
aletargamiento general en que nos encontramos.
La gestión cultural no puede
verse limitada y recortada en medios, ya que sí lo que se ofrece como
creatividad e imaginación como producto a la ciudadanía es accesible, su valor
se transformará en producción y, con ello, en riqueza interdisciplinar en todos
los ámbitos del saber y entender de los ciudadanos.
Y de la gestión cultural, lo más
urgente en este año que celebramos el Milenio del Reino de la Taifa de Almería,
es la gestión de nuestro patrimonio cultural, que esté gestionado por equipos
de trabajo a los que se les exija resultados, sin entrar sí ésta gestión se
realiza por instituciones públicas o privadas, que, en todo caso, siempre
deberían de caminar sinérgicamente en la colaboración pública-privada, que
permita aunar las fortalezas y oportunidad frente a las debilidades y amenazas
en tiempos de incertidumbres y restricciones.
Hay que superar las disociaciones
institucionales para aglutinar un mayor número de respaldos y desarrollar
iniciativas más allá de los antagonismos personales y desajustes que aminoran e
impiden, en su caso, la paralización de proyectos y restan capacidad para que
puedan llevarse a puro y debido efecto con garantía y solvencia en la sociedad
civil, teniendo en cuenta, aquellos
proyectos culturales de iniciativa individual o colectiva privada, que les
permitan sobrevivir ante las turbulencias de incredulidad y tribulaciones de
los vaivenes políticos.
Hay que aunar esfuerzos en la
defensa, promoción y fomento, tanto del patrimonio material como inmaterial de
nuestra milenaria Almería, apostando conjuntamente y de forma colegiada a hacer
ver y sentir, a quienes les corresponde
la potestad, que la cultura no es deficitaria y está dentro del proceso de
creación del valor económico, tan importante, en estos momentos, para una provincia
como Almería, que precisa de la innovación social para la creación y
mantenimiento de la empleabilidad.
Rafael Leopoldo Aguilera Martínez
Publicado en el Diario IDEAL en el día de ayer, 18 de septiembre de 2014
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