¿Por qué hay que pedir perdón
tras decir a viva voz Arriba España?
¿Por qué es una expresión desafortunada decir Arriba España? ¿Por qué se
dice, qué de utilizar este término es hacerlo en tono jocoso?, que lo
políticamente correcto es haber expresado ¡Viva España! No entiendo por qué debemos seguir con determinados
complejos y vergüenzas a las que no ha lugar. Decir “Arriba España” es un bello
piropo dirigido a España en el marco de la Constitución española de 1978.
Los símbolos y signos
representativos de la Nación y Estado español están incardinados en el corazón,
el alma y la razón de quienes amamos a España desde la emoción y los
sentimientos que se derivan del actual ordenamiento jurídico. Una persona que
no sienta metabolizado en su biológico cuerpo el sentir democrático, es normal
que no diga la poética expresión “Arriba España”. Pero un español, que con
lealtad y fidelidad a los principios y valores constitucionales diga “Arriba
España”, no solo sería lo normal, sino que es lo más propio de quienes sienten
amor por España.
Lo que es una falta de respeto es
no mantenerse en posición de firmes y en silencio mientras escuchamos el Himno
Nacional y aplaudirlo una vez finalizado su armoniosa interpretación. Por eso
sí deberíamos de sentirnos apesadumbrados, o por decir ¡Abajo España!, pero por
decir ¡Arriba España! ¿Dónde está la
connotación política no democrática en los albores del siglo XXI?, decir esta expresión en un acto político en Andalucía o en cualquier otra parte del
territorio nacional, incluido Gibraltar, es un patriótico elogio cívico.
Las voces del totalitario régimen anterior están
en los libros de historiografía, y no hay interés en resucitar un pasado de
hace cuarenta años, en el que la mitad de españoles, ni habían nacido, ni se
les esperaba, ante la llegada de los anticonceptivos. ¡Ya está bien de tantos
complejos históricos! ¡Si, Arriba España! Conforme al actual ordenamiento jurídico
simbolizado en la Jefatura del Estado, el Rey, y sí fuésemos una República
centralista, también ¡Arriba España! ¡Arriba siempre!
Lo primero, España, la patria, el
país, y después vienen las ideologías, las creencias, pero siempre subordinadas
a los principios y valores democráticos y de libertad. Ahora bien, sí es un
delito o un pecado, que lo incluyan en el Código Penal y el Catecismo, para
dejar esa expresión nacional y entusiástica en el rescoldo de las tibiezas.
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