“A propósito de la Dieta Legionaria…” Miguel Temprano Arroyo. Periodista y Fotógrafo. Caballero Legionario de Honor.
General Dávila
Nada hay como el soldado español y mi única aspiración siempre ha sido estar a su altura
“A propósito de la Dieta Legionaria…” Miguel Temprano Arroyo. Periodista y Fotógrafo. C. Legionario de Honor.
No hay nada como volver de Besmayah, Irak, tras pasar la Navidad con los Legionarios de la VIIª Bandera “Valenzuela” de la Brigada de la Legión II “Rey Alfonso XIII”. Los mismos Legionarios y la misma unidad de la que habló el periodista Miguel González, del EL PAÍS, sobre su peso y masa corporal, olvidando recordar en el mismo artículo que forman parte del BPC-7 de la “TraskForce” de la Coalición Internacional que ayuda a la nación Iraquí con sus labores de adiestramiento del las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad Iraquíes a combatir al Estado Islámico, DAESH. Y que se juegan sus vidas por todos nosotros cada día.
Tristemente un informe filtrado por algún detractor, envidioso o enemigo de La Legión, ha pesado más como noticia que el éxito de los siete BPC que desde la Base “Gran Capitán” han formado a miles de policías y soldados iraquíes. Los mismos soldados que no hace mucho han logrado desterrar al DAESH de sus últimos bastiones en suelo iraquí. Éxito imputable no solo de la BRILEG, que abrió misión en 2015 y que con el actual BPC-7 lleva ya dos misiones de “InherentResolve”,también el Grupo de Regulares de Melilla 52, la Brigada “Guadarrama” XII, la Brigada Paracaidista“Almogávares” VI, Brigada de Caballería “Castillejos” II, BRIMZ “Extremadura” XI, han sudado la camiseta en Besmayah los dos últimos años.
Cada día a las 5:00 am se levantan los Legionarios para desayunar en 15 minutos y salir a las 6:00 am con los diferentes equipos de instructores (BTT) a adiestrar para el combate y la lucha contra el terrorismo a soldados y policías iraquíes. Hasta las 11:30 la actividad es frenética, no hay tiempo ni para el bocadillo o desayuno de media mañana que todo funcionario del Estado Español tiene. Estoy harto de tener que esperar de 10:30 a 11:30 a que más de uno vuelva a su ventanilla o su mesa. En Besmayah se sale al campo de maniobras desayunado y se vuelve a la Base “Gran Capitán” a revisar armamento y material, dar novedades, preparar las actividades de la tarde, (Ejercicios de tiro con fuego real, clases teóricas de tiro de mortero de 120 mm, tácticas de registros, check-points, etc… o las actividades del el día siguiente. El que acaba pronto aprovecha para ir al gimnasio, a hacer una tabla de musculación y potencia, o se va acorrer por dentro de la base. No siempre se puede. El deporte se puede hacer y se hace durante las 24 horas del día, pero para ello se renuncia a una siesta, una llamada de teléfono a casa, o tomarte un refresco en el Mesón del Legionario, donde por cierto NO HAY UNA GOTA ALCOHOL, ni si quiera la apreciada cerveza. Decisión acertada de la Coalición Internacional, si no, algún desaprensivo podría decir que los Legionarios se toman un par de cervezas después de trabajar casi doce horas diarias… Casi se me olvida, el contingente español, (hay americanos, ingleses, australianos, portugueses, etc…), come de 13:00 a 14:00 horas. Y les aseguro que sean instructores, mecánicos, de la PLMM, ingenieros de transmisiones, etc.. Todos se merecen la comida que se comen. Abundante, variada y muy elaborada.
No voy a mentir, no todos los Legionarios tienen el cuerpo 10 de los anuncios de refrescos o ropa interior masculina. Ni es necesario ni se les exige. Eso si tanto la BOC de Besmayah en Irak, como en el Koulikoro Camp de Malí o allí donde se encuentre un Legionario de servicio, Almería, Ronda, Ceuta o Melilla, siempre cumplen con su obligación y están preparados para el servicio de armas que su profesión les exige. Da igual su edad, su graduación o su Unidad Legionaria. Pero señores la Legión ha sido, es y será noticia por su operatividad y por las misiones que se le encomiendan, no se porqué siempre en vanguardia, siempre abriendo misiones. Durmiendo meses en el suelo y comiendo raciones de previsión, sin comida fresca ni fruta hasta que a los meses casi cuando ya se tienen que volver se dan la condiciones de poder empezar a cocinar alimentos frescos…
Miguel González, nunca te he leído ni oído hablar de cuando en Afganistán o en Irak se dormía en el suelo o en boquete del tamaño que el Legionario podía hacer cada día bajo el fuego Talibán. De los meses que han pasado en varias misiones comiendo “Ladrillo”. Como sabes hay varios tipos de menú de comida-cena pero al mes de comer de lata a uno se le quitan las ganas de encender en infernillo y calentar la fabada asturiana, la carne con tomate, los garbanzos o lo que toque ese día. Hubo semanas en Ludina-Moqour-Darre-i-Bum que solo había modelo “A”, con lo que la dieta no era nada variada… Aquellos meses nunca vi queja alguna a la Ministra de Defensa Carmen Chacón. ¿Entonces no era importante que lo que los Legionarios que se estaban jugando la vida en los “blocados afganos” comían…? Para mi si lo era, pero nadie lo denunciaba públicamente… todos recordamos que en Afganistán estábamos “repartiendo magdalenas”… nada de tiros, de morterazos, de RPGs, de IEDs desactivados, nada de nada…
Hablando de cocina. Hay una foto que se publicó en la época de Carmen Chacón saludando al TCol. Miguel Ballenilla en lo que parecía un “bunquer” en una de las OPIs (Puestos de Combate Avanzados). ¿Bunquer? Aquella placa metálica curvada y el boquete que se cavó en la seca y dura tierra de Sanga-Tesh no era otra cosa que la cocina que se habían preparado los Legionarios (Jordi, Ruben, etc…) para que las piedras de los rebotes de los disparos de los Talibanes no entrasen en la perola, comprada a los civiles afganos. Olla vieja en la que se mezclaba la carne con tomate de la ración de previsión con la pasta que un viejo afgano traía a lomos de su burro junto con unas garrafas de agua para poder asearse y no gastar el agua potable. Nunca se sabia cuando se podía abastecer a las secciones que desplegaban en la “Ruta Litium”. Nos colaron la cocina del blocado como un bunquer de la posición. Lo que estaba claro es que la foto del exterior no cuadraba con la realidad que se nos quería vender. Así como el menú de ese puñado de Legionarios que nunca se quejó de las condiciones porqué se limitaron a “cumplir con su deber y obedecer hasta morir”. De todo eso ni una línea escrita… ¿Por qué? ¿Fue el mismo día en el que casi se cae el helicóptero al llegar a la OPI, pero nadie dijo nada…? Va ser que si.
Podría insistir todavía más para quitarle hierro al tema de la grasa corporal entrecomillando frases del credo como estas: “Jamás un legionario dirá que está cansado, hasta caer reventado. Será el cuerpo más veloz y resistente…” o “No se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed, ni de sueño; hará todos los trabajos, cavará, arrastrará cañones, carros; estará destacado, hará convoyes, trabajará en lo que le manden…”(Espíritu de Marcha y Espíritu de Sufrimiento y Dureza), pero creo que lo mejor es mirar hacia delante y pensar que si una unidad como La Legión Española lucha por mantenerse en forma, por tener el cuerpo y la mente sana, por fomentar los hábitos saludables, lo normal es que el resto de unidades salgan en su defensa y todos se apunten al carro de mejorar los niveles de colesterol de sus tropas y marinería.
Pero por favor, no pretenda nadie que el músico que toca en la banda, el ordenanza del Ministerio, el habilitado de cada unidad o cocinero del buque se pongan a dieta y su referencia corporal sea Cristiano Ronaldo. Estoy seguro que ni Cristiano ni Messi serian capaces de aguantar un mes el ritmo, ya no hablo solo de la Legión, de cualquiera de las unidades de combate de las FF.AA. Españolas.
Miguel Temprano Arroyo.
Periodista y Fotógrafo.
C. Legionario de Honor.
Blog: generaldavila.com
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