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Entrañable presentación del Cartel de Semana Santa 2011 de la Cofradía de la Estrella a cargo del Tcol. D. Juan Castro Martínez

Ttcol. D. Juan Castro Martínez
Foto: D. Rafael Barranco Riado
En una tarde noche con fragor a olores de azahar de naranjos de las viviendas unifamiliares de una bella factura arquitectónica de los años cuarenta del siglo XX en el pleno barrio de Regiones Devastadas, en la zona Alta y Baja de la Iglesia junto al templo parroquial de San Isidro Labrador, se llevó a cabo la presentación del cartel de la Semana Santa 2011 organizado por la Hermandad de penitencia y sacramental y Cofradía de nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella.

Tras la celebración del segundo día del Quinario en honor a María Santísima, con la predicación de la Palabra de Dios por parte del Muy Ilustre Sr. Don Enrique Sánchez Sánchez, y el juramento e imposición de medallas a los neófitos hermanos cofrades que han ingresado en la Cofradía con plenitud de derechos y deberes estatutarios en presencia del Sr. Hermano Mayor Don José Martínez Martínez, se procedió a la lectura del panegírico de exhortación del cartel de la Semana Santa por parte del Teniente Coronel Don Juan Castro Martínez. Previamente, el relator del presentador, Rafael Leopoldo Aguilera, comentó acerca del Tcol. Castro Martínez que "Cabe destacar, aunque de forma sucinta, su personalidad en el campo de la carrera militar, procedente de la treinta y cinco promoción de la Academia General Militar en la que obtuvo el empleo de Teniente hasta llegar a nuestros días con el empleo de Teniente Coronel, desempeñado con una gran vocación de servicio y amor a España, al Rey y a las Fuerzas Armadas en los numerosos puestos en la Administración militar, hasta el actual, como Jefe de la Oficina de Reclutamiento de la Subdelegación de Defensa en Almería, de la que yo, soy un subordinado en mi condición de Alférez reservista voluntario. Y es que a “España servir hasta morir”. Igualmente, se hizo una mención especial para el padre de D. Juan Castro, perteneciente al Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, y de su suegro, que con ochenta años continúa procesionando en la Hdad. de la Caridad. Igualmente, hizo una especial referencia a su encantadora esposa Ana, quien también vive de manera especial los sentimientos cofrades heredados de su padre, que con 80 años sigue acompañando como nazareno a la hermandad de la Caridad,  vaya para vd. mis respetos y mi testimonio de afecto personal, y sus hijos, Juan y su esposa Dalila, cofundadores de la Prehermandad del Resucitado, y su hija, Ana Belén, todos ellos, peregrinos penitenciales de la Cofradía de la Santa Cena.


De izquierda a derecha. D. Juan Antonio Ruiz Pardo,
D. Rafael Leopoldo Aguilera Martínez, Don Felipe Ortiz Morell,
Don Juan Castro Martínez, Don José Martínez Martínez
 y Don José Antonio Sánchez Santander.
Foto: Don Rafael Barranco Riado

A continuación, describimos en su totalidad la presentación realizada por el Teniente Coronel D. Juan Castro Martínez:

" He elegido los ojos de un niño para volver a nacer,
la imagen de su espejo para saberme en la pureza.
En ellos nombraré cada palabra, cada aroma, cada sonido, recorreré la Vida y la memoria que les dio forma, haré nuevo el tiempo que los traspasa y la razón de ser que alumbró su presencia.

Dejaré que su mirada me lleve al recuerdo de una noche de Ramos, al lugar donde me quedé a solas con tu dolor; dejaré que aquella voz que acarició tu rostro
siga mostrándome los caminos de la luz, inundando mis raíces con tu esencia.

He elegido unos ojos de niño para volver a nacer cada primavera y que cada encuentro cotidiano sea sagrado, su mirada para que en el espejo de mi estirpe sepa saberme sin sombras ni vacíos, con ansia de pureza.

Señor Consiliario, Señor Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería, Señor Hermano Mayor, hermanos de la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella, miembros de otras Cofradías, hermanos en Cristo todos.

Iniciada mi exposición con una humilde y expresiva declaración de intenciones pasamos a lo que hoy nos trae aquí, la presentación del cartel 2011 de la Hermandad.

Pero antes, como bien nacido, agradecer las elogiosas palabras de Rafael Leopoldo, mi amigo, que exageradas por ese mismo motivo, son dichas más con el corazón que con la razón. Gracias Rafa.

Ya el año pasado el Hermano Mayor me propuso presentar este acto, pero otro compromiso como era mostrar la revista Almería Cofrade y el poco tiempo disponible no me permitió hacerle frente. Pero su insistencia ha sido tal que por fin ha conseguido el objetivo. Objetivo que no es otro que estar hoy aquí delante de ustedes, intentando no aburrir en demasía a la concurrencia, y lograr su atención dando a conocer la fotografía que va a ilustrar el cartel de la Semana Santa 2011. Eso sí, con el firme compromiso de no alargarme más de lo estrictamente necesario.

El Barrio de Regiones, Regiones Devastadas se llamaba inicialmente, se comienza a levantar en 1943 con la finalidad de paliar el déficit de viviendas en Almería después de la Guerra Civil. Responde al modelo de barrio autosuficiente, con iglesia, mercado, sanatorio, escuela y basado en una arquitectura mediterránea, con viviendas unifamiliares y de tipología rural. Se inaugura el 30 de noviembre de 1944 con la entrega de las 317 viviendas.

A destacar la preciosa Iglesia Parroquial de San Isidro Labrador, donde nos encontramos, dotada de escuelas y de complejo parroquial.

El barrio actual está bastante desnaturalizado pero en su momento debió quedar bastante bonito ya que la plaza fue elegida para grabar unas escenas de una película en septiembre de 1971, “El cálido otoño” se llamaba y en la que estuvo la mismísima Sofía Loren.

Y en este barrio en el que nos encontramos y que frugalmente hemos descrito, allá por el año 1991 unos locos apasionados de la Semana Santa, en su mayoría miembros de la Cofradía de las Angustias, no tuvieron otra ocurrencia que fundar una Hermandad de pasión bajo la advocación de María Santísima de la Estrella, a la que posteriormente se añadió el título de Nuestro Padre Jesús de las Penas.

Su primera salida, en Vía Crucis, la realiza por su barrio en 1.993 incorporándose a Carrera Oficial el Domingo de Ramos de 1.996. Todo un record.

A partir de ese momento ha ido con paso firme acrecentando día a día, paso a paso, su patrimonio material, primero con la imagen y el paso de palio de Nuestra Señora, después con la de Jesús de las Penas y últimamente con la incorporación de las figuras que completan el paso de misterio. Todas las imágenes han sido realizadas por Luis Alberto García Jeute, joven escultor sevillano que se ha convertido en el director artístico de la Hermandad.

Y lo que es más importante, también se preocupan y mucho de su riqueza espiritual, aglutinando alrededor de sus titulares un grupo humano compacto y sin fisuras, haciendo imprescindible su presencia en cuantos actos se organizan en el barrio.

Ha llegado el tiempo de la esperanza,
de los vendavales blancos
que nos reconfortan los sueños,
de la luz que anuncia
la resurrección de tus ternuras.

El tiempo que nos vuelve a la madre,
al corazón latiendo a ritmo de mar y viento,
a las manos que nos dieron forma
en melodías con vocación
de nana para terciopelo antiguo.

Ha llegado para dejar sus huellas
en quien quiera verse sagrado,
para hacerse raíz en el aliento
que preñó nuestra razón de ser.

Ya casi estamos en Semana Santa. Que poquito queda. Sólo 21 días para poder disfrutar de la Virgen de la Estrella, siempre acompañando a su hijo Nuestro Padre Jesús de las Penas, en las calles de Almería, en las calles del barrio de Regiones.

Y como preámbulo, hay que presentarla a sus fieles, a los que la quieren, a los que la admiran y la visitan durante todo el año, a los que la rezan permanentemente.

Y para ello nada mejor que una fotografía del desfile del año pasado. En la calle. Con su gente. En su paso de palio.

La fotografía elegida por la Junta de Gobierno para el cartel de la Hermandad es una imagen de la Virgen de la Estrella realizada por Felipe Ortiz.

Citar a Felipe Ortiz es hablar de uno de los fotógrafos más conocidos en el ambiente cofradiero. Sería interminable enumerar los numerosos premios obtenidos en carteles de Semana Santa. Pero si hay que destacar alguno y él lo ha reconocido recientemente en una entrevista publicada en la Voz de Almería, éste sería el recibido por la foto del que fue cartel de la Agrupación de 1.982, con un detalle en primer plano de los pies del Cristo del Amor, que significó algo innovador en aquellos tiempos. Si algo le sigue gustando es mostrar en sus instantáneas los pequeños detalles de la Semana Santa, detalles que a los mortales nos pasarían desapercibidos.

Su otra pasión, a la que se entrega y en la que también destaca, el fútbol. Seguidor de la recordada, para los que ya tenemos algunos años, Agrupación Deportiva Almería, repite en esta nueva etapa de esplendor del equipo de la ciudad. Desde 2ª B es el fotógrafo de la Unión Deportiva Almería. Y como apostilla esperamos y deseamos que este esplendor futbolístico se mantenga durante mucho tiempo.

Almeriense de Melilla. Y digo esto porque nació en Melilla en 1.951 pero lleva más de 40 años residiendo en Almería. Primero por obligación y luego por devoción. Y siempre con la cámara a cuestas desde que se introdujo en este mundillo de la fotografía que le apasiona.

Y mañana Estrella de amapolas
quedará menos para que llegue ese momento tan deseado,
para que pueda verte con tu manto de Reina,
con tu corona de madre,
con tu belleza inigualable, con tu jardín de rosas.

Y pasado mañana Estrella de mi corazón
quedará menos para que llegue ese momento tan deseado,
para que pueda ver tu palio de plata cincelado por los ángeles celestiales,
con las velas y el incienso envolviendo tu cuerpo de madre,
con la luna bajo tus manos de amor.

Por fin seré testigo de tu belleza,
la que me inspira sin haberte conocido,
la que sé que existe sin haberte visto,
la que sé que será porque tiene que ser.

Estrella, madre de Dios,
madre divina, madre de los ángeles, madre mía,
madre de todo ser que en ti confía,
quiero sentirte cerca, para rezarte a todas horas
y besar tus manos divinas.

Y regalarte mil besos cada día
esperando que llegue el momento
de estar junto a ti madre mía,
para poder orar ante tus pies, María.

Y recorrer junto a ti, bajo tu palio de nubes
cobijándome en tu manto y sintiendo tu aliento en mi mejilla
los jardines rodeados de flores benditas
que solo te mereces Tú, Estrella del alma mía.

Entonces el amor y la felicidad
llenarán mi corazón,
porque Tú eres la única que puede llenarlo
el día en el que mi alma que es tuya madre bendita,
esté junto a tu manto de reina
para rendirte culto hasta el fin de los días.

Estrella de Regiones de Almería,
Estrella de mi cielo,
Estrella de mi alma,
Estrella de mi corazón,
Estrella de mi soledad,
Estrella de mis pensamientos,
Estrella del amor,
¡Estrella! aunque pasen mil años en dos segundos
este amor se mantendrá y los vivirá despacio
para poder disfrutar de tu belleza, María.

Que bonitas palabras dedicadas a Nuestra Señora. No son mías, que más quisiera yo. Pero sí las hago propias, las asumo en toda su grandeza, las comparto en mi humildad.

Que bonitas palabras y que fotografía tan sencilla. Pero que imagen tan impresionante. La Virgen de la Estrella. Sólo la Virgen. ¿Hace falta más?

En su palio, iluminada por la candelería, rodeada de flores, con música aunque no se escuche, con gente, con mucha gente aunque no se vea, con su barrio, en sus calles. Muchos cirios encendidos, para que ese reflejo de la luz y la alegría de las flores, le difuminen e impidan ver la imagen del Señor que va delante. Bajo palio de doce varales, tantos como Apóstoles del Evangelio, cuyo movimiento de bambalinas contribuirá a mitigar su pena. Y música, mucha música, con bellas marchas procesionales acompañando su lenta marcha.

Verónica Navarro habrá reconocido estas palabras. Las escribía ella el pasado año en un artículo publicado en la revista Almería Cofrade. Es mi pequeño homenaje a esta cofrade apasionada de la Hermandad de la Estrella.

Felipe Ortiz ha logrado, en una imagen general, captar y destacar lo importante. Lo accesorio es difuso, lo primordial claro y vistoso.

El adorno floral de orquídeas blancas realizado por Rogelio Fernández, el palio de metal plateado obra de Aragón y Pineda Orfebres y Hermanos Jiménez González, y la Candelería de Orfebrería López Calero, son superfluos. Todo ello sin menospreciar el inmenso trabajo y el arte que atesoran.

La imagen de María Santísima de la Estrella, obra del imaginero Luis Alberto García Jeute, es lo importante. Pero no la talla, sino lo que representa, el amor de la madre, el sufrimiento de la que sigue al hijo en su peregrinar por el mundo, la que llora el dolor de las tragedias naturales y recordamos y nos sentimos solidarios por los fallecidos recientemente en Japón, la que se desgarra por las miserias humanas, por la envidia, por las guerras, por la violencia, pero también, y eso es lo que tenemos que ver y destacar en su luz, la que espera nuestro despertar, la que nos guía por el camino correcto, la que nos protege, la que nos ayuda.

La luz, esa luz de la candelería que ilumina la imagen de la Virgen representa la esperanza. Después del sufrimiento, tras la muerte, viene la vida. La muerte no es el final. La vida vence y triunfa. Cristo, su hijo, resucita y nosotros con Él.

Señora, gracias por mostrar el camino a tu pueblo. Regiones sigue tus pasos. Te acompaña y se siente acompañado. Llora y es reconfortado.

El autor ha conseguido encuadrar y fijar perfectamente la cara de María. Su cara inclinada dulcemente hacia la derecha. La nariz fina y alargada. Los labios rojizos semicerrados. Y el mentón, pronunciado, rematado con un hoyuelo. En la lejanía casi no se ven las tres lagrimas que se derraman por sus mejillas. Pero su expresión, aunque dolorosa, es de resignación.

Y esa mirada hacia el suelo que lo dice todo, una mirada dulce y serena, de dolor y comprensión, pero también de proximidad a quién la necesita. Con la sensación de que es exclusiva para ti y de que tú eres capaz de captarla.

Como barco recién bautizado que se adentra en alta mar acariciando suaves olas, bajo palio, sobre las olas que forman los fuertes hombros de sus hijos, Nuestra Señora se muestra ante ese mar de almas de Regiones, navegando hacia Carrera Oficial acompañada siempre de sus hijos que la quieren, que la adoran, en la maravillosa noche del Domingo de Ramos.

Señoras y señores, la Semana Santa ya está aquí. Todavía no se ven los pasos adornados en las calles, no huele a incienso, la cera no arde, la música no suena acompañando a las sagradas imágenes, no hay penitentes en las filas. Pero un detalle nos muestra su proximidad. Ya se ven jóvenes y no tan jóvenes, que sacrifican parte de su ocio en las tardes y noches de esta entrada primavera, racheando sus zapatillas por el asfalto, portando sobre sus cuellos doloridos las trabajaderas de las parihuelas desnudas. Esta es la muestra de que no está todo perdido. La juventud también quiere responsabilidad y sabe responder a ella. Que mayor muestra de entrega y de servicio a la comunidad, de entrega y de servicio a Cristo y a su Madre Nuestra Señora.

Y termino con un poema de Pedro López de Ayala, nacido en Vitoria, en 1332 y fallecido en Calahorra, en 1407. Escritor y político castellano. Cronista y poeta, es una de las más sobresalientes figuras del s. XIV hispánico y verdadero ejemplo del primer Renacimiento. Quién le iba a decir que su escritura adornaría un pregón de la Hermandad de la Estrella en la Semana Santa de Almería, en pleno siglo XXI, y que su obra todavía sigue vigente a pesar de haber trascurrido más de 600 años.
Pedro López de Ayala (1332-1407)

Señora, estrella luciente
que a todo el mundo guía
guía a éste, tu sirviente,
que su alma en ti confía
A canela bien oliente
eres, Señora, comparada,
de la tierra del Oriente
es olor muy apreciada.
A ti hace clamor la gente
en sus cuitas todavía,
quien por pecador se siente
llamando Santa María.
Señora, estrella luciente
que a todo el mundo guía,
guía a éste, tu sirviente,
que su alma en ti confía."

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