Festivo lunes, 12 de
octubre, Día de la Hispanidad, Día de España, también celebramos el Día del
Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil con motivo de la onomástica litúrgica de
su excelsa Patrona la Virgen del Pilar. Se necesitarían miles de folios para
poder decir cuáles son los sentimientos que el pueblo español ha tenido, tiene
y tendrá hacia tan laureado Instituto Armado, incardinado en las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado y colaborador con nuestras amadas Fuerzas
Armadas.
En sus vetustos años
de presencia corporal y espiritual entre los españoles, está demostrada de
forma fehaciente, notoria y pública la eficacia y eficiencia operativa de todos
cuantos han integrado e integran la Guardia Civil. Elogiar con sentida humildad franciscana la
loable y plausible labor social y de fines humanitarios que realizan sus generales,
oficiales, suboficiales y agentes de nuestra Guardia Civil; académicamente cum laude sobresaliente. Y así se recoge
con sacratísima belleza y armónica sinfonía en su Himno, realizado con el
corazón literario del Teniente Coronel
José Osuna Pineda y el alma musical de Ildefonso Moreno Carrillo.
Instituto, gloria a
ti,/por tu honor quiero vivir,/Viva España, viva el Rey,/viva el orden y la
Ley, viva honrada la Guardia Civil./Benemérito Instituto,/ guarda fiel de
España entera,/que llevas en tu bandera/el lema de paz y honor./Por glorificar
el nombre/ que el gran Ahumada te diera,/con tu sangre noble y fiera,/has
bordado tu blasón./Vigor, firmeza y constancia,/valor en pos de la
gloria,/amor, lealtad y arrogancia,/ideales tuyos son./Por ti cultivan la
tierra,/la Patria goza de calma,/ por tu conducta en la guerra/brilla airoso tu
pendón./Instituto, gloria a ti,/por tu honor quiero vivir,/Viva España, viva el
Rey,/viva el orden y la Ley,/viva honrada la Guardia Civil.
En el ritual del
acto castrense en el Patio de Armas, durante la ofrenda a los Muertos, lágrimas
silenciosas en recuerdo testimonial de respeto y consideración a todos los
Guardias Civiles que dieron su vida por España en actos de servicio, ayudando
al prójimo, especialmente los difuntos, que fueron asesinados vilmente por el
terrorismo etarra; quienes siempre estarán presentes en nuestra razón, y por
supuesto a sus familias y compañeros, que han sabido con esfuerzo espiritual y
fe, mantener la llama viva de amor y la pasión al Cuerpo de la Guardia Civil y
a España.
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