Una verdad de Fe revelada por Dios. Esperamos y deseamos que el Santo Padre declare a María Santísima Corredentora de la Salvación.
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Santísima Virgen en el Tránsito al Cielo Iglesia de San Agustín, PP.FF. Foto: D. Guillermo Méndez Sánchez. Página web Reina de las Huertas |
Hoy, día 15 de Agosto, festividad del Dogma de la Asunción de María Santísima a los Cielos. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".
Esperemos espiritualmente que el Papa Benedicto XVI hable "ex-cathedra", en virtud de la autoridad suprema que tiene como Vicario de Cristo y Cabeza Visible de la Iglesia, Maestro Supremo de la Fe, con intención de proponer un asunto como creencia obligatoria de los fieles Católicos, como es el Dogma de la Corredención de María Santísima en la Obra de la Salvación junto a Jesús Nazareno, el Señor de la Vida y la Esperanza.
Las Cofradías tienen mucho que decir y hacer sobre este posicionamiento evangélico y doctrinal de nuestra amada y siempre Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
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