Haciendo una sacramental "revirá", Juan Francisco Sánchez Marín - Juanfra- presenta el cartel oficial de la Semana Santa del Barrio de Los Ángeles con la expresión a viva voz "es un grito piadoso en la pared"
ALMERÍA, Almería y en el corazón de la noble y leal ciudad milenaria, el alma barroca del Barrio de los Ángeles en torno a su Cofradía penitencial y de nazarenos de la tarde del Domingo de Ramos, Los Ángeles.
Todo un cúmulo de emociones y sentimientos. La tarde avanzaba en el tiempo y espacio, y el viento se convirtió en aire racheado del caluroso mar mediterráneo, anunciándonos con metafóricos clarines y timbales en la penumbra de la luminosidad del cielo azul celeste de Dolorosa bajo palio, que en esta ínclita villa almeriense de Los Ángeles y su venerable Cofradía, se iba hacer más cofrade y más nazarena, a través del verbo hecho oración, como testimonio público de la fe, en torno a la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios y del Hombre.
Todo un cúmulo de emociones y sentimientos. La tarde avanzaba en el tiempo y espacio, y el viento se convirtió en aire racheado del caluroso mar mediterráneo, anunciándonos con metafóricos clarines y timbales en la penumbra de la luminosidad del cielo azul celeste de Dolorosa bajo palio, que en esta ínclita villa almeriense de Los Ángeles y su venerable Cofradía, se iba hacer más cofrade y más nazarena, a través del verbo hecho oración, como testimonio público de la fe, en torno a la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios y del Hombre.
Tomó la palabra, el cofrade y costalero, Juan Francisco Sánchez Marín - JUANFRA -, tras la linda, concreta y clara presentación personalísima de carácter cofrade por parte de la Teniente de Hermano Mayor, Isabel Fernández Calderero, para con correcto ceremonial de las preces del ritual litúrgico, propio en las Asociaciones Pías de fieles, pedir al capitular Consiliario, la venia para comenzar, once minutos llenos de devoción y fervor, duende y embrujo, fe y misterio, arte y cultura, en toda una lección magistral de piedad popular, la presentación oficial del cartel de la Semana Santa "ÁNGELES 2016".
Juan Francisco Sánchez, enfundándose con su medalla corporativa, y con el metafórico costal y el morral, el antifaz y el Santo Rosario, mantuvo una conversación sacra cuaresmal con el Santísimo Cristo de la Misericordia, titular de la Hermandad penitencial y Cofradía de nazarenos de Los Ángeles, adentrándose con una retórica, a la antigua usanza de los clásicos pregoneros neobarrocos, en sintonía con la divina juventud de su sabiduría y sapiencia en los albores del siglo XXI, en una iglesia renovada por el Papa Francisco en cuanto al catolicismo popular.
Don de palabra, carisma y simpatía en la transmisión de lo que le dictaba los latidos del corazón en total simbiosis con la racionalidad ilustrada del alma. En el divino Cristo de la Misericordia está presente el Señor de la Vida y la Esperanza, en Él como imagen sagrada junto al Sagrario, en cuyo interior, permanece por los siglos de los siglos, la Sagrada Hostia Bendita, a quien acompañó con unción espiritual en toda su doctoral intervención desde el ambón del presbiterio.
Para ello, con el deje especial, propio de su ser almeriense, exhortó con brillantez exquisita la loable y plausible labor del autor del cartel, el fotógrafo cofrade macareno Antonio Navarro del Pino, un maestro con prestancia y saber hacer de nuestra Semana Santa. Y junto a este maestro, otro maestro con mayúsculas, el Hermano Mayor de la Cofradía de Los Ángeles, Francisco Salas Frías, un cofrade vocacional desde tiempo inmemorial. "Dos pedazos de artistas". El listón lo tenía muy alto en esta alternativa cofrade y en plaza de primera, sí quería salir por la "puerta grande" y no por la "sacristía".
Y así fue, "cum laude" sobresaliente, dos minutos de aplausos y ovaciones a JUANFRA, pusieron el broche a sus excelsas palabras amorosas hacia el CRISTO DE LA MISERICORDIA plasmado en su paso de Misterio entre palmeras abovedadas catedralicias de Getsemaní y la hora nona marcando las palabras más humanas nunca dichas por ningún hombre: "Perdónalos, porque no saben lo que hacen".
Y así fue, "cum laude" sobresaliente, dos minutos de aplausos y ovaciones a JUANFRA, pusieron el broche a sus excelsas palabras amorosas hacia el CRISTO DE LA MISERICORDIA plasmado en su paso de Misterio entre palmeras abovedadas catedralicias de Getsemaní y la hora nona marcando las palabras más humanas nunca dichas por ningún hombre: "Perdónalos, porque no saben lo que hacen".
Sánchez Marín, utilizó el verbo con exquisita finura lingüística; semántica hecha verso y prosa cercana y sencilla de un hombre con valores y principios religiosos; en total simbiosis con gestos, miradas y silencios para hacernos entender con notas musicales, de un adagio a piano, que era a Dios a quien con sentido monacal hablaba, y a todo un templo abarrotado de fieles, cofrades y no cofrades, que con atención esperaban el trincherazo final del sonido del martillo de "Ahí quedó", con un signo de persignación de todo buen cristiano y besando con genuflexión los pies de su amado Cristo.
Después, llegó el sonido musical de la Agrupación Musical Virgen del Mar de Huércal de Almería, que puso el broche de oro a una tarde-noche de especial significado para una Cofradía, que sigue arrimando el hombro con pasión, con mucha pasión, y que es ejemplo vivificador de santidad en un barrio tan almeriense como la Colonia de los Ángeles y la Cruz de Caravaca.
Juanfra, junto a otros hombres y mujeres cofrades jóvenes han garantizado la continuidad de nuestra Semana Santa, en ellos y ellas, está el futuro mediato para seguir fomentando y potenciando, una de las tradiciones más propias de nuestra Iglesia Católica, Apostólica y Romana, fe inseparable durante dos milenios de un pueblo, el pueblo cristiano fiel en torno a la Resurrección de Cristo.
Después, llegó el sonido musical de la Agrupación Musical Virgen del Mar de Huércal de Almería, que puso el broche de oro a una tarde-noche de especial significado para una Cofradía, que sigue arrimando el hombro con pasión, con mucha pasión, y que es ejemplo vivificador de santidad en un barrio tan almeriense como la Colonia de los Ángeles y la Cruz de Caravaca.
Juanfra, junto a otros hombres y mujeres cofrades jóvenes han garantizado la continuidad de nuestra Semana Santa, en ellos y ellas, está el futuro mediato para seguir fomentando y potenciando, una de las tradiciones más propias de nuestra Iglesia Católica, Apostólica y Romana, fe inseparable durante dos milenios de un pueblo, el pueblo cristiano fiel en torno a la Resurrección de Cristo.
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