La plaza Emilio Pérez (plaza Circular) congregó a miles de almerienses para presenciar el tradicional Encuentro
El Encuentro, uno de los momentos estelares y piadosos de la Semana Santa de Almería
En el Gran Hotel Almería se recitó una glosa a la Virgen de la Amargura por el distinguido cofrade Manuel Martínez Ramírez.
La Muy Ilustre Cofradía del Encuentro, Hermandad de Nazarenos, tras los sentimientos de júbilo por la institución del augusto sacramento de la Divina Eucaristía y la adoración sacramental eucarística del día del Amor Fraterno, llevó a cabo la Estación de Penitencia por nuestras calles almerienses como obsequio reverente de la piedad sincera de todo un barrio de Ciudad Jardín, que se distingue por su belleza y espiritualidad, y que paseó penitencialmente sus imágenes sagradas por la Plaza de España y aledaños, entre el delicado perfume de las flores en las primeras horas de la tarde luminosa y clara del Jueves Santo.
A la hora convenida, seis y media de la tarde, desde la Iglesia de San Antonio de Padua en el señero barrio de Ciudad Jardín, con un cielo azul celeste marino y mariano, entre olores de incienso, jazmines y galanes de noche, que nos recuerdan el tiempo primaveral veraniego, hizo acto presencia en la plaza de España con la mirada de la Enseña nacional, la comitiva procesional de la Ilustre Hermandad penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora la Virgen de Amargura.
Una cofradía, en cuya sede canónica, mantiene la idiosincrasia y la singularidad propia de la Almería de antaño, de aquella Almería que nuestros abuelos y padres conocieron, desde que se hacía el tradicional “Encuentro” en la Plaza de la Catedral, para ahora, entre miles de almas aclamar con vítores, oraciones y plegarias, el “Encuentro” multitudinario en la Plaza Emilio Pérez (Plaza Circular).
Afirmamos, que es éste, uno de los momentos más íntimos y estelares de nuestra Semana Santa, y que cada año congrega a miles de personas para presenciar el acto emotivo del Encuentro de María Santísima de la Amargura con Jesús Nazareno tras limpiarle el sagrado rostro la Santa mujer Verónica adornada con claveles rojos y rosas, y que estrenó un lienzo blanco plegado, con el que limpia piadósamente el rostro de Jesús, quedando grabada su Santa Faz en las Tres partes de ese velo.
El mayestático cortejo procesional integrado por tres secciones bien uniformadas de letanías de penitentes nazarenos revestidos con reverencia con túnica verde, antifaz, peto y capa blanca (Paso de la Verónica) , túnica, antifaz, peto y capa morada (Paso del Nazareno) y túnica azul, antifaz, peto y capa celeste (Paso de la Virgen), y dirigidos magistralmente con especial finura por los Capataces Belén García Suanez, Hermana Mayor, Antonio Toro y José Antonio Ferre bajo los sones y acordes musicales de la Agrupación Musical Ntra. Sra. del Mar de Almería, Agrupación Musical Nuestra Señora del Carmen de Benalúa y Banda Municipal de la misma localidad anterior.
Al público asistente se le llenó el corazón de alegría al ver la llegada del momento íntimo del Encuentro, como destinatarios de una tradición de nuestra fe, mirando al cielo de Almería y transmitiendo el Evangelio, porque en los nazarenos con túnicas de diversos colores, con capa o sin ellas, uniformes de banda o con costal y mantillas que acompañan a las imágenes sagradas habían prendido la llama de la Fe. Podemos decir que este encuentro multitudinario con la fe es una visión propia del Quinto Evangelio según Almería.
A las 20 horas llegó a la Plaza Circular, María Santísima de la Amargura, que estrenó una saya en terciopelo rojo bordado a mano en hilo de oro fino, además de la cinturilla bordada a mano en hilo de oro fino sobre malla y la blonda de encaje de Valenciá en tono beige, y que junto a la belleza de su juvenil rostro, iba expresando la exclamación atónita de ver más allá los dolores de su amado Hijo Jesús Nazareno, Nazareno del Encuentro, Nazareno de Almería, adornado con rosas rojas y lilium morados, refleja la expresión de ternura y sufrimiento, suavidad y comprensión, mansedumbre y claridad, queriendo redimir a toda Almería, al convertirse en Jerusalén. Tras adentrarse la Virgen de la Amargura en la Avda. Reina Regente, abandonó el dintel del Gran Hotel Almería, en cuyo establecimiento hotelero se hizo una ofrenda floral por parte de Milagros Fábrega, en representación de la entidad Citymar, organizadora del I Certamen Literario del Encuentro, y la realización de una bella glosa de alabanza compuesta e interpretada por el distinguido cofrade Manuel Martínez Ramírez.
Todas las calles que confluyen en la Plaza Circular, el Jueves Santo, estaban transfiguradas, rebosando de un público expectante y fervoroso, para vivir espiritualmente, durante unos minutos, el encuentro con el misterio de Dios. Era la representación plástica viva de la cuarta Estación del Vía Crucis, al contemplar con el rostro afligido y doloroso de la Virgen de la Amargura el abatimiento de Jesús Nazareno con la mirada penetrante de la Verónica.
Tras el Encuentro y las oraciones hechas saetas, el cortejo procesional inició su andadura por la Carrera Oficial, con solemnidad penitencial y empaque, cerrando la comitiva al Virgen de la Amargura, “Reina del Encuentro y el Dolor ”, que estrenaba una saya en terciopelo rojo bordado a mano en hilo de oro fino, además de la cinturilla bordada a mano en hilo de oro fino sobre malla y la blonda de encaje de Valencia en tono beige. El Paso que estaba adornado con exquisita exornación floral de gladiolos y azucenas blancas, rosas naranjas y rosas, que nos habla del fervor inmaculista de la Cofradía, iba flanqueado por el benemérito Cuerpo de la Guardia Civil.
A la hora convenida, seis y media de la tarde, desde la Iglesia de San Antonio de Padua en el señero barrio de Ciudad Jardín, con un cielo azul celeste marino y mariano, entre olores de incienso, jazmines y galanes de noche, que nos recuerdan el tiempo primaveral veraniego, hizo acto presencia en la plaza de España con la mirada de la Enseña nacional, la comitiva procesional de la Ilustre Hermandad penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora la Virgen de Amargura.
Una cofradía, en cuya sede canónica, mantiene la idiosincrasia y la singularidad propia de la Almería de antaño, de aquella Almería que nuestros abuelos y padres conocieron, desde que se hacía el tradicional “Encuentro” en la Plaza de la Catedral, para ahora, entre miles de almas aclamar con vítores, oraciones y plegarias, el “Encuentro” multitudinario en la Plaza Emilio Pérez (Plaza Circular).
Afirmamos, que es éste, uno de los momentos más íntimos y estelares de nuestra Semana Santa, y que cada año congrega a miles de personas para presenciar el acto emotivo del Encuentro de María Santísima de la Amargura con Jesús Nazareno tras limpiarle el sagrado rostro la Santa mujer Verónica adornada con claveles rojos y rosas, y que estrenó un lienzo blanco plegado, con el que limpia piadósamente el rostro de Jesús, quedando grabada su Santa Faz en las Tres partes de ese velo.
El mayestático cortejo procesional integrado por tres secciones bien uniformadas de letanías de penitentes nazarenos revestidos con reverencia con túnica verde, antifaz, peto y capa blanca (Paso de la Verónica) , túnica, antifaz, peto y capa morada (Paso del Nazareno) y túnica azul, antifaz, peto y capa celeste (Paso de la Virgen), y dirigidos magistralmente con especial finura por los Capataces Belén García Suanez, Hermana Mayor, Antonio Toro y José Antonio Ferre bajo los sones y acordes musicales de la Agrupación Musical Ntra. Sra. del Mar de Almería, Agrupación Musical Nuestra Señora del Carmen de Benalúa y Banda Municipal de la misma localidad anterior.
Al público asistente se le llenó el corazón de alegría al ver la llegada del momento íntimo del Encuentro, como destinatarios de una tradición de nuestra fe, mirando al cielo de Almería y transmitiendo el Evangelio, porque en los nazarenos con túnicas de diversos colores, con capa o sin ellas, uniformes de banda o con costal y mantillas que acompañan a las imágenes sagradas habían prendido la llama de la Fe. Podemos decir que este encuentro multitudinario con la fe es una visión propia del Quinto Evangelio según Almería.
A las 20 horas llegó a la Plaza Circular, María Santísima de la Amargura, que estrenó una saya en terciopelo rojo bordado a mano en hilo de oro fino, además de la cinturilla bordada a mano en hilo de oro fino sobre malla y la blonda de encaje de Valenciá en tono beige, y que junto a la belleza de su juvenil rostro, iba expresando la exclamación atónita de ver más allá los dolores de su amado Hijo Jesús Nazareno, Nazareno del Encuentro, Nazareno de Almería, adornado con rosas rojas y lilium morados, refleja la expresión de ternura y sufrimiento, suavidad y comprensión, mansedumbre y claridad, queriendo redimir a toda Almería, al convertirse en Jerusalén. Tras adentrarse la Virgen de la Amargura en la Avda. Reina Regente, abandonó el dintel del Gran Hotel Almería, en cuyo establecimiento hotelero se hizo una ofrenda floral por parte de Milagros Fábrega, en representación de la entidad Citymar, organizadora del I Certamen Literario del Encuentro, y la realización de una bella glosa de alabanza compuesta e interpretada por el distinguido cofrade Manuel Martínez Ramírez.
Todas las calles que confluyen en la Plaza Circular, el Jueves Santo, estaban transfiguradas, rebosando de un público expectante y fervoroso, para vivir espiritualmente, durante unos minutos, el encuentro con el misterio de Dios. Era la representación plástica viva de la cuarta Estación del Vía Crucis, al contemplar con el rostro afligido y doloroso de la Virgen de la Amargura el abatimiento de Jesús Nazareno con la mirada penetrante de la Verónica.
Tras el Encuentro y las oraciones hechas saetas, el cortejo procesional inició su andadura por la Carrera Oficial, con solemnidad penitencial y empaque, cerrando la comitiva al Virgen de la Amargura, “Reina del Encuentro y el Dolor ”, que estrenaba una saya en terciopelo rojo bordado a mano en hilo de oro fino, además de la cinturilla bordada a mano en hilo de oro fino sobre malla y la blonda de encaje de Valencia en tono beige. El Paso que estaba adornado con exquisita exornación floral de gladiolos y azucenas blancas, rosas naranjas y rosas, que nos habla del fervor inmaculista de la Cofradía, iba flanqueado por el benemérito Cuerpo de la Guardia Civil.
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un abrazo