Por tercer año consecutivo con ligera brisa marina ha salido en procesión a las veintiuna horas por las calles de la feligresía de la Parroquia de San Roque la imagen sagrada del Santísimo Cristo del Mar, obra salida de la gubia del insigne imaginero sevillano Miguel Bejarano Moreno, realizado en madera de cedro policromado en el año 2003, y representa a Jesús clavado en la Cruz en el momento de pronunciar las Siete Palabras.
La procesión penitencial organizada desde la parroquia con un grupo de fieles encabezados por los cofrades José Antonio Pardo y Juan Espinosa, han hecho posible comenzar a sembrar una nueva semilla de una futura prehermandad penitencial en la advocación del Mar, en un barrio tan señero y tan genuinamente almeriense como es Pescadería, un barrio de gentes buenas, en el más sencillo sentido de la expresión, que tienen una fe en sus almas que guarda la pureza de una ciega confianza en este Cristo al que piden cantando una y mil veces, cuando sus ánimos están postrados por los suelos, que les libre del poder de la tierra para un día gozar el reino por El prometido.
Más de un millar de creyentes, fieles y cofrades, algunos portando cirios, acompañaron en su itinerario a la imagen en una devota procesión con recogido Vía Crucis por los aledaños de la Iglesia parroquial, a los sones musicales, de la Banda de Música Nuestra Señora del Mar de Huercal de Almería, que interpretaron diversas marchas procesionales. Imagen que iba portada por una treintena de costaleros, con la trabajadora estilo granadina, en el paso donde antes procesionaba la imagen del Misterio del Calvario. El cortejo procesional comenzaba con una Cruz de Guía alzada, obra de Cristóbal Martos, y que fue bendecida, ayer mismo, en una ceremonia religiosa presidida por el padre marianista Iñaki Sarasua.
Con recogimiento y piadoso seguimiento en los fieles que acompañaron al Cristo del Mar en su tercera salida procesional, de los cuales muchos almerienses vinieron de otros barrios y del centro para acompañar al Cristo del Mar en el silencio de la veneración por las estrechas y laberínticas callejas del barrio de Pescadería-La Chanca hasta llegar de nuevo a la Iglesia de San Roque donde le esperaba la Virgen Madre del Carmen, Virgen también nazarena, ascua de luz entre flores, Reina y Señora del Barrio de Pescadería, que no nos presentó en el Sábado de Pasión a su Hijo como símbolo de la muerte, sino de Vida Eterna y luz para el alma de los almerienses.
Este grupo de fieles apoyados por la Dirección Espiritual de la Parroquia de San Roque seguirán trabajando pastoralmente en comunión eclesial y atendiendo a las normas diocesanas para conseguir el decreto canónico de creación de una prehermandad con el título del Santísimo Cristo del Mar, Nuestra Señora de Las Lágrimas y San Juan Evangelista en el Monte Calvario.
Comentarios