ANTE la festividad litúrgica del dogma canónico del "SINE LABE CONCEPTA" con Misa Pontifical en la S. y A. I. Catedral de la Encarnación, Patrona del Arma de Infantería, incardinada en Almería en la Brigada de la Legión "Rey Alfonso XIII" mediante el "Sábado legionario", y tras la celebración festiva del día de la CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA con nula actividad institucional, la cual se hace más necesaria que nunca en su correcto pragmatismo establecida en la "Magna Carta" para estar al servicio de la acción con objeto que el futuro sea esperanzador.
La aconfesional y "laicista" democracia tiene el futuro asegurado porque se va adaptando a la mutación que la sociedad civil va experimentando en su proceso de real cambio. Estamos en un momento en el que los individuos hemos elevado nuestras expectativas y exigencias sobre el actual sistema y ante cualquier modelo alternativo nadie sabría qué hacer en su lugar.
Todo pasa por la transparencia como paradigma de la política y la economía, y con ello, los actos de las administraciones públicas con relevancia jurídica y económica, deberán de estar abiertos al conocimiento de la ciudadanía, sin necesidad de tener un interés directo en el asunto, y la reserva y el sigilo en el lenguaje administrativo junto con el secreto darán paso a la total apertura sin limitaciones y sin cohechos implícitos.
Está claro que las propias administraciones se gestionen por especialistas, y ésta adoptará el sistema rodado por las empresas en todo el mundo como una junta general de accionistas, que será el electorado quienes elegirán a un consejo de administración para un periodo de tiempo, que administrará la sociedad pero no escogerá a los directivos.
Ello llevará consigo no votar sobre lo que no se conoce, sobre todo porque el electorado votará a personas, que de forma altruista se dediquen a la política, no a partidos, y los ciudadanos opinarán en tiempo real sobre los asuntos sustanciales o baladíes mediante su computadora, de la misma forma que se realizan otras gestiones telemáticas.
Atendiendo al cuestionado artículo 135 de la vigente por muchos año más de la Constitución de la "Transición", el primer objetivo de un presupuesto es responder de forma ponderada a los intereses de los ciudadanos, optimizando los recursos con promoción de la igualdad social y consolidación de los servicios públicos. No se puede endeudar a las instituciones públicas.
Rafael Leopoldo Aguilera
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