Es siempre fascinante poder manejar el acontecer de nuestra realidad a través de ilusiones. Este concepto denota esperanza, proyecto y sueño, con la connotación de un futuro, que sin despegarse de lo palpable, debe configurar el acontecer de nuestra realidad. Pero las ilusiones no son nada, sin el compromiso certero, auténtico y sincero que las pueda hacer viables. Compromiso es responsabilidad, obligación moral por acercar nuestros objetivos a lo real y hacerlo viable. Y para que ello suceda, falta un tercer componente que completa la ecuación. Es fundamental, esencial e inevitable para llegar a conseguir nuestras metas, una poderosa carga de trabajo que certifique los objetivos en acciones concretas que enmarquen en lo visible, lo imaginado y sentido.
Y es ahora el momento, después de la reflexión lógica de cuantos acontecimientos han coincidido en el tiempo dentro del marco de la Feria Taurina Santa Ana 2013, dejar impresas las pautas que han hecho de esta fórmula particular, la corroboración de una hipótesis que ha situado a Roquetas de Mar entre los municipios con más repercusión mediática, turística y cultural en nuestro país. Y en ello, ha tenido un papel fundamental el modelo de Gestión elegido por el Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Dejar en las manos de profesionales fue la primera medida, ante una posición clara de cómo tenía que gestionarse el proyecto, para después fortalecer una estructura municipal que se ha volcado con la Tauromaquia, sin complejos y teniendo claro, que era fundamento de nuestra cultura, de nuestra economía, nuestra tradición y con un valor ecológico y paisajístico sin comparación.
Todo partía de una ilusión desmedida por llegar a alcanzar hitos en la consolidación de un proyecto que tenía la cultura y el espectáculo como objetivos principales. La Feria Taurina Santa Ana 2013 era la reválida ante un lleno histórico, el escaparate de una ciudad que debía apuntalar los cimientos de lo conseguido,…la llamada de atención de una localidad, y su ayuntamiento, que ha fraguado su éxito en el perfil comprometido de un sector turístico cómplice de un proyecto conjunto y vinculado al nombre de Roquetas de Mar. Era la ilusión de engrandecer un anhelo en su evolución cinética dentro del marco razonable y perseguido.
Y en el compromiso de un equipo estaba el secreto del éxito. Roquetas de Mar ha visto como su Feria Taurina ha ido creciendo en los últimos cinco años, observando como la inversión pública se reducía al mínimo elemento y su repercusión económica crecía por encima del millón de euros. Ha visto como su Coso completaba "el no hay billetes" en la interconexión perfecta entre diversión y cultura. El ocio llegaba al sentimiento del aficionado. La cultura a la sensibilidad de un público entusiasmado y a la emoción desmedida del artista. Mientras tanto, la Gestión Municipal vestía de luces el paseillo que asentaba la faena pensada, planificada y prevista que ha relanzado y proyectado Roquetas de Mar por todo el mundo.
El trabajo ha sido duro. Un trabajo concienzudo y difícil ha marcado este lance "juliano" que ha terminado por constatar como la responsabilidad está directamente relacionada con el éxito en la base de horas dedicadas a potenciar Roquetas de Mar con La Fiesta como referente, y su ayuntamiento como estandarte. El primer indulto, toreros por la puerta grande, ganaderías que han dejado en el albero la bravura y dignidad del animal que hace arte en su movimiento, tendidos abarrotados, llenos de alegría certificando que la decisión es la correcta, felicitaciones que soportan el trabajo de un municipio que puede mirarse al espejo de la conciencia sin necesidad de vislumbrar aspirantes a filósofos que escondan en sus complejos tanta cabeza caída ante el fracaso y la escasez de principios e ideas.
Y es hoy, cuando después de tanto esfuerzo, vuelvo a reiterar que jamás hay que morir de éxito,
desde este ayuntamiento seguiremos relanzando la ilusión, incrementando el compromiso, y demostrando la capacidad de trabajo que avala nuestras decisiones con casi 4000 abonados y más de 7.000 aficionados en cada uno de los festejos organizados.
Es ahora, cuando en la reflexión pausada, obligada y necesaria vuelve a mi mente aquel artículo que bajo el título "Gracias, gracias, gracias", enmarcaba que el éxito era mucho más que el simple capricho de unos pocos, que el camino se hacía entre todos y que esa ilusión, ese compromiso y ese trabajo era compartido y dividido en miles de personas que engrandecían su municipio, fortalecían nuestras costumbres, admiraban su cultura y potenciaban su turismo y su economía. Por ello, y reiterando un año más este agradecimiento, no puedo más que, sirviéndome de mi experiencia, soportar en una opinión personal el hecho más que comprobable del éxito sin paliativos que ha colocado nuestro municipio en un entorno magnífico en cuanto a gestión, publicidad, imagen y promoción, siempre teniendo la prudencia como guía. Desde luego, es calculable el valor de las páginas de diarios, portales digitales, minutos de radio y televisión, lo conseguido por nuestro sector hostelero y hotelero, nuestros comercios, la proyección de nuestra feria, la repercusión social, cultural y económica de la misma en nuestra localidad, pero es precisamente lo incalculable lo que más me satisface personalmente,…la felicidad en los rostros de aquellos que por unas horas volcaron su realidad al arte del maestro y a la bravura del animal. La Fiesta Nacional hace feliz a la gente y Roquetas de Mar es el mejor escenario y la prueba de ello.
ELOÍSA CABRERA | ACTUALIZADO 02.08.2013 - 01:00
http://www.elalmeria.es/article/opinion/1575667/ilusion/compromiso/y/trabajo.html
Y es ahora el momento, después de la reflexión lógica de cuantos acontecimientos han coincidido en el tiempo dentro del marco de la Feria Taurina Santa Ana 2013, dejar impresas las pautas que han hecho de esta fórmula particular, la corroboración de una hipótesis que ha situado a Roquetas de Mar entre los municipios con más repercusión mediática, turística y cultural en nuestro país. Y en ello, ha tenido un papel fundamental el modelo de Gestión elegido por el Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Dejar en las manos de profesionales fue la primera medida, ante una posición clara de cómo tenía que gestionarse el proyecto, para después fortalecer una estructura municipal que se ha volcado con la Tauromaquia, sin complejos y teniendo claro, que era fundamento de nuestra cultura, de nuestra economía, nuestra tradición y con un valor ecológico y paisajístico sin comparación.
Todo partía de una ilusión desmedida por llegar a alcanzar hitos en la consolidación de un proyecto que tenía la cultura y el espectáculo como objetivos principales. La Feria Taurina Santa Ana 2013 era la reválida ante un lleno histórico, el escaparate de una ciudad que debía apuntalar los cimientos de lo conseguido,…la llamada de atención de una localidad, y su ayuntamiento, que ha fraguado su éxito en el perfil comprometido de un sector turístico cómplice de un proyecto conjunto y vinculado al nombre de Roquetas de Mar. Era la ilusión de engrandecer un anhelo en su evolución cinética dentro del marco razonable y perseguido.
Y en el compromiso de un equipo estaba el secreto del éxito. Roquetas de Mar ha visto como su Feria Taurina ha ido creciendo en los últimos cinco años, observando como la inversión pública se reducía al mínimo elemento y su repercusión económica crecía por encima del millón de euros. Ha visto como su Coso completaba "el no hay billetes" en la interconexión perfecta entre diversión y cultura. El ocio llegaba al sentimiento del aficionado. La cultura a la sensibilidad de un público entusiasmado y a la emoción desmedida del artista. Mientras tanto, la Gestión Municipal vestía de luces el paseillo que asentaba la faena pensada, planificada y prevista que ha relanzado y proyectado Roquetas de Mar por todo el mundo.
El trabajo ha sido duro. Un trabajo concienzudo y difícil ha marcado este lance "juliano" que ha terminado por constatar como la responsabilidad está directamente relacionada con el éxito en la base de horas dedicadas a potenciar Roquetas de Mar con La Fiesta como referente, y su ayuntamiento como estandarte. El primer indulto, toreros por la puerta grande, ganaderías que han dejado en el albero la bravura y dignidad del animal que hace arte en su movimiento, tendidos abarrotados, llenos de alegría certificando que la decisión es la correcta, felicitaciones que soportan el trabajo de un municipio que puede mirarse al espejo de la conciencia sin necesidad de vislumbrar aspirantes a filósofos que escondan en sus complejos tanta cabeza caída ante el fracaso y la escasez de principios e ideas.
Y es hoy, cuando después de tanto esfuerzo, vuelvo a reiterar que jamás hay que morir de éxito,
desde este ayuntamiento seguiremos relanzando la ilusión, incrementando el compromiso, y demostrando la capacidad de trabajo que avala nuestras decisiones con casi 4000 abonados y más de 7.000 aficionados en cada uno de los festejos organizados.
Es ahora, cuando en la reflexión pausada, obligada y necesaria vuelve a mi mente aquel artículo que bajo el título "Gracias, gracias, gracias", enmarcaba que el éxito era mucho más que el simple capricho de unos pocos, que el camino se hacía entre todos y que esa ilusión, ese compromiso y ese trabajo era compartido y dividido en miles de personas que engrandecían su municipio, fortalecían nuestras costumbres, admiraban su cultura y potenciaban su turismo y su economía. Por ello, y reiterando un año más este agradecimiento, no puedo más que, sirviéndome de mi experiencia, soportar en una opinión personal el hecho más que comprobable del éxito sin paliativos que ha colocado nuestro municipio en un entorno magnífico en cuanto a gestión, publicidad, imagen y promoción, siempre teniendo la prudencia como guía. Desde luego, es calculable el valor de las páginas de diarios, portales digitales, minutos de radio y televisión, lo conseguido por nuestro sector hostelero y hotelero, nuestros comercios, la proyección de nuestra feria, la repercusión social, cultural y económica de la misma en nuestra localidad, pero es precisamente lo incalculable lo que más me satisface personalmente,…la felicidad en los rostros de aquellos que por unas horas volcaron su realidad al arte del maestro y a la bravura del animal. La Fiesta Nacional hace feliz a la gente y Roquetas de Mar es el mejor escenario y la prueba de ello.
ELOÍSA CABRERA | ACTUALIZADO 02.08.2013 - 01:00
http://www.elalmeria.es/article/opinion/1575667/ilusion/compromiso/y/trabajo.html
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