Lleva 44 años en Almería por lo cual se siente plenamente almeriense Es la coordinadora del Aula de Literatura de Roquetas de Mar por donde han pasado los más grandes escritores.
Pilar Quirosa-Cheyrouze, Tetuán, 1956. Escritora, llegó a Almería en 1969, por traslado laboral de su padre, para trabajar en la torre de control del aeropuerto. Ha dirigido numerosos proyectos, destacando la dirección del Aula de Literatura de Roquetas de Mar y actualmente es la jefa del Departamento de Publicaciones Externas del Instituto de Estudios Almerienses.
Por su labor como intelectual ha recibido el Premio Meridiana de Educación y Cultura, otorgado por la Junta de Andalucía. Ha publicado numerosos libros en poesía y narrativa, resaltando la publicación de su último poemario Estela Sur y la novela Tiempo de espigas. Ha recibido importantes premios literarios, destacando el premio de Poesía Victoria Kent y ha sido finalista del Premio Andalucía de la Crítica.
Mantiene en su despacho la foto de cortesía de los Príncipes de España, firmada, por ser la Delegada en Almería de la Asociación de escritores y artistas españoles.
P.- Después de siete años dirigiendo el Aula de Literatura de Roquetas de Mar, ¿Cuál ha sido una de las razones por secundar esta iniciativa, y seguir trabajando en este proyecto?
R.- La idea de compartir un proyecto literario solvente y participativo. El haber contado con escritores de la talla de Luis Antonio de Villena, Fernando Sánchez Drago, Lorenzo Silva, Andrés Newman, Ouka Leele, Luis Alberto de Cuenca, Aurora Luque, Paloma Fernández Gomá, Enrique Badosa, Juana Castro, Felipe Alcaraz, Félix Grande, … y como no, el homenaje a Julio Alfredo Egea, que inauguró el Aula de Literatura, en un acto muy emotivo, y a quien posteriormente el Ayuntamiento de Roquetas de Mar dedicó la plaza que lleva su nombre.
P.- De tu relación con el insigne poeta, Julio Alfredo Egea, que es lo que más te ha unido a él?
R.- Me une a Julio Alfredo Egea una gran amistad, nacida de la sensibilidad de su poesía y de su profundo humanismo.
P.- Llevas más diez años organizando las Jornadas Literarias del Instituto de Estudios Almerienses, ¿cuáles han sido los mayores retos con los que te has enfrentado?
R.- Llevar a puerto un proyecto que se inició en el año 1999, con la participación de escritores relevantes de la literatura. Y en los últimos cuatro años, el principal reto ha sido difundir esta iniciativa por los municipios de la provincia. Hace cuatro años realizamos un monográfico dedicado a la poesía repentista cubana; después, continuamos con la poesía andaluza contemporánea; el siguiente proyecto fue dedicado a Al-Andalus, literatura y pensamiento. Continuamos con homenajes a Nicolás Salmerón y Miguel Hernández. Se dedicaron unas jornadas a la oralidad, la tradición y el folclore. Le siguió el encuentro en Uleila con los poetas Ángel García López, Julio Alfredo Egea y Rafael Guillén y el homenaje a María Zambrano en Bentarique. Y el próximo está dedicado al cine y a la literatura, con la participación del realizador Manuel Martín Cuenca.
P.- Has desempeñado muchos cargos de responsabilidad a nivel cultural, ¿Alguna vez has sufrido por el hecho de ser mujer a la hora de ejercer esas atribuciones?
R.- Indudablemente, a lo largo de la vida te puedes encontrar con demasiados escollos, pero el pensamiento positivo, el creer en algo, las ganas de luchar y, sobre todo, que te encuentras verdaderos pilares humanistas… son los que te hacen seguir adelante.
P.- Azul tristeza fue el título de tu última novela, ¿Por qué Azul tristeza?
R.- Porque se desarrolla y tiene lugar en un tiempo oscuro para España, como fue el régimen franquista-. En inglés blue tiene algo que ver con la nostalgia. El personaje principal, la niña, María, simboliza el idealismo y el ansia de transición. El chico, el militar, César, refleja los inicios de esa nueva época, de alguna manera: un personaje contradictorio a nivel afectivo, lejos del plano sentimental.
P.- ¿Tu última novela?
R. Tiempo de espigas, que se presenta en estos días. Un texto fragmentario, de ficción, que contiene una crónica, dura, actual, vivida al compás de la esperanza y desencanto, ubicada en los parajes alicantinos, mediterráneos, en Altea. La fuerza dramática de la historia fluye a través del componente sentimental y la soledad del ser que necesita de la palabra y los silencios.
P.- ¿Cómo ves el desarrollo cultural que ha existido en Almería en estos últimos años?
R.- Hace un tiempo, hablamos sobre la dinamización de la cultura con la presentación del Grupo Literario Espartaria de Lorca (Murcia), en el Sala cultural Juan Goytisolo, ejemplo de unión y del espíritu solidario que abraza un lenguaje universal, y que su objetivo es compartir y no poner coto a la cultura. Me siento identificada con este proyecto enriquecedor. Ahora ha vuelto a suceder con motivo del I Encuentro Nacional de las Letras del Mediterráneo, organizado por MECA (Mediterráneo Centro Artístico) y Círculo Artístico Cálamo, bajo la coordinación de Guillermo de Jorge y Fernando Barrionuevo. Es importante que se haga reflexión y análisis en torno a la literatura, ya que el espíritu crítico es fundamental a lo hora de llevar a cabo esta filosofía de vida. En esto seguimos trabajando, con los compañeros de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios. Acabamos de celebrar los premios Andalucía de la crítica de este año, el ganador de narrativa ha sido Guillermo Busutil y en poesía, Antonio Carvajal, decidiendo otorgar el premio Opera Prima a Francisco Onieva.
P.- También con la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, desde la delegación en Almería. Y con el IEA, desde la parcela editorial.
R.- Sí, es grato el encuentro tanto con la Asociación de Escritores y Artistas Españoles y con los compañeros del Consejo Editorial del Instituto de Estudios Almerienses. Estimamos que hay calidad en las publicaciones y cuidamos de que así continúe desarrollándose nuestro actual cometido.
GUILLERMO DE JORGE | ACTUALIZADO 25.08.2013 - 05:00
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