Es una pregunta año
sí, año también. No creo que las cofradías ni ninguna actividad sirvan de
trampolín para alcanzar ninguna proyección personal, salvo la estrictamente
cofrade de poder hacer una buena gestión y gobernanza en el ámbito de la
religiosidad popular.
Otra cuestión diferente, que puede estar relacionada o
no, sí los cristianos, los cofrades, los católicos, debemos de hacer apostolado
en nuestra vida doméstica y profesional, en la sociedad en la que nos ha tocado
vivir, siempre con respeto a los principios constitucionales y códigos
deontológicos de toda profesión.
Pues sí, no hay porque estar acomplejados en
decir cuando proceda con templanza y ponderación que nos sentimos muy
orgullosos de nuestra iglesia, curas, monjas, fieles, cofrades, etcétera; sin
ningún tipo de presión ni coacción.
Lo que sí es cierto que muchos cargos en
las cofradías han demostrado posteriormente en otros ámbitos de la cultura y la
sociedad seguir arrimando el hombro con pasión participando y colaborando de
forma altruista y filantrópica defendiendo los intereses generales y sociales
propios del entorno en donde se desenvuelven.
---------------------------------------
Entre quienes no
conoce de cerca el mundo de las Cofradías, se extiende la crítica de que
Hermanos Mayores y Directivos de las Juntas de Gobierno se perpetúan y utilizan
su cargo como escalera para ascender socialmente o para promocionarse
profesionalmente o incluso políticamente.
Que son personas ambiciosas con poco
nivel de estudios y profesión poco relevante que en condiciones normales jamás se verían por el Paseo en comitiva portando vara de oro junto a Obispos,
Vicarios, Clérigos, Alcaldes, Concejales, Generales y demás gobernantes;
acaparando portadas en prensa o de contertulios en programas de radio o
televisión o recitando pregones ante Iglesias o auditorios repletos, buscando
un reconocimiento y una posición social que de otro modo les resultaría casi
imposible.
Pero lo que no saben estas lenguas viperinas es que estos fieles dedican
muchísimas horas a la Cofradía de forma absolutamente altruista y
desinteresada, sin recibir ninguna contraprestación económica, incluso
aportando su propio dinero, restando dedicación a sus familias, a sus
quehaceres, a su vida personal y descanso, siendo a veces también cuestionados
por los suyos con comentarios hirientes y sin recibir nada material a cambio,
tan solo la satisfacción personal de haber puesto todo su esfuerzo en un
trabajo bien hecho.
Rafael Leopoldo Aguilera
Ginés Valera Escobar
Diario de Almería, 14 de abril, Viernes Santo, 2017
Comentarios