NO.
En relación otras partidas presupuestarias, que se destinan a distintas
actividades cívicas del ámbito cultural, la poca ayuda monetaria que reciben
las Cofradías, sea directa o diferida, en relación con el valor añadido que
aporta la Semana Santa de Almería a la sociedad civil, especialmente, al ámbito
mercantil, es una ayuda que deja mucho que desear. Una Semana Santa precisa de
una ayuda económica, que se materialice en el ámbito propiamente de las
Estaciones de Penitencia, de tal forma, que lo que aportan los cofrades, vaya dirigido a obras de caridad, y no
detraer de estas limosnas, dinero para
los cortejos procesionales, sino para fines estrictamente filantrópicas de carácter
pastoral. En fin, hay que hacer un esfuerzo entre la Administración Autónoma y
Local en coadyuvar a una de las tradiciones culturales más importantes de
nuestra religiosidad popular.
NO. Dado el carácter aconfesional del
Estado, por su proximidad al ciudadano solo
los Ayuntamientos dedican especial atención a la Semana Santa como fiesta con importantes partidas para
acondicionamiento y limpieza de los itinerarios pasionales, instalación de
tribunas y sillas gratuitas, folletos, azafatas, faldones, embellecimiento,
subvención directa a las Cofradías, carteles, conciertos y difusión en los
medios para su declaración como fiesta de interés nacional. Por el contrario,
las Administración del Estado solo contribuye a asegurar la seguridad pública y
tiene una deuda pendiente en resolver la pésima comunicación de Almería que le
resta afluencia de visitantes. Y la Administración autonómica podría hacer
muchísimo más pues parece limitarse a
promocionar el turismo a Andalucía en la Semana de Pasión. Prescindiendo de
entrar en el hecho religioso en sí, es indudable que la presencia
multitudinaria de propios y extraños en las calles almerienses para presenciar los desfiles procesionales
genera un importantísimo movimiento económico y un valor añadido que revierte
en los Municipios y que las Administraciones Públicas y las Entidades privadas
deberían implicarse mucho más en la financiación de la Semana Santa, pues este
enorme esfuerzo no puede realizarse tan solo con los menguantes ingresos de las
Cofradías a causa de la crisis.
Rafael Leopoldo Aguilera - Ginés Valera Escobar
Publicado en el Diario Almería, 19.03.2016
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