SI.
Auténtica no sé si será o no. La que
hay, sí estoy convencido que tiene ese espíritu de fraternidad cofrade. Que
debería de haber más vida de Hermandad, puede ser. Las Cofradías y la
Agrupación organizan gran cantidad de actos y actividades, pero que no tienen
todo el peso cuantitativo que
quisiéramos, porque cada cofrade tiene su casuística personal a la hora de
decidir sí va o no va a una actividad programada por la Hermandad, y menos aún,
a la sede social de la misma. De todas formas, la vida de las Hermandades se
corresponde o es un reflejo de la sociedad en la que vivimos no exenta de
desesperanza y descreída; y sí vivimos de espalda a Dios y sin ningún tipo de
vida religiosa y espiritual, no podemos exigirnos que en las Hermandades exista
cum laude sobresaliente en cuanto a la autenticidad fraternal. En este campo,
considero que debe de hacerse un esfuerzo, cada vez mayor, en no decaer la vida
en las hermandades en correlación directa con la vida en la sede canónica de la
cofradía, para que exista una total simbiosis pastoral. Eso sí, la vida de
hermandad, no solo es ir a la Casa de Hermandad, sino estar pendiente a nivel
de caridad con los hermanos cofrades y feligreses de la parroquia, sin caridad
ni hay amor ni esperanza alguna, y menos aún, autenticidad cofrade.
Ciertamente
entre los Hermanos y Hermanas que integran las Cofradías almerienses hay un
poco de todo, representativo de la sociedad. Está el pasivo que se limita a
pagar su cuota, asistir todo lo más al cabildo general, a votar al Hermano
Mayor en las elecciones (o ni eso) y a presenciar la Estación de Penitencia
desde fuera del cortejo, como un mero espectador, sin implicarse en nada más.
También hay Nazarenos, Costaleros y Mantillas que una vez que la Virgen entre
en Templo, cuelgan la túnica o el costal
o la peineta y hasta el año que viene. Pero a Dios gracias todas las
Cofradías tienen un grupo de miembros muy comprometidos y activos que sí hacen
auténtica Hermandad, que se desviven, que se esfuerzan para que la salida
procesional sea impecable, que no falle nada. Limpian plata, queman cera,
adornan floralmente los pasos, buscan publicidad para los boletines
cuaresmales, cargan los pasos, portan cirios y pesados enseres…. Que organizan
y asisten a los actos y a los cultos de la Hermandad todo el año. Hagamos
autocrítica de una vez y reconozcamos que la asignatura pendiente de casi todas
las Hermandades es precisamente eso: la falta de hermanamiento y de convivencia
entre todos el resto del año, no solo el día de la Estación de Penitencia que a
todos une.
Rafael Leopoldo Aguilera@Ginés Valera Escobar
Diario Almeria 22.03.21016
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