Imposición de la Corona a la Stma. Virgen del Consuelo por el Muy Ilustre Dr. Don Juan López Martín, q.e.p.d. Foto: Sr. Don Manuel Martínez Ramírez |
El día 1 de abril de 1978, como en aquella época se conocía esa fecha tan señalada en España, como “el día de la victoria” con motivo de la finalización de la guerra incivil española de 1936-1939, se reorganizó la Cofradía del Silencio, que durante el año 1978 no procesionó con ninguna de sus Imágenes, al no disponer de medios económicos para poder sufragar la salida procesional, al haber sido abandonada por la Organización sindical, CNS, a la que estaba vinculada desde su fundación en 1946.
Un duro golpe a la piedad popular almeriense, tras un proceso de reajuste en los años setenta, en los que se produjeron verdaderas “espantás” como en el arte de la tauromaquia, de la inmensa mayoría de trabajadores-cofrades que pertenecían a la organización sindical del Régimen franquista, y a su vez, a la Cofradía del Silencio, y que pensaban que su continuidad en la misma, les podría producir perjuicios por la situación tan tensa que estaba viviendo la España pre-democrática, incluso la censura en sus carreras profesionales, al pensar muchos de ellos que seguirían dominando el sector público en puestos de relevancia, y eso ocurrió en algunos casos, y en otros, cayeron en el total ostracismo por el aparato del poder que se desvincularon del Movimiento, negándolo "como Pedro negó a Jesús durante la Pasión descrita en los Santos Evangelios".
Muchos de ellos, tras su jubilación, y otros, visto que nada podían hacer, volvieron a sus orígenes cofrades, los menos, y otros, con cierta lejanía y nostalgia recuerdan esa etapa, en la que la Cofradía del Silencio acaparaba por su procesión tan majestuosa y mayestática las pocas informaciones periodísticas, que estaban más por desligarse de todo aquello que oliese a “cera”, y la presencia masiva de fieles y penitentes en su recorrido procesional.
Pero fue una excelente persona, un buen cofrade, y mejor amigo, D. Miguel Aparicio Rodríguez, q.e.p.d., quien se hizo cargo de reorganizar la Cofradía del Silencio bajo el mandato del Hermano Mayor D. José Manzano Gómez y con la colaboración de D. Francisco Sierra Guirado, quien facilitó su despacho profesional para mantener las primeras reuniones de la Cofradía.
Llegado el uno de abril de 1978, se constituyó la primera Junta de Gobierno, manteniéndose de Hermano Mayor a D. José Manzano Gómez, Primer Teniente Hermano Mayor D. Miguel Aparicio Rodríguez y Segundo Teniente Hermano Mayor D. Juan Rafael Aguilera Martínez, y demás cargos ocupados por los cofrades D. Manuel Vicente Barranco Rodríguez, que actualmente continúa en la Junta de Gobierno desde la citada fecha, Don Fructuoso Pérez, q.e.p.d., Don Federico Bueno Haro, Don Francisco Vivas, Don José Manuel Sánchez, Don José Antonio Asensio y Rafael Leopoldo Aguilera, incorporándose en esas mismas fechas, quien después sería Consiliario Fray Miguel Sagredo Jiménez.
Una felicitación muy especial para D. Manuel Vicente Barranco Rodríguez, que permanece en la Junta de Gobierno desde la reorganización de la Hermandad en 1978, tras ostentar en varias ocasiones el cargo de Hermano Mayor.
Que el Vía Crucis que se celebra esta noche organizado por la Real, Ilustre y Franciscana Cofradía del Silencio sirva de acción de gracias por todos estos años de vivencia personal en la Cofradía penitencial y nazarena del Silencio.
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Sirva para ello entonces el Via+Crucis de hoy.