El fiscal del Supremo propone suprimir todos los aforamientos, que califica de privilegios. Días pasados, en Almería estuvo presentando magistralmente en el IEA la publicación de Maruja Lago Santisteban " A través de la miradas de mis ojos".
El fiscal del Tribunal Supremo Manuel Dolz considera que
deberían suprimirse todos los aforamientos porque, a su juicio, suponen un
privilegio procesal y, en cierto modo, un desprecio a los jueces ordinarios
predeterminados por la ley.
El fiscal afirma que los aforamientos no deberían existir ni
siquiera mientras se ejerce un cargo. Otra cosa es, a su juicio, la
inviolabilidad parlamentaria, que ha de mantenerse.
El fiscal del Tribunal Supremo Manuel Dolz considera que
deberían suprimirse todos los aforamientos porque, a su juicio, suponen
un"privilegio procesal" y, en cierto modo, "un desprecio a los
jueces ordinarios predeterminados por la ley".
Dolz, que participa en un encuentro de la Universidad
Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) impulsado por la Policía Científica, ha
puntualizado a los medios de comunicación que en estas manifestaciones no habla
como miembro de la Fiscalía del Supremo, sino exclusivamente en su nombre,
"personalmente". "Estoy en contra totalmente de los
aforamientos, creo que son un privilegio procesal que atenta contra el
principio de igualdad en la aplicación de la ley y que suponen una desconfianza
estructural ante un Poder del Estado, que son los jueces y los fiscales",
ha subrayado.
Por ello, Dolz entiende que "los aforamientos deberían
suprimirse todos" y no deberían existir "ni siquiera" mientras
se ejerce un cargo. Otra cosa es, a su juicio, la inviolabilidad parlamentaria,
que ha de "mantenerse" al ser una protección de esos representantes
en el ejercicio de su libertad de expresión, y la inmunidad parlamentaria, que
supone la imposibilidad de dirigir una causa contra un parlamentario en el
ejercicio de su cargo sin permiso de las Cortes.
Pero, en opinión de Dolz, esas causas deberían llevarse por
tribunales y jueces ordinarios. Este fiscal piensa que deberían suprimirse
todos los aforamientos, también para la Casa Real, porque "todos los
ciudadanos son iguales ante la ley". En el caso del rey, según precisa, la
Constitución recoge que es inviolable, pero cuando deja esa responsabilidad
"es un ciudadano más", sujeto "a la legalidad" y "al
Poder Judicial". "No tiene justificación, solo en España tenemos
estos aforamientos", ha dicho Dolz, que recalca que "no se tiene por
qué dudar de la competencia" de los jueces ordinarios.
Este fiscal del TS ha advertido además de que Cristina de
Borbón podría no sentarse en el banquillo aunque la Audiencia Provincial de
Palma confirmara su imputación en el caso Nóos, en caso de que se aplicara la
'doctrina Botín'. Dolz ha explicado que, de acuerdo con precedentes como el de
la denominada 'doctrina Botín', no es posible abrir juicio oral cuando solo lo
pide la acusación popular, y sin que lo soliciten la Fiscalía o la acusación
particular.
Este fiscal ha señalado que ese criterio fue
"matizado" por la "doctrina Atutxa" y habrá que
"barajarlos" si la Audiencia de Palma finalmente confirma en su
integridad el auto del juez Castro. En este caso, ni elMinisterio Fiscal ni la
acusación particular -la Abogacía del Estado- piden la apertura de juicio oral
contra Cristina de Borbón, según ha recordado Dolz. También ha recalcado que
"es evidente" que cualquier ciudadano español, "incluida"
Cristina de Borbón "merece un juicio justo".
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