Domingo de Ramos en el Barrio de Los Ángeles. Un murmullo al compás silencioso de miles de personas que se congregaban en las calles adyacentes de Casa Hermandad para ver y sentir de cerca los ayes de las saetas, las pisadas de los costaleros y la penitencia de los nazarenos y mantillas, todo un cortejo procesional que se puso en marcha minutos antes de las cinco en punto de la tarde, hora de clarines y timbales, para recibir con honor y gloria a la cruz de guía, símbolo de la Redención.
La campana de atención del diputado mayor Pedro Martínez Oliver se escuchó en la lejanía para indicar el caminar característico de esta hermandad de barrio, en donde, el centro se hace barrio, y el barrio se hace centro, para visualizar en sus esquinas, callejones, plazas y enredaderas, acompañado los pasos de Misterio y de Palio por más de doscientos hermanos con atributos monásticos del azul celeste de nuestro cielo almeriense camino de la apostólica catedral fortaleza y de la carrera oficial tras dejar de sí el recuerdo del santo súbito y magno arrodillado ante los conventos de clausura de las Claras y las Puras que rezan por los bienaventurados en olor a santidad.
Y a la firmeza en la voz del capataz Alejandro Suárez sonó el martillo en el paso barroco el Santísimo Cristo de la Misericordia en su Crucifixión, plasmado con la gubia e inspiración devota del escultor Dubé de Luque, a los tonos musicales de la Agrupación Musical Nuestra Señora del Carmen de Cuevas del Almanzora, que con gran reverencia y fervor marchaba a paso costalero de alpargata y costal, ganándose como apóstoles el cielo e introduciéndose en sentido ecuménico en el casco histórico de la ciudad para recibir las miles de oraciones y plegarias de miles de almerienses y no almerienses que abarrotaban las calles decimonónicas adoquinadas.
Y tras el paso de Misterio, un tramo de nazarenos y cincuenta camareras de la Virgen vestidas de negro con la clásica mantilla española, iba el bellísimo paso de palio dirigido por Francisco José Becerra, con exquisita profusión de flores rosas de color rosa y un crespón negro por la memoria de un cofrade fallecido - Pedro-.
Y entre valares y bambalinas iba María Santísima de los Ángeles, Reina de los Ángeles, Arcángeles y querubines, que alumbraban su carey y su cara, en su paso de palio neobarroco plateado, cubierto por un techo bordado con exquisitez y finura por el Taller de la Cofradía dirigido por Francisco Salas, que con elegancia metafísica iba andando al ritmo doloroso del calvario almeriense con los sones de la Banda de Música de los Iris de Instinción, con una elegante nueva uniformidad, y dirigida por el maestro Felipe Berenguel, que a la cadencia de su batuta se estrenó a la salida del cortejo, la nueva marcha " Ángeles en el cielo" compuesta por Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros.
La presidencia estuvo integrada por el Hermano mayor José García, la Camarera Mayor revestida de clásica mantilla española, Rvdo. Francisco Sáez, la concejala parlamentaria Aránzazu Martín y miembros del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil flanqueando protocolariamente el paso de palio.
Rafael Leopoldo Aguilera
http://www.elalmeria.es/article/semanasanta/1751295/cielo/con/los/angeles.htm
La campana de atención del diputado mayor Pedro Martínez Oliver se escuchó en la lejanía para indicar el caminar característico de esta hermandad de barrio, en donde, el centro se hace barrio, y el barrio se hace centro, para visualizar en sus esquinas, callejones, plazas y enredaderas, acompañado los pasos de Misterio y de Palio por más de doscientos hermanos con atributos monásticos del azul celeste de nuestro cielo almeriense camino de la apostólica catedral fortaleza y de la carrera oficial tras dejar de sí el recuerdo del santo súbito y magno arrodillado ante los conventos de clausura de las Claras y las Puras que rezan por los bienaventurados en olor a santidad.
Y a la firmeza en la voz del capataz Alejandro Suárez sonó el martillo en el paso barroco el Santísimo Cristo de la Misericordia en su Crucifixión, plasmado con la gubia e inspiración devota del escultor Dubé de Luque, a los tonos musicales de la Agrupación Musical Nuestra Señora del Carmen de Cuevas del Almanzora, que con gran reverencia y fervor marchaba a paso costalero de alpargata y costal, ganándose como apóstoles el cielo e introduciéndose en sentido ecuménico en el casco histórico de la ciudad para recibir las miles de oraciones y plegarias de miles de almerienses y no almerienses que abarrotaban las calles decimonónicas adoquinadas.
Y tras el paso de Misterio, un tramo de nazarenos y cincuenta camareras de la Virgen vestidas de negro con la clásica mantilla española, iba el bellísimo paso de palio dirigido por Francisco José Becerra, con exquisita profusión de flores rosas de color rosa y un crespón negro por la memoria de un cofrade fallecido - Pedro-.
Y entre valares y bambalinas iba María Santísima de los Ángeles, Reina de los Ángeles, Arcángeles y querubines, que alumbraban su carey y su cara, en su paso de palio neobarroco plateado, cubierto por un techo bordado con exquisitez y finura por el Taller de la Cofradía dirigido por Francisco Salas, que con elegancia metafísica iba andando al ritmo doloroso del calvario almeriense con los sones de la Banda de Música de los Iris de Instinción, con una elegante nueva uniformidad, y dirigida por el maestro Felipe Berenguel, que a la cadencia de su batuta se estrenó a la salida del cortejo, la nueva marcha " Ángeles en el cielo" compuesta por Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros.
La presidencia estuvo integrada por el Hermano mayor José García, la Camarera Mayor revestida de clásica mantilla española, Rvdo. Francisco Sáez, la concejala parlamentaria Aránzazu Martín y miembros del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil flanqueando protocolariamente el paso de palio.
Rafael Leopoldo Aguilera
http://www.elalmeria.es/article/semanasanta/1751295/cielo/con/los/angeles.htm
Comentarios