Ir al contenido principal

Recuperemos la tradición litúrgica del Oficio de Tinieblas en las sedes canónicas de las Hermandades de penitencia de silencio.

Los hermanos de las Cofradías necesitan momentos íntimos de
espiritualidad en el silencio de los templos.

Dentro de la variedad de celebraciones litúrgicas de la Iglesia Romana durante la Semana Santa, uno de los ejemplos más conmovedores fue siempre el Oficio de Tinieblas, Officium tenebrarum, que no es otra cosa que el canto o rezo de las horas litúrgicas Maitines y Laudes del Jueves, Viernes y Sábado santos, trasladados a la víspera, siempre al atardecer, para posibilitar una mayor asistencia de fieles cristianos.

Destacar este Oficio, con la denominación de Oficio de Lecturas y Laudes en la Catedral, el Viernes y Sábado Santo, pero por la mañana, a las 10 horas, en la oscuridad del coro del recinto catedralicio, con tan sólo las velas de un tenebrario, y la presencia del Obispo revestido con ropas oscuras, Cabildo de Canónigos y Seminaristas.

Sería muy conveniente que las hermandades llamadas de “silencio”, Gran Poder, Perdón, Silencio, Caridad, Santo Sepulcro y Soledad, recuperasen en sus sedes canónicas, donde no se esté llevando a cabo, el Oficio de Tinieblas, llamando a la presencia, no solo de cofrades, sino a fieles y vecinos del entorno de la feligresía para asistir al cántico de las diversas antífonas, responsorios y salmos, y con las lecturas correspondientes al triduo sacro, a fin de recordar la Pasión de Cristo, su agonía y muerte, y sus exequias y sepultura.

Pasados no más de diez o quince minutos se iban encendiendo de nuevo, poco a poco, las luces de la iglesia y se producía un gran silencio, un silencio, podemos decir, casi fúnebre, pues es el del recuerdo de la muerte de Cristo, que estaba próxima. Y así hasta celebrar la vigilia pascual del Sábado Santo en la que el agua, y sobre todo la luz, serán los protagonistas, el agua de la purificación y la luz, vencedora de la oscuridad, como la Resurrección fue vencedora de la muerte.


Este oficio de tinieblas, tan recordado por muchas personas mayores, pues se celebraba en casi todas las iglesias, semeja la celebración de unas exequias o funerales, pues no faltan ni los salmos, ni la antífonas, ni los responsorios fúnebres y de lamentación. Además no hay música y las imágenes de las iglesias estaban cubiertas con telas en señal de luto por la muerte de Cristo. Y todo ello acompañado de la oscuridad en la iglesia. Era tal la impresión que el acto causaba, sobre todo en los niños, y también en algunos mayores, que se retiraban a sus casas pensando en que la muerte de Cristo había ocurrido de nuevo, de modo real, en este día. Tales eran las vivencias personales y la unión entre la vida y la práctica religiosa en aquellos años.

Rafael Leopoldo Aguilera

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lesiones de los costaleros

El trabajo de los Costaleros consiste en cargar “a costal” los Pasos de Misterio y de Palio de las Imágenes Titulares de las Cofradías en su Estación de Penitencia, recayendo todo el peso de los tronos en cada trabajadora y sobre su séptima vértebra cervical. Antes de los años 80 solían ser estibadores del puerto o trabajadores acostumbrados a grandes esfuerzos físicos, pero hoy predominan estudiantes o Cofrades con trabajo sedentario, por lo que cualquier precaución es poca y para prevenir factores de riesgo o  posibles lesiones, siempre es recomendable pasar un reconocimiento médico previo a la salida procesional. Forman el cuerpo de Costaleros de las Cofradías el Capataz Mayor, los Capataces, los auxiliares de Capataz, los Contraguías, los Jefes de Cuadrilla, los Costaleros que cargan y sus respectivos relevos. Resulta saludable que la edad mínima del Costalero sea superior a 20 años, para no someter a gran intensidad a jóvenes que aún no hayan completado su crecimie

DÍA 4 DE OCTUBRE, FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASÍS, DOS HERMANDADES PENITENCIALES FRANCISCANAS CELEBRAN LA LITURGIA DE ESTA EFEMÉRIDES

En la capital almeriense tenemos erigidas canónicamente, y asociadas en la Agrupación de Hermandades y Cofradías,  dos Hermandades franciscanas, siendo por orden de antigüedad, en primer lugar, la Real, Ilustre y Franciscana Hermandad de penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Redención en su Sagrado Descendimiento y María Santísima del Consuelo (El Silencio), que realiza su Estación de Penitencia el Jueves Santo desde su sede canónica en la Parroquia de San Agustín, O.F.M., y en segundo lugar, respectivamente, la Humilde Hermandad de San Francisco de Asís y Cofradía de nazarenos del Santísimo Cristo de la Caridad en su Traslado al Sepulcro, María Santísima de las Penas y Santa Marta, que realiza su Estación de Penitencia el Viernes Santo desde la Parroquia de San Agustín, O.F.M., aunque su sede canónica se encuentra en la Parroquia de San Francisco de Asís en el pleno barrio señero del Quemadero. En ambas Cofradías, preceden a los Pasos de Palio y Misterio, simu

LOS HONORES MILITARES Y CIVILES MÁXIMA TRIBUTACIÓN DE FERVOR Y DEVOCIÓN QUE SE LES RINDEN A NUESTRAS SAGRADAS IMÁGENES EN SEÑAL DE VENERACIÓN, Y AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR EN SEÑAL DE ADORACIÓN Y RESPETO.

AL SEÑOR DE LA VIDA Y LA ESPERANZA NO LES SERÁN TRIBUTADOS HONORES DE ARMA PRESENTADA Y LA INTERPRETACIÓN DEL HIMNO NACIONAL Los artículos 58, 59 y 60 del Real Decreto 834/1984, de 11 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Honores Militares. (Vigente hasta el 23 de mayo de 2010), en su TÍTULO VIII, trataba sobre honores especiales, y en concreto los honores al Santísimo Sacramento, que le serán tributados los honores militares de arma presentada e Himno Nacional (primera parte completa). Asimismo, el artículo 59 del citado Texto legal, indicaba que “Toda fuerza formada que asista a la Santa Misa adoptará la posición de descanso desde su iniciación hasta el Sanctus, de firmes desde este momento hasta la Consagración. Terminada ésta se pasará a la de presenten, mientras se interpreta el Himno Nacional (primera parte completa), reintegrándose a la de firmes hasta la comunión del sacerdote, para posteriormente adoptar la de descanso hasta el final de la Misa. No obstante, la fu