Si alguna vez los políticos pudieran hacer abstracción de las cargas ideológicas con las que, libremente, se presentan para recibir el voto de los ciudadanos y representarlos durante cuatro años en las instituciones y en los foros democráticos, creo que todos saldríamos ganando. Hago esta reflexión después de comprobar la total ausencia de representantes de la oposición municipal almeriense (PSOE-IU) en los actos de esta Semana Santa.
Aclarando que la asistencia de los concejales a los desfiles procesionales de las diferentes cofradías es una cuestión personal que está al margen de los protocolos y obligaciones institucionales y que está más ligada al capítulo de los afectos, las creencias y la cortesía, hay un acto oficial (la procesión del Viernes Santo) en donde la Corporación Municipal de Almería desfila formalmente bajo mazas.
Es decir, que el político que libremente se presenta para ser elegido como concejal del Ayuntamiento de Almería tiene el deber de participar en ese acto en el que representa a toda la sociedad almeriense. Una obligación inherente al cargo por el que cobran, que habitualmente se cumple en Almería y que este año han incumplido los concejales del PSOE y de IU, enfrascados últimamente en un pintoresco derby por alcanzar las cotas más llamativas del postureo progre.
Y así, al mismo tiempo que aprovechan para mostrar su displicencia con la institución en la que trabajan, su desdén por las tradiciones almerienses y su desprecio por la cultura religiosa popular, se toman unos días de vacaciones con motivo la Semana Santa. Progres, pero no idiotas.
Ya ven que el peso de la ideología convierte en ocasiones a personas razonables en maniquíes de marca y en costaleros del gesto. Pero cuando se es concejal y se cobra cada mes como concejal, se debe ser concejal incluso cuando no gusta ser concejal.
José Fernández
Comentarios