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Descripción Histórica Itinerario Procesión Santa Cena 2014

I
Paso de Misterio de la Santa Cena
Foto: Manuel Martínez Ramírez 
tinerario de la salida procesional del Domingo de Ramos de la Hermandad Eucarística y Cofradía de Nazarenos de la Santa Cena y María Santísima de Fe y Caridad, con salida a las 18,30 de la tarde, desde la Iglesia de San Pedro Apóstol, con descripción de todas y cada una de las calles del casco histórico que recorre: 

ITINERARIO: Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, Ricardos, Gómez Ulla, Padre Luque, San Pedro, González Egea, Real, Jovellanos, Mariana, Plza. de la Admón. Vieja,  Juez, Arráez, José Angel Valente, General Castaños, Plaza de la Catedral, Cubo, Plza. Bendicho, Murillo, Plza. Masnou, Real, Gravina, General Tamayo (22,15 horas), Paseo de Almería, Ricardos, Iglesia de San Pedro. (24:00 h.)


CONTROL DE PASO:

Salida templo: Cruz Guía 18,30; Misterio, 18,40, Palio 18,55.
Esquina Correos: Cruz Guía 18,50; Misterio, 19,02, Palio 19,17.
Las Esclavas: Cruz Guía 19,05; Misterio, 19,20, Palio 19,35.
Esquina Real: Cruz Guía 19,17; Misterio, 19,32, Palio 19,47.
Esquina Siloy: Cruz Guía 19,30; Misterio, 19,44, Palio 20,00.
Mariana: Cruz Guía 19,55; Misterio, 20,10, Palio 20,25.
Administración Vieja: Cruz Guía 20,10; Misterio, 20,25, Palio 20,40.
Ángel Valente: Cruz Guía 20,33; Misterio, 20,47, Palio 21,03.
Las Puras: Cruz Guía 20,47; Misterio, 21,02, Palio 21,20.
Esquina Cubo: Cruz Guía 21,05; Misterio, 21,22, Palio 21,40.
Esquina Séneca: Cruz Guía 21,27; Misterio, 21,43, Palio 22,02.
Gravina: Cruz Guía 21,36; Misterio, 21,54, Palio 22,13.
Patrona: Cruz Guía 21,51; Misterio, 22,09, Palio 22,28.
Carrera Oficial: Cruz Guía 22,10; Misterio, 22,25, Palio 22,45.
Entrada Templo: Cruz Guía 23,15; Misterio, 23,30, Palio 24,00.

ESTRENOS EN 2014: Mantolín de terciopelo para el Señor de la Cena; tocado de chantilly para la Virgen de Fe y Caridad; cirios pintados a mano por Juan José González con el escudo de la Virgen (y la Inmaculada flanqueada por las alegorías de la Fe y Caridad, los tres escudos de los conventos de Monjas de clausura con los que la Cofradía mantiene obra benéfica: Las Puras, Las Esclavas y la Claras y la Institución Benéfica Casa de Nazaret) y nueva uniformidad de la Banda de Cornetas y Tambores de nuestro Padre Jesús Cautivo de Málaga.

Ya está fundida toda la candelería del paso de palio de la Virgen de Fe y Caridad, que este año contará con catorce candeleros más cedidos por la Hermandad del Cautivo de Utrera.

DESCRIPCIÓN DE LAS CALLES DEL ITINERARIO   (FUENTE: Guía de la Semana Santa Almeriense, Obra Social, Cajasol, Wikipedia y elaboración propia, Ginés Valera, miembro del Instituto de Estudios Almerienses):

1.- Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol.  Antigua Iglesia de San Francisco (Ricardos esq. Plaza de San Pedro). La parroquia de San Pedro el Nuevo ocupa la iglesia que fuera del antiguo convento de San Francisco, reformada en el periodo neoclásico. El convento de los franciscanos, una de las primitivas fundaciones propiciadas por los Reyes Católicos, según el Repartimiento, formo su solar con las casas y mezquitas que le fueron asignadas, entre 1530 y 1540, después del terremoto de 1522, se produjo la retracción de las murallas exteriores aproximadamente desde la actual calle del obispo Orberá al Paseo. De este modo, el solar asignado se vio reducido a la mitad. Se levantaron nuevas construcciones, arruinadas por el terremoto de 1770, que hubo que volver a reedificar en estilo neoclásico. La obra es proyectada por Juan Munar, arquitecto del claustro de la catedral. La fachada con dos torres que enmarcan un cuerpo central resaltado con un pórtico de composición clásica y la otra lateral muy sencilla, se encuentra en la calle Ricardos. El interior integra el coro con tribunas a los pies que avanza con la nave central con bóveda de cañón, que alcanza el presbiterio directamente al que se une en semicírculo a las arcadas laterales. Las circunstancias por la que ha pasado, ha provocado que la decoración interior esté muy alterada y por tanto sea muy heterogénea

2.- Calle Ricardos. En ella se situó el antiguo baluarte de San Francisco o de la Piezas, que avanzaba hasta calle Padre Luque y hasta la acera izquierda del Paseo de Almería. En el siglo XVIII la llamaba de la Escuela de Cristo, por la hermandad de la Escuela de Cristo, de origen italiano, que estuvo en la iglesia de san Francisco, en el solar que ocupa la casa rectoral de San Pedro. Actualmente dedicada al general que hizo la guerra del Rosellón.

3.- Calle Dr. Gómez Ulla. En recuerdo del famoso médico militar D. Mariano Gómez Ulla. Nació el 6 de noviembre de 1877 en Santiago de Compostela, hijo de Ramón Gómez Fernández (médico-cirujano) y de Dolores Ulla Fociños. En el curso 1892-93 inició la licenciatura de Medicina en la Facultad compostelana, que culminará en el 1898-99, obteniendo "sobresaliente" en el "grado" de licenciado. Más tarde se hace doctor por la Universidad Central de Madrid única en España que concedía ese "grado", para el que presentó la tesis doctoral titulada "La desinfección en el Ejército", calificada de "sobresaliente". El año 1899 Ulla ingresó, por oposición y con el nº 1, en la Academia de Sanidad Militar de la que salió en junio de 1900 con el empleo de médico 2º (teniente). A partir de entonces y a través de los correspondientes ascensos, desempeñó todos los empleos posibles en la carrera, hasta el supremo de inspector médico de 1ª clase (general de División), que alcanzó en 1943 año en el que, además, fue nombrado jefe de los Servicios de Sanidad del Ejército. Fue su decisiva intervención en los episodios marroquíes de 1909 y de 1921-23, principalmente en el segundo de ellos, donde inauguró sus desde entonces famosísimos hospitales transportables a lomo de mulos, luego llamados hospitales Gómez Ulla, que le permitieron la asistencia inmediata en primera línea, con la cual redujo drásticamente la morbi-mortalidad de los heridos. Luego, en la acción de 1924-25, cuyo punto álgido fue el desembarco de Alhucemas, coordinó la evacuación de los heridos desde los hospitalillos de campaña a los barcos-hospitales y su ulterior traslado a la Península. Era desde 1925 Gentilhombre de cámara con ejercicio del Rey Alfonso XIII.
Intervino en la Guerra Civil española asistiendo las necesidades del Madrid sitiado desde su puesto en el hospital de Carabanchel, y luego en el provisional instalado en el hotel Palace. Participó activamente en la primera y segunda Guerras Mundiales, en una y por indicación expresa del Rey Alfonso XIII para atender a las necesidades de los prisioneros alemanes en el frente Occidental; y en la otra, reorganizando los servicios médico quirúrgicos de la División Azul, desplegada en el frente de Rusia. A partir de aquí, su carrera cobró un ritmo cada vez más ascendente, participando activamente en los numerosísimos Congresos nacionales e internacionales de Medicina, en todos los cuales destacó por su aportación científica en todo lo que hacía referencia a Medicina de guerra. Paralelamente el Dr. Gómez Ulla ejerció entre 1909-1944, siempre que sus actividades médico-militares se lo permitieron, los cargos de inspector provincial de Sanidad, en Madrid y Palencia, y el de médico de la Beneficencia Municipal de Madrid. Tuvo también consulta médico-quirúrgica privada, operando a miles de pacientes, la mayoría gente de la alta sociedad, en diversos sanatorios de Madrid. En 1941 fue nombrado jefe de los Servicios de Sanidad Militar del Ejército Español y en octubre del mismo año, presidente de la Organización Médica Colegial de España. Entre las muchas iniciativas emprendidas al servicio de esta institución, destacan dos: mejorar la situación de los médicos titulares, y dar el mayor apoyo al Patronato de Huérfanos de Médicos. Falleció en Madrid, el 24 de noviembre de 1945. El 5 de junio de 1946 el Hospital Militar de Madrid recibe el nombre de Gómez Ulla, en honor del General-Médico Mariano Gómez Ulla.
Nuestra Señora de Fe y Caridad
Foto: Cristóbal Ruiz Roca



 4.- Calle Padre Luque. Esta calle unía la calle Real con el baluarte de San Francisco o de las Piezas, que debía entonces ser estrecha como hoy es su primer tramo. En el siglo XVI se llamó calle Moro y Elvira. En 1896 dedicaron la calle a Miguel Fernández Beloy, regidor, alcalde y diputado provincial. Actualmente recuerda al padre Manuel Luque vivió muchos años en Almería dedicado a socorrer a los humildes.

5.- Calle San Pedro. Toma su nombre por la iglesia de San Pedro el Viejo, hoy del Sagrado Corazón de Jesús. En 1931 la dedicaron a José Rizal, revolucionario filipino fusilado en 1896. La  Iglesia del Sagrado Corazón (San Pedro el Viejo) fue construida a principios del siglo XVII, como Iglesia de San Pedro el Viejo. Regentada por los Jesuitas, pero debido a la necesidad de restauración después de haber sido durante medio siglo almacén y teatro, en 1992 fue restaurado y tras esto, monjas de clausura lo regentaron, Esclavas del Santísimo Sacramento. Levantada sobre una mezquita en origen como parroquia de San Pedro y San Pablo. Iniciada por el obispo Portocarrero (1601-1630). Con una cubierta mudéjar sostenida por cuatro arcos de medio punto que descansan sobre pilares. El interior fue muy transformado en la segunda mitad del siglo XVII y primera del XVIII y más aún tras la desamortización. Pasó a manos privadas convirtiéndose en unos almacenes. Pero en 1910, E. López Rull restauró el edificio para uso religioso, como iglesia de la Compañía de Jesús. Ya en los años ochenta se lleva a cabo una restauración recuperando los elementos originales de la edificación.

6.- Calle Antonio González Egea. Se dedica esta calle a Antonio González Egea, potente exportador de uva y banquero, que fue también alcalde de Almería. Construyó la Casa Vasca de la Plaza Circular en 1933. González Egea, recibió herencia de su padre José González Canet, senador y antiguo propietario de la Plaza de Toros y del Teatro Apolo de la capital. A lo largo de dos siglos fueron amasando una gran fortuna en propiedades inmobiliarias entre las que destacan las fincas del hoy Parque Natural de Cabo de Gata, que entonces se dedicaba en buena medida a la producción de esparto en rama.

7.- Calle Real.  La calle Real de la Almedina comenzaba en la puerta de la Imagen, imperturbable en su trazado original de camino vecinal de Pechina, desde el siglo IX. Su empaque de calle se debe a Abderramán III, que la hizo vía principal de la medina. Era la antigua avenida principal de la ciudad, en cuyo final se abría la Puerta del Mar. eEn los últimos siglos de la Almería musulmana y en los primeros de la Almería Cristina en esta calle se concentró el movimiento comercial y artesano de la ciudad. El primer tramo de la Calle Real fue asiento de mesones y posadas, aquí estaban los fondak y las lonjas de contratación de la Almería musulmana. Estuvo en esta calle la primera casa consistorial desde 1494 a 1657. En el siglo XVII añadieron lo de Calle Real de la Cárcel al construirse aquí la cárcel pública. Los revolucionarios de 1868 la dedicaron al general Espartero y durante la República al general Riego. En 1584 comenzó la construcción del convento de la Santísima Trinidad, que perduró hasta la desamortización en 1835, del que quedan una fachada utilizadas como taberna. Durante los siglos XVII y XVIII se derribaron o fachearon las casas musulmanas y se construyeron otras de traza mudéjar, renacentista o neoclásica de las que quedan pocas. La alineación definitiva fue en 1817.

8.- Calle Jovellanos. Antigua calle Ancha que surge al prolongar el último ramo de la calle Real atravesando el la huerta del convento de Santa Clara durante la ocupación francesa. Dedicada a Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) escritor, jurista y político ilustrado español. Allí se encuentra el Convento de las Claras. Real Monasterio de la Encarnación  La iglesia es la única conservada de la estructura conventual primitiva ya que el resto de edificio es reflejo de las obras realizadas tras la Guerra Civil. Su origen remonta a momentos inmediatos de la conquista, por donación póstuma de Jerónimo Briceño e Mendoza (1590). La fábrica fue obra del maestro Simón López de Rojas. Las obras comienzan en 1719, terminándose definitivamente debido a las dificultades económicas en 1756, coincidiendo con la instalación de las religiosas La ocupación francesa produce la exclaustración y el monasterio pierde la mitad de su superficie al abrirse la calle Ancha, hoy Jovellanos y trajo consigo la creación de una nueva fachada para el edificio (la principal) y la desaparición por consiguiente de la huerta y enfermería del convento que allí se encontraban. El convento fue suprimido con la desamortización, ocupado por el estado. En los siguientes años se formaría su nuevo frente urbano, dentro del proyecto global de nueva configuración de la plaza de la Constitución. Recuperado en 1894, el convento fue destruido en 1936, quedando en pie sólo la iglesia. Tras la Guerra Civil se hizo el nuevo asentamiento a las monjas (Francisco Prieto- Moreno Pardo) incluyendo el monumento a los caídos (Guillermo Langle Rubio). La iglesia es de planta de cruz latina y bóveda de crucero sobre tambó octogonal, con cubierta de tejas adornada con pirámides sobre plintos y cupulón con volutas. Cuenta con dos portadas, sin embargo el interior refleja sus correctas proporciones. Su fachada principal de la calle Jovellanos, muestra la portada principal que alberga un arco de medio punto de rosca moldurada entre dos medias columnas sobre plinto, que soportan un entablamento coronado con un frontón curvo partido para acoger la hornacina con la figura esculpida de Santa Clara. Su portada lateral más sencilla, se sitúa en la calle Mariana.

9.- Calle Mariana. En tiempo de la reconquista esta calle estaba ocupada por huertos y jardines. La dedicaron en 1931 a Pablo Iglesias, quizás porque aquí estaba entonces la socialista Casa del Pueblo. Actualmente se nombra en recuerdo del literato e historiador jesuita Padre Mariana (1536-1623), apodado “el Tito Livio español”.

10.- Calle Plaza de la Administración Vieja. Llamada así porque allí estuvo desde antiguo la Administración de Rentas Públicas, después se llamo del Carmen y en 1931 fue de Francisco Layret , después dedicada a San Fernando, hasta volver a su nombre antiguo. Las mojas de la orden concepcionista franciscana cedieron la parte más meridional de los terrenos para levantar el colegio, que actualmente es sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. El proyecto del arquitecto madrileño Ortiz de Villajos con un lenguaje eclesiástico, arcos apuntados abocinados y columnillas decorando las jambas de los vanos que se convierte en nervios en las arquivoltas, friso de arquillos ciegos. El conjunto se articula en una crujía alrededor y repitiendo la forma trapezoidal del patio. Es interesante la estructura metálica del conjunto del patio y la galería abierta. Fecha de realización de 1885-89.

11.- Calle Juez. Durante siglos se ha administrado justicia en esta calle, hasta la Reconquista los jueces musulmanes ejercieron sus funciones en el edificio que le precedió, que pasó a los corregidores y alcaldes mayores castellanos con el nombre de casa de la Audiencia; después construyeron en su solar el edificio que hasta hace unos pocos años fue sede de los juzgados de Primera Instancia.

12.- Calle Arráez. Desde esta calle hasta la muralla de Jairán, se extiende la zona conocida por la Hoya de San Cristóbal. Ese barrio se construye en la primera mitad del siglo XIX. Los árabes llamaban arráez al capitán o patrón de un barco. A esta calle le viene el nombre por Don Francisco Arráez, teniente coronel del regimiento de Milicias Provinciales de Guadix, muerto en la batalla de Medellín de 1809, que vivió en esta calle. Archivo y Biblioteca Municipal. Antigua Casa-Palacio de los Marqueses de Cabra: un ejemplar destacado del tipo casa-palacio urbano de estilo neoclásico. Destacan sus fachadas de gran envergadura y cuidado talle clasicista. La portada sencilla y monumental se compone con columnas toscanas adosadas y un entablamento recto. En 2004 ha sufrido una restauración y adaptación para archivos y biblioteca del ayuntamiento.

13.- Calle José Angel Valente. Antes llamada Colegio, después Eusebio Arrieta, orador, escritor y periodista. Estudió José Ángel Valente Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y se licenció en Filología Románica por la Complutense. Figuró en el departamento de Filología hispánica de la Universidad de Oxford. Entre 1950 y 1970 vivió en Ginebra; después repartió su tiempo entre Almería, Ginebra y París. Su cuento "El uniforme del general", incluido en el volumen El número trece, le supuso problemas con la dictadura franquista y en consecuencia fue sometido a Consejo de Guerra en 1972 acusado de alusiones ofensivas al ejército. La muerte de su único hijo le afectó en gran medida.
Adscrito en un primer momento al llamado Grupo poético de los 50 o Generacíón del medio siglo, desde 1966 su poesía evoluciona hacia una metapoesía que ha hecho que se suela adscribir su lírica a la llamada Poesía del silencio, muy influida por la mística sincrética, como la cábala judaica, el sufismo iranio, el misticismo cristiano (fundamentalmente a través de figuras como San Juan de la Cruz o Miguel de Molinos), el taoísmo y el budismo zen, entre otros. Su aproximación a la mística, sin embargo, se aleja de cualquier dogma religioso y no postula necesariamente la creencia en una divinidad personal. Esta entrada en el misterio se produjo en gran parte bajo el magisterio de la filósofa malagueña María Zambrano. Asimilando tendencias filosóficas y tradiciones culturales históricas en poesía y prosa y también a través de la música y la pintura, la escritura de José Ángel Valente es una de las más ambiciosas y profundas de la literatura española contemporánea, según la opinión de G. de Cortanze. Se muestra heredero de la tradición mística española, de ahí su obsesión con el problema de la inefabilidad, del vacío y de la nada. El lenguaje y la materia son otras de sus obsesiones, no muy alejadas de su sensibilidad cercana a la mística: la materia como constante engendradora de formas y el lenguaje, al que Valente quisiera liberar de su uso puramente instrumental, son dos vías de acceso al misterio de la existencia. Como ensayista son temas de su predilección la pintura y la mística. Destacan sus libros Las palabras de la tribu, ensayos sobre literatura, Hermenéutica y mística, sobre San Juan de la Cruz y Variaciones sobre el pájaro y la red (1991), una serie de meditaciones acerca de Miguel de Molinos, Santa Teresa y los pintores Matías Grünewald y el Bosco. En 2002 se editaron parte de sus trabajos críticos sobre arte con el título Elogio del calígrafo. Es interesante apreciar la retroalimentación intertextual entre su ensayo y su obra, al hilo de las reflexiones ontológicas que hace sobre la naturaleza del arte, del ser y del origen de la vida, del ser humano y de los seres de la creación. Su poesía trascendente mira hacia lo originario en el interior de un yo lírico, lo inmanente, en crisis frente a la posguerra y al espíritu materialista de la sociedad postmoderna y postindustrial. Se trata de un ser que quiere liberarse de un presente y de una historia de injusticia insertándose en un presente eterno. Paradójicamente, este está situado en un pasado idealizado, metapoético, en el que la redención se entiende como una quimera necesaria. Ha traducido poesía alemana y francesa y escrito ensayos sobre literatura española. Escribió su poesía principalmente en castellano, pero también en gallego con la obra Cántigas de alén. Es autor de libros de arte en colaboración con pintores como Antonio Saura (Emblemas, 1978), Antoni Tàpies (El péndulo inmóvil, 1982), Paul Rebeyrolle (Desaparición Figuras, 1982) o Jürgen Partenheimer (Raíz de lo cantable, 1991), así como con la fotógrafa Jeanne Chevalier (Calas, 1980). La productora almeriense 29letrasha realizado un documental sobre su vida, obra y muerte llamado "El Lugar del Poeta". Es un documental lírico y conmovedor que expone la obra y la significación que tuvo Almería en la vida de Valente así como su paso por el mundo contado por las voces de sus mejores amigos y colaboradores. Web del Documental. Cuenta con la narración de José Sacristán y la voz original de José Ángel Valente y ha sido realizado por David del Águila. Aparecen estudiosos y amigos de la obra valentina tales como Claudio Rodríguez Fer (director de la "Cátedra José Ángel Valente" en la Universidade de Santiago de Compostela), Fernando García Lara, Andrés Sánchez Robayna y Juan Goytisolo. Es de notar su influjo en la poesía de autores como Antonio Gamoneda, Andrés Sánchez Robayna o Ada Salas.

Convento de las Puras: Convento de la Limpia Concepción se funda en 1515, cedida por don Gutierre de Cárdenas, primer alcaide de la ciudad. Las huertas y casas recibidas en el Repartimiento de los RRCC fueron el solar sobre el que se levantó este convento tras el terremoto de 1522. De aquellas primitivas construcciones islámicas, se desconoce si quedan vestigios integrados en la edificación. Las obras de carácter mudéjar de los siglos XVI Y XVII, en las que se entrecruzan elementos cristianos, se aprecian en distintos lugares del monasterio: iglesia, patios y piezas cubiertas, torres y arquitecturas del agua. Especialmente, el patio de la huerta conserva el aroma de la ciudad antigua, con galería doble de columnas en ángulo, noria y vegetación. A destacar la magnífica trasparencia entre los dos patios cerrados, irregulares, cuajados de columnas al parecer genovesas, las techumbres y artesones originales que aún manifiestan sus potentes zapatas y las numerosas pinturas murales, como las del refectorio, necesitadas de restauración. Destaca la iglesia es de cajón de una sola nave cubierta con armadura de par y nudillo, sólo visible en el coro alto al cubrirse con una falsa bóveda de yesería. El retablo mayor, ejemplo de barroco avanzado, conserva una Inmaculada atribuida a Alonso Cano; también un pequeño retablo comulgatorio. La portada es de traza del XVIII y el compás es un espacio magnífico que se prolongaba por el costado oriental de la iglesia.


14.- Calle General Castaños.  En 1867 se llamaba de Calderón. Francisco Javier Castaños Aragorri Urioste y Olavide, duque de Bailén (Madrid, 22 de abril de 1758 – ibídem, 24 de septiembre de 1852), fue un militar y político español que sobresalió durante las Guerras Revolucionarias Francesas y la Guerra de la Independencia Española. Fue presidente del Consejo de Regencia entre 1810 y 1813 de la España libre de los franceses. A los 10 años de edad recibió el grado de capitán de infantería, que el rey Carlos III le concedía en atención a los méritos de su padre. Pasó a estudiar, como oficial de corta edad, al Seminario de Nobles, formación que completaría después en la Academia de Barcelona. A los 16 años es destinado al Regimiento de Saboya, en Cádiz, comenzando así su larga vida militar. A los 24 años asciende a sargento mayor (comandante), a los 26 a teniente coronel y a los 31 a coronel graduado. Al ascender a coronel le fue confiado el mando del regimiento de África, con el que en 1793 prestó sus servicios en la guerra que el rey Carlos IV declaró a la Francia republicana y por los que obtuvo el ascenso a brigadier, en 1794, y después al de mariscal de campo, en 1795. En 1802 fue ascendido a teniente general por la defensa del puerto del Ferrol contra los ingleses, siendo, asimismo, nombrado para el mando de la comandancia del Campo de Gibraltar, cuya sede traslada desde San Roque hasta Algeciras.En 1808, comenzada la Guerra de la Independencia, recibe de la Junta Suprema de Sevilla, presidida por Francisco Saavedra, el encargo de formar un ejército en Andalucía, siendo nombrado capitán general. Tras la victoria de la Batalla de Bailén, conseguida gracias a su general Teodoro Reding, e instaurada la Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino, es designado para el mando del ejército del Centro. El 23 de noviembre de 1808 participó en la Batalla de Tudela, que perdió a causa de falta de medios y no ser capitán general (otros generales le discutían las órdenes, Palafox, por ejemplo). En el reinado de Fernando VII, se mantuvo fiel a la causa absolutista, lo que le valió la confianza del monarca y la designación para algunos cargos; participó como Capitán General de Cataluña en ese momento en la incoación y revisión de expedientes penales que desembocaron en la ejecución, en 1817, del teniente general Luis Lacy y Gautier, liberal constitucionalista sublevado y anteriormente más bien breve Capitán General de Cataluña también, junto al fugado Francisco Milans del Bosch, (San Vicente de Montalt, 1769 – ibíd., 1834). Fue elegido en 1825 para presidir la Real Junta Consultiva de Gobierno, órgano encargado de proponer diversas mejoras administrativas. Después de recibir en su dilatada vida los más altos honores, títulos y nombramientos del Reino, fallece en Madrid el 24 de septiembre de 1852, a los 96 años de edad, y en la más absoluta penuria económica. Enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid hasta 1963, año en el que sus restos mortales son trasladados solemnemente a Bailén y depositados en la Iglesia Parroquial de la Encarnación con su mausoleo original. El general Castaños descansa en esta ciudad junto a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén, de la que era muy devoto y a la que donó sus condecoraciones militares en 1823.

 15.- Plaza de la Catedral. La amenaza constante de la ciudad de los piratas argelinos y berberiscos, obligó al obispo Diego Fernández de Villalán a proyectar y construir la catedral como una fortaleza centrada en la ciudad, en la que pudiera guarecerse los vecinos en caso de emergencia. La Plaza diseñada a mediados del siglo XIX, ha sufrido varias remodelaciones. En 1978 tuvo lugar un concurso de ideas destinado a ordenar el espacio público de la plaza de la Catedral, ganado por Alberto Campo Baeza, obra concluida en el 2000. La solución un salón pavimentado con mármol de macael y ordenado mediante la plantación de 24 palmeras, bien formadas y en verticalidad.

Palacio Episcopal. Ocupa una manzana casi cuadrada y su fachada principal está frente a la portada meridional de la Catedral. Se levantó en tiempos del obispo Zárate sobre un solar irregular de las antiguas casas palacio episcopal. La imagen de conjunto sigue el esquema de la Compañía de María, una estructura cúbica articulada horizontalmente por un listón que señala el forjado. En la fachada se mezclan elementos eclécticos. El patio central fue dañado por la contienda civil por lo que se levantó de nuevo siguiendo un esquema distinto al destruido.

Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación. La primitiva Catedral quedó establecida en la antigua mezquita aljama del Barrio de la Almedina, principal núcleo de la ciudad musulmana, convertida por los Reyes Católicos en Iglesia Mayor de Santa María. En 1492 cuando la Iglesia Mayor pasa a ser Catedral de la Anunciación, en los años siguientes se emprendió obras de remodelación que transforman sustancialmente el recinto de la mezquita, hasta que en 1522 el terremoto de 22 de septiembre arruina la Catedral dejando sólo en pie la Capilla Mayor. Se decide entonces el traslado de su emplazamiento hacia la zona de ensanche de la ciudad, hacia Levante, ocupando el viejo oratorio musulmán de la Musalla. Empieza a construir en el año 1524. Las trazas de la catedral de Nuestra Señora de la Encarnación responden a la tipología de iglesia fortificada. Una estructura espacial de gran salón de tres naves cubiertas por bóvedas de crucería estrellada, sostenidas por esbeltos pilares. El modelo elegido para la construcción de la Catedral almeriense es el gótico tardío, que por ofrece soluciones estructurales para cubrir grandes espacios aportando elementos simbólicos y estéticos. El gótico en boga todavía en el siglo XVI, simbólicamente representa muy bien el triunfo del Cristianismo sobre el Islam. Las trazas pudieron ser hechas por Enrique Egas y no por Diego de Siloé como habitualmente viene repitiéndose. La gran figura creadora a la que se encuentra ligada la catedral es a Juan de Orea. Discípulo de Diego de Siloé, se encargo de la prosecución de las obras de fábrica especialmente destacable son las dos portadas renacentistas, la portada occidental, conocida como de los Perdones y la septentrional, concluidas entre 1567 y 1569. La torre cuadrangular de ángulo, ya del siglo XVII, abre su cuerpo de campanas con un triple hueco plenamente manierista. A finales del siglo XVIII, en el recinto intramuros meridional se concluye el claustro, de traza jónica, llevado a cabo por Juan Antonio Munar. La puerta de acceso a poniente es de Joaquín Cabrera (1865). En el interior destaca el académico tabernáculo del altar mayor, pero más el trascoro, según trazas de Ventura Rodríguez. Su restauración, tras una etapa de Fernando Cassinello y Francisco Prieto-Moreno, está ahora encomendada por la Junta de Andalucía a Ramón de Torres López.

16.- Calle Cubo.  Esta calle estrecha y sinuosa, ciñe a los cubos del ábside de la catedral, de ahí su nombre. Parece una calle hecha a retazos pero a la mitad de ella aparece en los muros de la catedral el Sol de Portocarrero, uno de los símbolos tradicionales de Almería, junto con el Indalo. Labrado en la piedra en el siglo XVI. El Sol de Portocarrero (Bajorrelieve)  que adorna la fachada este de la Catedral de Almería, concretamente en la capilla del Santo Cristo de la Escucha, símbolo y emblema de la ciudad junto al Indalo. Toma su nombre de Fray Juan de Portocarrero, a quien se le atribuye su autoría (aunque su origen es en realidad mucho anterior) junto con la torre de este templo-fortaleza. Representa un sol con cara humana del que salen numerosos rayos ondulados, que está rodeado por una guirnalda de flores y cintas.

17.- Calle Plaza Bendicho. Esta plaza es uno de los lugares preferidos como residencia de la aristocracia de los siglos XVI al XVIII. A esta plaza se llamó de los Álamos en 1852, después de los Olmos, en 1862 de la Princesa, en 1868 de la Revolución. El centro de esta plaza se encuentra ajardinado y en él desde 1984 se encuentra el busto de la poetisa Celia Villas, almeriense de adopción. Rectoría del Sagrario.Se construyó en 1711, adosada a la cabecera de la iglesia del Sagrario, para que sirviese de cárcel eclesiástica. Se resuelve en el ángulo que conduce el tránsito a esta plaza a la de la Catedral. Su fachada es de mampostería de sillarejo y ladrillo, buscando integrar la con el basamento de la cabecera de la iglesia. En su trasera se distancia formando un patio desde el que se pasa a las dependencias catedralicias. Al exterior se ha alterado por completo el orden original de los huecos y eliminado la portada.

18.- Calle Murillo. Esta calle que rodea la catedral recuerda a Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), pintor español del siglo XVII. Una de las figuras más importantes de la pintura barroca española. (Sevilla, 1617-Cádiz, 1682) Pintor español. Nació en 1617 en el seno de una familia de catorce hermanos, de los que él fue el benjamín. Quedó huérfano de padre a los nueve años y perdió a su madre apenas seis meses después. Una de sus hermanas mayores, Ana, se hizo cargo de él y le permitió frecuentar el taller de un pariente pintor, Juan del Castillo. En 1630 trabajaba ya como pintor independiente en Sevilla y en 1645 recibió su primer encargo importante, una serie de lienzos destinados al claustro de San Francisco el Grande; la serie se compone de trece cuadros, que incluyen La cocina de los ángeles, la obra más celebrada del conjunto por la minuciosidad y el realismo con que están tratados los objetos cotidianos. El éxito de esta realización le aseguró trabajo y prestigio, de modo que vivió desahogadamente y pudo mantener sin dificultades a los nueve hijos que le dio Beatriz Cabrera, con quien contrajo matrimonio en 1645. Después de pintar dos grandes lienzos para la catedral de Sevilla, empezó a especializarse en los dos temas iconográficos que mejor caracterizan su personalidad artística: la Virgen con el Niño y la Inmaculada Concepción, de los que realizó multitud de versiones; sus vírgenes son siempre mujeres jóvenes y dulces, inspiradas seguramente en sevillanas conocidas del artista. Tras una estancia en Madrid entre 1658 y 1660, en este último año intervino en la fundación de la Academia de Pintura, cuya dirección compartió con Herrera el Mozo. En esa época de máxima actividad recibió los importantísimos encargos del retablo del monasterio de San Agustín y, sobre todo, los cuadros para Santa María la Blanca, concluidos en 1665. Posteriormente trabajó para los capuchinos de Sevilla (Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna) y para el Hospital de la Caridad (cuadros sobre las obras de misericordia). Murillo destacó también como creador de tipos femeninos e infantiles: del candor de La muchacha con flores al realismo vivo y directo de sus niños de la calle, pilluelos y mendigos, que constituyen un prodigioso estudio de la vida popular. Después de una serie dedicada a la Parábola del hijo pródigo, se le encomendó la decoración de la iglesia del convento de los capuchinos de Cádiz, de la que sólo concluyó los Desposorios de santa Catalina, ya que falleció, mientras trabajaba en ella, a consecuencia de una caída desde un andamio.

19.- Plaza Masnou. Al igual que la plaza homónima recibe el nombre en agradecimiento a la ciudad catalana de Masnou provincia de Barcelona, situado entre Montgat y Premiá de Mar.

20.- Calle Real.  La calle Real de la Almedina comenzaba en la puerta de la Imagen, imperturbable en su trazado original de camino vecinal de Pechina, desde el siglo IX. Su empaque de calle se debe a Abderramán III, que la hizo vía principal de la medina. Era la antigua avenida principal de la ciudad, en cuyo final se abría la Puerta del Mar. eEn los últimos siglos de la Almería musulmana y en los primeros de la Almería Cristina en esta calle se concentró el movimiento comercial y artesano de la ciudad. El primer tramo de la Calle Real fue asiento de mesones y posadas, aquí estaban los fondak y las lonjas de contratación de la Almería musulmana. Estuvo en esta calle la primera casa consistorial desde 1494 a 1657. En el siglo XVII añadieron lo de Calle Real de la Cárcel al construirse aquí la cárcel pública. Los revolucionarios de 1868 la dedicaron al general Espartero y durante la República al general Riego. En 1584 comenzó la construcción del convento de la Santísima Trinidad, que perduró hasta la desamortización en 1835, del que quedan una fachada utilizadas como taberna. Durante los siglos XVII y XVIII se derribaron o fachearon las casas musulmanas y se construyeron otras de traza mudéjar, renacentista o neoclásica de las que quedan pocas. La alineación definitiva fue en 1817.

21.- Calle Gravina. Federico Carlos Gravina y Nápoli (1756 1806) marino y militar español, célebre por su participación en la Batalla de Trafalgar. Uno de los más insignes marinos de españoles, eficaz tanto en sus desempeños militares como diplomáticos. La Casa Rosa. Como arquitectura es un casa más de las muchas que abundan en Almería y que adaptan, o son en si mismo, variaciones del modelo residencial burgués, en dos plantas, tan del gusto de las épocas isabelina y de la Restauración. Si tiene algo de gracia, esta en particular, es el 'aderezo' kitsch del que en tiempos recientes se la ha dotado. Al llamativo color rosa con que se ha pintado su fachada se le han añadido unos relieves en marrón de cabezas de angelitos envueltos en guirnaldas que se situan en cima del dintel de cada una de los cuatro vanos abalconados de la segunda planta. Y presidiendo el conjunto se ha emplazado entre los balcones centrales un azulejo con una imagen del Señor Cautivo de Medinaceli. No faltan los faroles.

22.- Calle General Tamayo. Se formó con la urbanización de la huerta de Santo Domingo y se llamaba del Instituto, por el de Segunda Enseñanza instalado en el convento. Cuando abrieron el Boulevard (segundo tramo del actual Paseo de Almería) y encauzaron la rambla, llegó hasta el malecón y la dedicaron a don Práxedes Mateo Sagasta, famoso político liberal que alternó el poder con Cánovas del Castillo en el turno instaurado por las Restauración. En 1923, la dedicaron al general don Francisco Sánchez Ortega, gobernador militar y primer gobernador civil con el Directorio de Primo de Rivera. Desde 1939 recuerda al general Tamayo. Escuela de Artes Plásticas y Diseño. Antiguo Claustro del Convento de Santo Domingo. El convento de Santo Domingo, fue una de las cuatro fundaciones establecidas por los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad. Se renovó en el primer tercio del siglo XVIII, con la construcción del claustro con dos plantas y el jardín. Un siglo después en 1810, fue cuartel de los franceses. Desamortizado en 1835, pasó a ser almacén y más tarde edificio de Diputación. A mediados del siglo XIX es Academia de Dibujo y luego Instituto de Segunda Enseñanza. Se abren a espacios urbanos en 1869, construyéndose nuevas fachadas por Trinidad Cuartara en 1889. Este claustro, es Escuela de Artes y habitual espacio expositivo del Centro Andaluz de Fotografía.

 La Basílica de la Virgen del Mar es un templo de la ciudad española de Almería  concebido como iglesia de una comunidad religiosa que habitaba en un convento anexo. Se construyó en el segundo cuarto del siglo XVI; a comienzos del siglo XVIII se renovó el convento, llevándose a cabo el claustro y años después, la sacristía. Tiene planta de cruz latina con tres naves en el brazo mayor, articuladas en tres tramos. La nave central más ancha que las colaterales, se encuentran separadas mediante pilares cruciformes, con medias columnas adosadas. El crucero está formado por un sola nave transversal y el presbiterio, de planta trapezoidal, lleva un hueco en el centro que comunica con el camarín de la Virgen que le da nombre a la Basílica. Se trata de una talla policromada con un indudable valor artístico, perteneciente al siglo XV. Iconográficamente representa a una Virgen Madre que sostiene al Niño Jesús en su brazo derecho. Tiene igualmente un gran valor histórico para la ciudad de Almería, ya que desde el primer día en que la imagen fue encontrada el 21 de diciembre de 1502 por Andrés de Jaén en la playa de Torregarcía y recogida por el prior de Sto. Domingo, quien la coloca en el camarín de la Iglesia, goza de un gran fervor popular. La sacristía y el resto de las dependencias se sitúan cerca de la cabecera por el lado de levante, con una entrada que se abre al crucero. La cubierta de la nave central se resuelve mediante una bóveda de medio cañón, reforzada por arcos fajones y la de las naves laterales con bóvedas de terceletes. Al exterior, la fachada su presenta en el centro una portada de cantería, que enmarca un hueco trilobulado en su parte superior, ésta se completa con unos laterales en resalto y un piñón en el remate. La fachada de poniente es de construcción sencilla, en ella se abre la puerta lateral enmarcada por molduras.

23.- Calle Paseo de Almería. La línea actual de sus edificaciones marca el lienzo de muralla que defendía la ciudad musulmana de los peligros del mar. En la Almería musulmana el polígono comprendido entre esta calle, el Paseo y las ramblas fue zona ajardinada y huerta, a la que en el libro de los Repartimientos llaman Vergel. Cuando en el siglo XVI se retrae la muralla comienza a formarse el paseo. Durante siglos es el paseo de la muralla, que recorre desde la Puerta de Purchena hasta la Rambla. Una vez resuelto el problema de la piratería aparece el Paseo de la Almada o de la Feria del que tenemos noticias ya en 1816. Surge el primer edificio al finalizar el primer tercio del siglo XIX, el Teatro Principal, en el solar que se levantará después la casa de los Rodríguez. Toma el nombre de Paseo de Campos, en honor a Juan Antonio Miguel de Campos alcalde en esta época. La apertura de este paseo fue un fenómeno de capital importancia para la Almería contemporánea, la ocupación urbana de los extensos terrenos a levante de la ciudad histórica. Pero el verdadero impulso viene determinado por la supresión del convento en 1835 y la demolición de las murallas en 1854. Comienzan entonces las alineaciones y aperturas de nuevas calles. En 1856 presentan un proyecto para abrir y urbanizar un amplio salón entre la Puerta de Purchena y la Puerta del Sol. Se delineó una perspectiva amplia y recta y trazó el paseo con amplio andén central elevado y dos calzadas laterales. Los edificios empezaron a bordearlo. En 1865 se pagan a don Ramón Orozco el precio por los terrenos ocupados y dos años después el Paseo está prácticamente terminado. En marzo de 1867 se enciende el alumbrado de Hidrogeno. En 1882 Juan Lirola le pone aceras de Portland. En 1892 don Francisco Jover, quita el andén central y se estrena el alumbrado eléctrico. En 1911 don Braulio Moreno manda hacer las aceras y pavimenta la calzada. En 1857 se dedico a Alfonso XII, el Paseo del Príncipe y posteriormente Paseo de Cádiz, con la primera república lo llamaron Paseo de Orozco. En 1931 se convierte en la avenida de la República y en 1939 a avenida del Generalísimo. Actualmente vuelve a tener el nombre de Paseo de Almería desde 1979.

Fuente: Ginés Valera Escobar
Comunicación Santa Cena

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