¡Un teatro!, precioso, pero un teatro. |
Yendo paseo arriba, paseo abajo, me he encontrado con Manuel Morales, cronista desde hace veinticinco años de la vida cofrade almeriense en diario La Voz de Almería.
Veinticinco años trasladando su saber y su entender de la piedad popular almeriense a través de la literatura novelada de nuestras cofradías y hermandades.
Seguramente, al igual, que muchos otros, de forma altruista y filantrópica, no siempre hemos acertado en el relato de la visualización de un hecho o, ha precisado, algún otro matiz que le hubiera dado otra redacción "políticamente más correcta".
Valga como ejemplo, que sí una cofradía no sale a la hora indicada de su sede canónica, pues no ha salido, y se refleja así, y ello puede ser debido a diversas circunstancias, que a veces pueden ser contrastadas y otras son meros indicios notorios y fehacientes.
Lo que ya no es tan racional y lógico, que quienes con respeto, cariño y afecto dedican durante muchas horas a la divulgación y difusión de nuestras tradiciones más genuinas, en este caso Manuel Morales, reciba en plena calle palabras cercanas a la ignominiosa ofensa más que a la corrección fraterna, sobre todo entre hermanos - cofrades, y que siempre se puede solventar al día siguiente.
Hablar de la catolicismo popular no es similar a un cirujano, que a pleno corazón, alma y razón, depende de él y su equipo, seguir viviendo en este "valle de lágrimas". Un poquito de fraternidad en este tiempo de conversión.
Rafael Leopoldo Aguilera
Publicado como artículo de opinión en el diario La Voz de Almería el día 15 de abril de 2014
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